El amor propio es un viaje, no un destino. Es un proceso continuo de aprender a aceptarnos y a amarnos tal y como somos. No siempre es fácil, pero es una de las cosas más importantes que podemos hacer por nosotros mismos.
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Los elementos básicos del Mindfulness: Intención, Atención y Actitud.
Debes recordar que la actitud correcta, cuando te sientes a practicar Mindfulness, es la de bondad, el cuidado y la aceptación. Ésa es la parte esencial de tu práctica. Intención, Atención y Actitud son fundamentales, no son sólo elementos para hacer tu práctica más dulce, son la parte medular del auténtico Mindfulness.
Condiciones para el bienestar de la pareja
En la pareja debe haber, no sólo amor, debe existir una comunicación real, la relación debe darse con naturalidad, de manera fácil y agradable, debe ser también una relación nutritiva en muchos aspectos y de compatibilidad.
Para que esto sea más fácil, lo ideal es no comprometerse con aquellas personas con las que, al primer encuentro, entramos en fricción y conflicto o en una lucha de poder.
Contacto físico: cuando sobran las palabras
¿De qué depende que la persona califique el contacto físico como apropiado o como algo inapropiado?
Mucho dependerá del contexto: los elementos culturales de cada quién, la cantidad o el tipo de contacto, las edades de los involucrados, tanto de quien ofrece el contacto como de quien lo recibe y de la relación que exista entre los implicados.
Puede tratarse de una pareja, de un padre/madre y un hijo/hija; un familiar adulto con un sobrino o primo niño, etc.
Es necesario ver en cada caso todos los factores mencionados para poder determinar si el contacto es adecuado o no, si es sano, nutricio, positivo o si es un contacto inadecuado que puede dañar a la persona.
Carta de Abraham Lincoln al profesor de su hijo
“Estimado profesor: Mi hijo tiene que aprender que no todos los hombres son justos, no todos son verdaderos, pero por favor decirle que para cada villano hay un héroe, que para cada egoísta, también hay un líder dedicado. Enséñele que para cada enemigo, allí también habrá un amigo. Enséñele que es mejor obtener una moneda ganada con el sudor de su frente que una moneda robada… Abraham Lincoln
Los hijos: una oportunidad para crecer como personas
Educar es una de las labores más importantes que puede realizar un ser humano ya que, a través de ella, los niños van descubriendo quiénes son y quiénes pueden llegar a ser. Desde edades muy tempranas comienza a perfilarse la conexión – o desconexión – con la vida, el manejo de las situaciones difíciles, el tipo de relaciones que se establecen con los demás, la conciencia de los propios recursos, los sentimientos hacia uno mismo y cómo se sitúa uno ante el mundo.
Educar no es transmitir información o conocimientos. La vida es mucho más que eso. Educar es acompañar en el camino del autodescubrimiento, apoyar en los momentos de dificultad, y ofrecer las herramientas, estrategias y posibilidades para que los niños puedan adentrarse en la aventura de la vida confiados y encontrando su propio sentido.
¿Es inevitable el dolor y las dificultades de la vida?
¿Por qué a mí? ¿Por qué me tiene que pasar esto? ¿Cómo me pudo suceder algo así? ¡Yo no me lo merecía! Si soy bueno y no le hago daño a nadie, ¿por qué se me castiga de este modo? ¿Hasta cuando lo voy a tener que seguir tolerando? ¡Yo ya no aguanto más! ¡No es justo! ¡Qué injusta es la vida!
Todo el tiempo escucho estas frases no sólo en consulta, si no en la vida cotidiana. A las personas no nos gusta sufrir y, muchas de ellas piensan que, siendo buenas, obedeciendo las normas, portándose bien y no haciéndo mal a nadie, podrán evitar que la vida les mande dificultades o sufrimientos, pero sucede que no es así, tarde o temprano a todos les llega el dolor y esas personas se lamentan de estar viviendo algo que sencillamente, no merecían que les pasara. Tenemos que partir entonces de una premisa: el dolor y las adversidades son parte de la vida y, como tal, son inevitables y, tarde o temprano, todos los seres vivos del planeta debemos enfrentarnos a ello.
Celebrando la Vida
Hay tantas razones para celebrar la vida, el simple hecho de estar vivos es motivo suficiente para celebrar a cada instante. Sin embargo, no siempre somos conscientes de lo afortunados que somos y de todas las bendiciones que el universo nos da. En ocasiones, es necesario vivir experiencias dolorosas como las pérdidas, las separaciones, las crisis o la enfermedad para poder ser conscientes de lo que tenemos cuando las cosas van bien en nuestra vida.
Eso nos ocurrió a Axa, mi pareja, y a mí, hace siete años. En el 2007 el papá de Axa murió el 23 de abril y, justo una semana después, el 1o de mayo, yo fui operado de un tumor en la hipófisis. En esos siete días vimos pasar frente a nuestros ojos, la muerte y la vulnerabilidad, la pérdida, el dolor y el miedo, la tristeza y la incertidumbre. Pero junto con todas estas emociones, pudimos ser conscientes de muchas otras cosas como: el amor, la esperanza, la fuerza, la confianza, la amistad, el apoyo, la solidaridad, el contacto, la conexión y el encuentro con los seres amados.