Presión social

La presión social: ¿cómo nos afecta y cómo podemos gestionarla?

Tabla de contenido

Introducción

La presión social es un fenómeno psicológico y social que se produce cuando una persona se siente influenciada por las opiniones o comportamientos de los demás. Esta influencia puede ser directa o indirecta, y puede tener un impacto significativo en la forma de pensar, sentir y actuar de la persona.

La presión social puede ser positiva o negativa. La presión social positiva puede ayudar a las personas a alcanzar sus objetivos y a mejorar su bienestar.

Por ejemplo, un amigo puede presionar a otro para que se inscriba en un gimnasio o alentarlo a que coma de manera más saludable, lo que puede ayudar a este último a perder peso y mejorar su salud. O bien, unos padres pueden presionar a su hija que ya no desea estudiar, para que se inscriba en la universidad, pensando en su futuro y ejercen cierta presión, de forma respetuosa, para que busque una carrera o diplomado de algo que vaya acorde a sus gustos, habilidades e intereses, lo que aumenta la confianza de la joven al sentirse apoyada por sus padres aunque pueda sentir, en determinado momento, un poco de presión.

La presión social negativa, por otro lado, puede tener consecuencias negativas para las personas. Por ejemplo, un adolescente puede sentirse presionado por sus pares y ceder cuando estos lo inducen a acciones como fumar, beber o tener relaciones sexuales sin realmente desearlo, pero haciéndolo para ser aceptada o aceptado por ellos, lo que puede tener un impacto negativo en su salud física y emocional.

La presión social se puede definir como:

La presión social directa se produce cuando alguien nos dice explícitamente lo que debemos pensar, sentir o hacer. Por ejemplo, un amigo puede decirte que debes vestirte de una determinada manera para encajar en un grupo.

La presión social indirecta se produce cuando alguien nos da señales sutiles o bastante directas de que debemos comportarnos de una determinada manera. Por ejemplo, si todos tus amigos están usando ropa de marca, es probable que la persona se sienta presionada para hacer lo mismo, igualmente si todos o la mayoría fuman, beben, o tienen relaciones sexuales.

La presión social es la influencia que ejercen otras personas sobre los valores actitudes, pensamientos comportamientos de una persona. Dicha influencia puede llevar a la persona a tomar decisiones poco acertadas y a realizar actividades con las que no se siente cómoda o que, con mucha frecuencia, le perjudican; todo por una necesidad de aceptación y reconocimiento.

¿Cómo se ejerce la presión social?

La presión social se puede ejercer de varias maneras, incluyendo:

  • Aprobación social: La necesidad de ser aceptado por los demás es una fuerza poderosa que puede llevarnos a conformarnos con las normas sociales.
  • Sanciones sociales: Las personas que se salen de la norma social pueden ser objeto de rechazo, aislamiento o incluso acoso.
  • Persuasión: Las personas pueden ser presionadas para cambiar sus opiniones o comportamientos a través de la manipulación o el engaño.

Etapas de la vida donde la presión social es más intensa.

La presión social puede ser más fuerte en algunas etapas de la vida que en otras. Por ejemplo, la adolescencia es una etapa en la que los jóvenes están tratando de encontrar su lugar en el mundo y son más vulnerables a la presión social.

Otras etapas de la vida en las que la presión social puede ser fuerte son la adultez temprana, cuando las personas están tratando de establecer su carrera y su vida social, y la mediana edad, cuando las personas están tratando de mantener su estatus y su posición social.

¿Cómo afecta la presión social en la toma de decisiones?

La presión social puede afectar la toma de decisiones de varias maneras. Por ejemplo, puede:

  • Limitar nuestro campo de visión: La presión social puede hacer que nos centremos en las opciones que son aceptables para el grupo, lo que puede limitar nuestras posibilidades.
  • Influir en nuestras preferencias: La presión social puede hacer que prefiramos opciones que son populares o que están de acuerdo con las normas sociales, incluso si no son las que más nos convienen.
  • Disminuir nuestra confianza: La presión social puede hacer que nos sintamos inseguros de nuestras propias decisiones, lo que puede llevarnos a tomarlas por impulso o a seguir la opinión de los demás.

