Arquitecto de tu propio destino

Cuenta la historia que había un carpintero, ya entrado en años que era muy valorado por su excelente trabajo. Lo había pensado mucho y estaba listo para jubilarse.

Habló con su jefe de sus planes de dejar el negocio de la construcción para llevar una vida más placentera con su esposa y disfrutar de la familia.

El iba a extrañar el trabajo y su cheque mensual, pero necesitaba retirarse. Ellos superarían esta etapa de alguna manera.

El jefe sentía que su buen carpintero dejara el empleo y le pidió un favor muy personal, si podría construir una sola casa más.

El carpintero accedió, pero se veía fácilmente que no estaba poniendo el corazón en su trabajo.

Utilizaba materiales de inferior calidad y el trabajo era deficiente.

Era una desafortunada manera de terminar su carrera.

Cuando el carpintero terminó su trabajo y su jefe fue a inspeccionar la casa, éste le extendió al carpintero las llaves de la puerta principal.

– Ésta es tu casa – dijo-. Es mi regalo para ti.

Es mejor elegir siempre hacer lo correcto, si nos conformamos con menos, podemos pagar un precio muy alto. 

Somos la consecuencia de todas las decisiones que hemos tomado en el pasado

El hubiera no existe, es mejora asumir que la decisión que tomamos es lo único real

terapia gestaltTodo en la vida es impredecible, nunca podemos saber cuál será la consecuencia de nuestras decisiones. El elegir hacer o dejar de hacer algo, inevitablemente, tendrá alguna consecuencia desconocida y siempre nos quedaremos con la duda de si nos hubiera ido mejor tomando la decisión que rechazamos o si realmente, la que elegimos, fue la mejor para nosotros.

La manera de no atormentarse por ello es pensar que, lo que elegimos, fue lo mejor y que no tiene ningún caso estar imaginando cómo hubiera sido si nuestra decisión hubiera sido otra: si nos hubiéramos casado con otra persona, si hubiéramos elegido otra profesión, si hubiéramos decidido vivir en otro lugar… si hubiéramos… como dice la popular frase «el hubiera no existe», es mejor asumir las consecuencias de aquello por lo que optamos y reconocer que somos la consecuencia de todas las decisiones que hemos tomado en el pasado.

Las oportunidades pueden estar a la vuelta de cada esquina

Hace unos días llegué a mi consultorio en el barrio de Coyoacán en la ciudad de México. Faltabanterapia gestalt todavía un par de horas para iniciar mis terapias de esa tarde. Tenía ganas de un café, pero al ver mi cartera me di cuenta de que no traía monedas, solo un billete de alta denominación.

En ese momento empezó la disertación interior: «Hum – pensé – no tengo monedas, seguramente en la cafetería me dirán que no tienen cambio«. Me sentí frustrado. Pensé en ir a otro lugar a cambiar el billete, pero tampoco me gustaba la idea de comprar algo que no necesitaba realmente solo por tener cambio.

terapia gestaltBueno – empecé a pensar de nuevo – finalmente, en la cafetería tienen la obligación de tener cambio, no es mi problema si no el de ellos.

Y, pensando esto,  tomé la decisión de ir hacia la cafetería. Mientras caminaba hacia allá, mi mente empezó a buscar otras opciones.

Si acaso me dicen que no tienen cambio, yo les puedo decir que voy a estar toda el día por acá y que más tarde puedo venir a pagarles el café. No creo que se nieguen… ¡no es más que un café! Se verían muy mal si me lo negaran…

Seguí caminando convencido en que, aunque no me conocieran mucho, no serían capaces de negarme mi delicioso y humeante café. Llegué por fin al local. Entré con paso decidido. Miré a la chica y le dije:

Me da un café americano grande, por favor.

La chica sonrió y se dispuso a preparar la bebida. Yo la miraba, mentalmente me adelantaba al momento de darle el billete e imaginaba su reacción de sorpresa, de molestia o de desconcierto al ver que era un billete muy alto para el precio del café.

¿Quiere una tapa para el café? – me dijo -. Sí, por favor. – le contesté-.terapia gestalt

Ella tomó el vaso y le puso la tapa. Me lo entregó. Yo me sentí nervioso. Saqué mi cartera y luego el billete de alta denominación. Se lo entregué. Como lo había imaginado, ella reaccionó al ver la denominación y me dijo:

¿No tiene un billete más chico?

No, es el único que traigo y no tengo monedas.

– Es que – se dispuso a responderme y yo me puse en guardia para utilizar cualquier estrategia de las que había pensado dependiendo de su excusa – sólo son cinco pesos – me dijo.

Yo hice expresión de sorpresa.

–  ¿Cinco pesos?

Sí, por el vaso, hoy el café es gratis.

Mi expresión de sorpresa fue mayor. Sin decir nada, empecé a rascar en mis bolsillos y en mi cartera hasta que pude juntar $4.50.= se los mostré y le dije.

Es todo lo que tengo.

Ella sonrío y me dijo:

No importa, lo que me dé está muy bien.

No me pude quedar con la duda y le pregunté:

¿Pero por qué es gratis el café?

-Porque hoy es nuestro aniversario.

Yo asentí, tomé mi café todavía con cara de incrédulo, salí del local y empecé a caminar hacia mi consultorio pensando:

¡Qué cosas! ¡Nunca me lo hubiera imaginado! Si no me hubiera arriesgado a venir por el café, me hubiera quedado con mi frustración y con el antojo sin imaginarme nunca que hoy era gratis…

Y sí, de las miles de cafeterías que hay en la ciudad, elegí, precisamente, aquella donde el café era, sólo por ese día, gratuito y, por lo tanto, no tenía ningún problema de tomar mi café…

Así es la vida, nunca nos imaginamos que para esto o para cualquier otra cosa de menor o mayor importancia, las oportunidades pueden estar al alcance de nuestra mano y dejarlas pasar por desidia sin siquiera enterarnos de que ahí estuvieron, simplemente  se han ido para no regresar.

2 comentarios

  1. Berthin, la inspiración y la materia prima de TODO lo que yo comparto, me llega de otros. Sin el amor, la entrega, la confianza, la colaboración de los demás, yo no podría hacerlo. Tú eres parte de todo esto, por eso lo valoras y lo consideras importante, porque sabes que, en cada escrito, también estás tú. Eres una parte fundamental y muy importante de lo que yo soy ahora, un alguien que no existía antes de haberte conocido y de haber vivido un proceso contigo. Formalmente era TÚ PROCESO, pero realmente fue, desde el principio NUESTRO PROCESO. Crecimos juntos… y no es metáfora, es TOTALMENTE REAL. Gracias por ayudarme a crecer, gracias por dejarme apoyarte en tu crecimiento. Sigo creyendo en aquello de CREE SER JUNTOS.

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  2. Fer, me encantan todas tus citas, tus comentarios, tus historias…… todas llegan a mi por algo, siempre es asi.
    Gracias por siempre estar al servicio de los demas, Gracias por dar y compartir tus conocimientos, tus sentimientos y tus vivencias.
    Te quiero, te extraño y te admiro.
    Berthin

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