Como dice Brené Brown los padres deberían tomar a sus hijos recién nacidos en sus brazos y decirles algo como:
«¿Sabes? Eres imperfecto, naciste para luchar, pero eres digno de amor y pertenencia”.
Esta investigadora asegura que, si tan sólo una generación de padres hiciera esto, todo cambiaría para bien y seríamos una humanidad diferente: más realista y, a la vez, más feliz, menos frustrados e infelices, pues no nos sentiríamos obligados a demostrar nada para ganarnos la pertenencia y el cariño de los demás.
Los seres humanos, -a diferencia de los demás seres vivos que se limitan a existir -, somos los únicos que clasificamos lo que vivimos como bueno o malo, correcto o incorrecto -muchos pacientes se cuestionan constantemente si lo que sienten o hacen es correcto o incorrecto-.