¿Podemos cambiar nuestras convicciones cuando el resto del grupo piensa diferente?

Sí, es posible que cambiemos nuestras convicciones cuando el resto del grupo piensa diferente. Esto se debe a que las personas somos sociales por naturaleza y queremos ser aceptadas por los demás.

Un estudio realizado por Elliot Aronson y Leon Festinger en 1954 demostró que las personas son más propensas a cambiar sus opiniones cuando el resto del grupo piensa de manera diferente si creen que el grupo es importante para ellas.

Causas de la presión social

  • Baja autoestima: Las personas con baja autoestima son más propensas a creer que los demás saben más que ellas y que sus opiniones no son válidas.
  • Necesidad de aprobación y/ o de reconocimiento: Las personas con una fuerte necesidad de aprobación son más propensas a ceder a la presión social para evitar el rechazo.
  • Falta de confianza: Las personas que no confían en sus propias habilidades o conocimientos son más propensas a sentirse presionadas para seguir la opinión de los demás.
  • Inseguridad: Las personas que se sienten inseguras o perdidas son más propensas a buscar la aprobación de los demás.

La presión social pueden venir de:

  • El entorno social: Las personas que crecen en un entorno en el que la presión social es fuerte son más propensas a ser influenciadas por ella.
  • La cultura: Las normas y valores culturales pueden influir en la presión social que las personas experimentan.
  • Los medios de comunicación: Los medios de comunicación pueden transmitir mensajes sobre lo que es aceptable, adecuado, permitido o no, lo que puede influir en la presión social.

Recursos para enfrentar la presión social

Hay una serie de recursos que las personas pueden utilizar para enfrentar la presión social. Estos recursos incluyen:

  • Desarrollar una sana autoestima: Las personas con una fuerte autoestima son menos propensas a ceder a la presión social.
  • Aprender a decir no: Es importante aprender a decir no, es decir, a ser asertivos diciendo lo que realmente queremos o no queremos, negándonos a realizar a las peticiones que no nos gustan, que no nos hacen sentir bien, o que simplemente no queremos hacer, sin tener que justificarnos ni de dar ningún tipo de explicación acerca de nuestra decisión.
  • Encontrar un grupo de apoyo: Tener un grupo de personas que nos apoyen puede ayudarnos a sentirnos más seguros de nosotros mismos y a resistir la presión social.
  • Hablar con un terapeuta: Un terapeuta puede ayudar a identificar las causas de la presión social que experimentamos y a desarrollar estrategias para enfrentarla.

Para resistir la presión social y mantener nuestra autenticidad, es importante recordar que todos tenemos el derecho de seguir nuestros propios valores y creencias. A menudo, nos encontramos con situaciones en las que sentimos la necesidad de conformarnos con las expectativas de los demás, dejando de lado nuestros propios deseos y principios. Sin embargo, al hacer esto, no solo nos estamos negando a nosotros mismos, sino que también estamos socavando nuestra propia felicidad y satisfacción.

Es importante recordar que cada persona es única y tiene sus propias perspectivas, opiniones y experiencias. En lugar de ceder a la presión social, debemos aprender a ser fieles a nosotros mismos y vivir nuestras vidas de acuerdo con nuestros valores y deseos. Esto puede significar tomar decisiones que vayan en contra de la corriente y enfrentar críticas o juicios de los demás, pero al final del día, es nuestra propia felicidad y autenticidad lo que importa.

Una manera de resistir la presión social es rodearnos de personas que nos apoyen y nos animen a ser nosotros mismos. Buscar una comunidad o grupo de amigos que compartan nuestros valores y creencias puede ser de gran ayuda en momentos en los que nos sentimos tentados a conformarnos. Además, practicar la comunicación asertiva y establecer límites saludables nos permitirá expresar nuestras opiniones y necesidades de manera respetuosa, sin dejar que la presión externa nos tome por completo.

