Existen muchos tipos de maestros: los de la escuela tradicional, los que generan una fuerte influencia en sus alumnos a lo largo de su vida o los grandes maestros de la historia, cuya influencia no sólo queda en la gente de su época o su cultura, sino que su conocimiento y sabiduría trasciende a lo largo de los siglos, como los grandes filósofos: Platón, Sócrates, Aristóteles o Epícteto.
Pero, además de estos grandes maestros universales – que también fueron juzgados y condenados por aquellos que proyectaban en ellos sus partes negadas – , existen otros, los de todos los días, y son aquellos que nos “molestan”, nos enojan y exasperan con sus conductas y sus comportamientos. Aquellos que están cerca de una u otra manera, en la vida de todos los días y que no toleramos porque nos reflejan aquello que, simplemente, no somos capaces de aceptar en nosotros por miedo, vergüenza o prejuicio.
Pero, ¿puede ser, alguien que no toleramos nuestro maestro?