Recuerda, la autenticidad no se trata de complacer a los demás, sino de vivir una vida congruente con nuestros propios valores y principios. Al resistir la presión social y mantenernos fieles a nosotros mismos, no solo nos sentiremos más satisfechos y plenos, sino que también seremos un ejemplo inspirador para aquellos que buscan hacer lo mismo.

Diálogo 1

En esta conversación primera vamos a ver cómo es que se lleva a cabo la presión social por alguien que no está de acuerdo con otra persona en lo que piensa, sin embargo, Verónica, la persona que está queriendo ser presionada por Raúl, se mantiene firme y no cede ante su presión manteniendo su postura. Aquí vemos a una persona con una sana autoestima, segura de sí misma y asertiva a la que no le importa ser juzgada o cuestionada por Raúl.

Verónica: Quiero vivir una vida sencilla y modesta. No quiero basar mi éxito en tener estatus, dinero o fama.

Raúl: Pero eso es lo que importa en la vida. Si no tienes éxito, no eres nadie.

Verónica: No creo que sea así. Creo que lo importante es ser feliz y estar satisfecho con la vida que uno lleva.

Raúl: Pero no vas a ser feliz si no tienes éxito.

Verónica: Puedo ser feliz con una vida sencilla. Para mí, eso es lo que significa ser exitosa.

Ser firme ante la presión social y no dejarse manipular

No aceptar la presión social cuando va encontra de nuestros deseos y valores y mantenerse firme

Diálogo 2

En esta segunda conversación vemos como Laura ha tomado una decisión importante de lo que quiere en la vida pero se siente presionada pues sus padres no están de acuerdo. Carmen, la amiga de Laura, la apoya para que no se deje afectar por la presión de otros y que tenga la valentía de hacer lo que ella realmente quiere aunque otros no estén de acuerdo.

– Laura: Estoy pensando en no casarme ni tener hijos.

– Carmen: ¿ya lo pensaste? ¿Estás segura de que no quieres eso?

– Laura: Sí, completamente segura; simplemente no me veo a mí misma haciendo eso. El único problema es que es lo que se espera de ti. (Suspira) De hecho mis papás se sintieron muy decepcionados cuando les dije lo que pensaba.

– Carmen: ¿Qué te dicen ellos?

– Laura: Que estoy siendo egoísta, que estoy tirando mi vida por la borda.

– Carmen: ¿Y qué sientes cuando te dicen eso?

– Laura: Me siento mal. Como si estuviera decepcionando a las personas que más quiero.

– Carmen: Pero, ¿es lo que realmente quieres?

– Laura: Sí, lo es. No me imagino mi vida de otra manera.

– Carmen: Entonces, ¿por qué no vas a luchar por lo que quieres?

– Laura: (Se queda pensativa) Es que tengo miedo. Tengo miedo de que mis papás me rechacen de que se sientan desilusionados de que no les de nietos.

– Carmen: Es comprensible que tengas miedo. Pero, ¿te imaginas vivir el resto de tu vida sintiéndote mal por no ser tú misma? ¿Cómo te vas a sentir con ellos en unos años cuando te des cuenta de que tomaste una decisión para complacerlos a ellos siéndote desleal a tu?

– Laura: No quiero eso. Quiero ser feliz. Quiero serme leal, y no quiero sentir rencor hacia ellos.

– Carmen: Entonces, tienes que tener valor para enfrentarte a tus papás. Piensa que no sólo lo haces por ti, sino por todas aquellas personas que tienen miedo de defender sus convicciones y decepcionar a sus seres queridos. Que les ayudarás a darse cuenta de que lo más importante es ser leal a uno mismo.

– Laura: (Sonríe) Gracias, Carmen. Necesito escuchar eso.

– Carmen: De nada. Estaré aquí para ti, pase lo que pase.

En este diálogo, la la persona a la que he llamado Laura está agobiada por la presión de sus papás, quienes están en contra de su decisión de no casarse ni tener hijos. La persona 2,su amiga a la que he llamado Carmen, le ayuda a darse cuenta de la importancia de ser congruente consigo misma y a tener valor para enfrentarse a la oposición de sus padres.

Las preguntas que Carmen le hace a Laura ayudan a que esta reflexione sobre sus sentimientos, sus motivos y valores. La ayuda a darse cuenta de que, aunque tiene miedo de decepcionar a sus papás, es importante que sea fiel a sí misma.

Al final del diálogo, la Laura se siente más segura de sí misma y decidida a seguir adelante con su decisión.

Apoyar a alguien a superar la presión social y ser congruente consigo misma.

Aquí tienes algunas preguntas específicas que Carmen le hace a su Laura:

  • ¿Qué te dicen tus papás?
  • ¿Y qué sientes cuando te dicen eso?
  • ¿Es lo que realmente quieres?
  • ¿Por qué no vas a luchar por lo que quieres?
  • ¿Te imaginas vivir el resto de tu vida sintiéndote mal por no ser tú misma?

Estas preguntas ayudan a la Laura a identificar sus sentimientos, sus motivaciones, sus valores y sus miedos. También le ayudan a reflexionar sobre las posibles consecuencias de su decisión.

Diálogo 3: entre un terapeuta narrativo y su consultante.

Carlos acude con Luis, un terapeuta narrativo, para trabajar su d visión de salir del closet y decirle a su familia y a sus amigos que es gay. El está seguro de su decisión pero teme la presión social a la que se puede enfrentar y decide reflexionar sobre esto con un profesional. Veamos cómo se desarrolla esta conversación en el consultorio.

Luis Fer (Terapeuta): ¿Por qué quieres ser abiertamente gay?

Carlos: Porque es lo que soy. No quiero ocultarlo más.

Luis Fer: ¿Y qué te impide hacerlo?

Carlos: Mi familia y mi círculo son muy conservadores.

Luis Fer (Terapeuta): ¿Qué es lo que más te preocupa?

Carlos: Que mi familia y mis amigos me rechacen.

Luis Fer (Terapeuta): ¿Y qué pasaría si te rechazaran?

Carlos: Me sentiría muy solo y rechazado.

Luis Fer (Terapeuta):¿Cómo te sentirías si no te rechazaran?

Carlos. Me sentiría libre y feliz.

Luis Fer (Terapeuta): ¿Qué otras cosas te preocupan de salir del armario?

Carlos: Que la gente me mire diferente. Que me traten mal.

Luis Fer (Terapeuta): ¿Cómo te haría sentir?

Carlos: Me sentiría incómodo.

Luis Fer (Terapeuta):¿Y qué pasaría si te trataran mal?

Carlos: Me sentiría triste y decepcionado.

Luis Fer (Terapeuta):¿Hay algo que te haga pensar que podrías enfrentarte a estos desafíos?

Carlos: Sí, tengo a algunos amigos que me apoyarían.

Luis Fer (Terapeuta):¿Qué te dicen?

Carlos: Que soy valiente y que debo ser yo mismo.

Luis Fer (Terapeuta): ¿Y qué dices tú?

Carlos: Que tengo que hacerlo.

Luis Fer (Terapeuta):¿Por qué?

Carlos: Porque quiero sentirme libre y dejar de cargar con el peso de vivir aparentando ser diferente a quien en realidad soy.

Luis Fer (Terapeuta): ¿Qué crees que ganarías si salieras del armario?

Carlos: Me sentiría libre y auténtico.

Luis Fer (Terapeuta): menciona otras ganancia de ser honesto en relación a esto.

Carlos: (Pensando) tendría más posibilidades de conocer a alguien, formar una pareja y ser feliz sin tener que aparentar nada.

Luis Fer (Terapeuta):¿Qué crees que ganarían las personas que te rodean?

Carlos: Me conocerían mejor. Me acelerarían por todo lo que soy y no solo por mi orientación.

Luis Fer (Terapeuta):¿Qué crees que ganaría el mundo?

Carlos: Más diversidad y aceptación. Menos prejuicios, sería un mundo más libre e inclusivo.

Luis Fer (Terapeuta):¿Crees que estás listo para salir del armario?

Carlos: No lo sé. Tengo miedo, pero creo que es lo que tengo que hacer.

Luis Fer (Terapeuta): ¿Cómo puede influir tú en el miedo para que no sea el que influye en tu vida?

Carlos: quizás mostrándome la importancia de ser uno mismo, de ser sincero con uno y con los demás. Reconociendo que los prejuicios de ser homosexual no son míos, son de la cultura a la que pertenezco y que ella no tiene porqué ser la que determina lo que quiero y lo que soy. Eso es decisión mía independiente de que le guste a mi sociedad o no.

Luis Fer (Terapeuta):Con lo que me estás diciendo ¿qué valores crees que de manera implícita estás fortaleciendo?

Carlos: (reflexionando): Pienso que la libertad, el respeto por uno mismo, la congruencia, la honestidad, la confianza, la fuerza y la seguridad, quizás.

Luis Fer (Terapeuta): Entiendo. Y también recuerda que no estás solo. Hay muchas personas que te apoyarán. Y con tu determinación ayudarás a todos que aún no sienten el valor o la confianza de salir del armario aunque lo desean. Así es que con tu salida del closet también ayudarás a otros a dar el paso y, juntos, serán más fuertes y más libres…

Carlos: Y felices.

Luis Fer (Terapeuta):Cierto, también más felices.

Carlos: Y podré vivir más en paz.

Luis Fer (Terapeuta): Claro, y te lo mereces ¿cierto?

Carlos: Después de que demuestre que puedo hacerlo, ser yo abiertamente, ¡claro que me lo voy a merecer!

Buscar apoyo terapéutico para enfrentar la presión social

En este diálogo, el terapeuta utiliza preguntas desde el modelo de la terapia Narrativa para ayudar al paciente a explorar sus temores y ganancias de salir del armario. El terapeuta comienza preguntando al paciente cómo se siente al respecto, lo que le permite expresar sus emociones y preocupaciones. Luego, el terapeuta pregunta al paciente qué es lo que más le preocupa, lo que le ayuda a identificar sus miedos específicos.

A continuación, el terapeuta pregunta al paciente qué pasaría si sus temores se hicieran realidad. Esto le ayuda al paciente a evaluar la realidad de sus miedos y a ver que, incluso en el peor de los casos, podría afrontar la situación.

Finalmente, el terapeuta pregunta al paciente qué otras cosas le preocupan de salir del armario. Esto le ayuda al paciente a identificar sus preocupaciones adicionales, que pueden no ser tan graves como sus miedos iniciales.

Al explorar estos temas, el terapeuta ayuda al paciente a ver los posibles beneficios de salir del armario. El terapeuta también ayuda al paciente a desarrollar una narrativa más positiva sobre su homosexualidad, lo que puede ayudarle a sentirse más seguro de sí mismo y a tomar la decisión de salir del armario.

Otras preguntas que el terapeuta podría hacer:

  • ¿Cómo te imaginas tu vida si salieras del armario?
  • ¿Qué significaría para ti ser honesto contigo mismo?
  • ¿Qué te gustaría decirle a la gente que te importa sobre tu sexualidad?
  • ¿Cuáles son tus esperanzas y sueños para el futuro?

Estas preguntas pueden ayudar al paciente a explorar sus emociones y pensamientos más profundos sobre su sexualidad. También pueden ayudarle a desarrollar un plan para salir del armario, si decide hacerlo.

Conclusión

La presión social es un fenómeno psicológico y social en el que los individuos cambian su conducta, actitudes e incluso opiniones con tal de gustar a los demás y evitar, de esta forma, ser rechazados o marginados. Este fenómeno se puede dar a cualquier edad y son varios los factores que lo determinan, aunque es muy frecuente que ocurra durante la adolescencia de una manera más acentuada, pues es cuando los sujetos empezamos a querer afirmar nuestra identidad. La presión social es la influencia ejercida por un grupo (familia, iglesia, escuela, amigos), que hace que una persona se sienta presionada a modificar sus conductas, formas de pensar o sus valores. Esta influencia no siempre tiene que ser negativa, pero puede llegar a influir tanto en la persona que la recibe que ésta cambie incluso su personalidad y sistema de creencias con tal de satisfacer a los demás y sentirse aceptada y apreciada. La presión social se puede realizar de forma consciente o inconsciente. Cuando se da de forma intencionada, la persona o conjunto de ellas que lo hacen pretenden cambiar un comportamiento o actitud en las personas que quieren influir. Uno de los momentos en los que más presión social se puede llegar a experimentar es en la juventud, más concretamente en la adolescencia aunque también está presente durante la infancia, en la vida adulta y en la vejez.

En sí misma, la presión social no es ni buena ni mala, pero sí que puede ser el medio por el que se fomenten conductas negativas que pueden extenderse en la sociedad, especialmente entre los adolescentes. Una persona puede sentir que debe hacer algo o decir algo, aunque sea totalmente contrario a lo que su sistema de valores y ética le dice que es correcto, para poder encajar en el grupo de personas que consideran referentes o socialmente atractivos.

La presión social sigue presente a lo largo de nuestras vidas y condiciona, de una u otra forma, nuestros actos e ideas. Son muchos los estudios que demuestran cómo las personas cambiamos nuestra opinión cuando vemos que todo el mundo tiene un punto de vista contrario al nuestro. Alteramos nuestra opinión con el objetivo de no sentirnos apartados de la sociedad, evitar el rechazo y conseguir permanecer en un grupo que se considera de referencia. La presión social es la responsable de que, frecuentemente, actuemos en consonancia con el grupo social de referencia, aunque sea radicalmente opuesto a lo que queremos hacer. Esto lo hacemos por, entre otros motivos, el miedo al rechazo, deseo de aceptación, falta de seguridad y temor a la crítica. 

Algunas de las causas que podrían explicar cómo la presión social llega a tener tanto poder en ciertas personas son:

  • Inseguridad personal
  • Autoestima baja
  • Conflictos con la personalidad
  • Deficiencias en el aspecto físico
  • Sentimiento de inferioridad
  • Falta de motivaciones
  • Necesidad de reconocimiento
  • Dificultad para relacionarse
  • Sensación de rechazo social
  • Carencia de afecto

Si se dan uno de estos factores arriba mencionados, la presión social que siente el individuo más que un problema social es un problema emocional. Es recomendable acudir a un terapeuta para trabajar estos aspectos, ayudarla a que adquiera mayor autoestima y que comprenda que lo importante es que sea él o ella el dueño de su vida, haciendo aquello que considere mejor para sí misma.

La presión social es un fenómeno complejo que puede tener un impacto significativo en la vida de las personas. Es importante ser conscientes de las causas de la presión social y de los recursos que existen para enfrentarla y no ser esclavos de ella.

Bibliografía sugerida sobre el tema.

Aquí tienes una lista de libros sobre la presión social y sus efectos, que son actualizados y factibles de conseguir:

  • «Presión social: cómo la influencia social afecta nuestro comportamiento», de Mark R. Leary y Robin M. Kowalski (2018). Este libro ofrece una visión general de la investigación sobre la presión social, desde sus fundamentos psicológicos hasta sus efectos en el comportamiento individual y social.
  • «Presión social y adolescencia», de María José Cangas y Miguel Ángel Martínez (2022). Este libro explora los efectos de la presión social en la adolescencia, un periodo de la vida en el que los jóvenes son especialmente vulnerables a la influencia de sus iguales.
  • «La presión social: cómo afrontarla y vivir una vida plena», de José Antonio Marina (2021). Este libro ofrece consejos prácticos para afrontar la presión social y vivir una vida plena, basada en nuestros propios valores y deseos.

Estos libros son escritos por autores de diferentes disciplinas, como la psicología, la sociología y la educación. Todos ellos ofrecen una visión actualizada y rigurosa del tema de la presión social, y pueden ser de gran utilidad para la investigación o el estudio de este fenómeno.

Además de estos libros, también puedes encontrar información sobre la presión social en artículos científicos, revistas especializadas y páginas web de organizaciones e instituciones.

Otros libros que encontré en internet que te pueden interesar son:

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