Lo que te choca ¿te checa?
“Cuando odiamos a alguien, odiamos en su imagen algo que está dentro de nosotros.”
HERMANN HESSE.
Existen muchos tipos de maestros: los de la escuela tradicional, los que generan una fuerte influencia en sus alumnos a lo largo de su vida o los grandes maestros de la historia, cuya influencia no sólo queda en la gente de su época o su cultura, sino que su conocimiento y sabiduría trasciende a lo largo de los siglos, como los grandes filósofos: Platón, Sócrates, Aristóteles o Epícteto.
Pero, además de estos grandes maestros universales – que también fueron juzgados y condenados por aquellos que proyectaban en ellos sus partes negadas – , existen otros, los de todos los días, y son aquellos que nos “molestan”, nos enojan y exasperan con sus conductas y sus comportamientos. Aquellos que están cerca de una u otra manera, en la vida de todos los días y que no toleramos porque nos reflejan aquello que, simplemente, no somos capaces de aceptar en nosotros por miedo, vergüenza o prejuicio.
¿Puede ser, alguien que no toleramos nuestro maestro?
¡Por supuesto que sí! Esa persona que tanto te molesta, tiene características que puedes ver en él pero que no te atreves a ver en ti mismo. Eso es lo que en Gestalt se conoce como fenómeno de “proyección”.

Lo que percibimos en los demás, como en un espejo, nos refleja mucho de nosotros mismos. El exterior actúa como un espejo para nuestra mente y en él vemos reflejados diferentes aspectos de nuestra personalidad.
Cuando observamos algo que no nos gusta de alguien y sentimos desagrado y rechazo, sin duda esto indica que de alguna manera ese aspecto que nos desagrada existe en nuestros.
Es nuestra inconsciencia, ayudada por la proyección psicológica, lo que nos hace pensar que el defecto sólo existe “ahí fuera”, en esa otra persona.
“No vemos a los demás como son, sino como somos nosotros.”
IMMANUEL KANT.
La proyección psicológica
Es un mecanismo mediante el cual una persona atribuye a otros: sentimientos, pensamientos, impulsos o conductas que niega en sí mismo o le resultan inaceptables para sí. Este mecanismo se pone en marcha en situaciones de conflicto emocional o cuando nos sentimos amenazados interna o externamente. (Malonda, Javier).
Si no fuera por esa persona que es tu “pantalla” de aquello que no puedes ver, nunca tendríamos la oportunidad de aprender eso en nosotros mismos. Cuando juzgamos o criticamos a alguien por ser demasiado arrogante, presumido, insoportable, también tenemos la oportunidad de convertirla en nuestra maestra de dichas características reconociéndolas, de alguna manera, en nosotros mismos.
Hay comportamientos que, desde la infancia, se nos enseñan como negativos y, cuando crecemos, la sociedad nos fortalece la idea de que debemos rechazarlos. Ese aprendizaje es tan poderoso, que cuando identificamos la más mínima señal de dichos comportamientos en nosotros, los negamos de manera rotunda o lo reprimimos.
¿Y dónde colocamos todo eso que rechazamos y que nos molesta? obviamente, en esa persona “insoportable” que tanto nos desespera y rechazamos por ser tan arrogante, envidiosa, egoísta o criticona.
“Se puede saber más de una persona por lo que dice de los demás, que por lo que los demás dicen de ella.”
LEO AIKMAN.
Diálogo entre un terapeuta y un proyector
-No tolero a los irresponsables.
-Me imagino que tú eres sumamente responsable.
-Por supuesto.
-Y tal vez, te sientes culpable de querer ser, de vez en cuanto, un poco irresponsable.
-¡Claro que no! ¡Ya te dije que no tolero a la gente irresponsable!
-¿Estás completamente seguro que, secretamente, no desearías ser un poco así? ¿Y no cargar, toda la vida, con tanta responsabilidad?
Trabajo de proyección
“Muy a menudo, lo que encontramos difícil en los demás es precisamente aquello que no hemos resuelto dentro de nosotros mismos. Si lo hubiéramos resuelto inicialmente, nunca se hubiese convertido en un problema crónico.”
ROBERT DILTS.
Cuando se apoya a la persona en terapia, para que, poco a poco, vaya aceptando cierta característica de comportamiento que rechaza en su personalidad, se sentirá más tranquilo consigo mismo, viéndolo como una nueva posibilidad de comportamiento que puede serle útil en ciertas circunstancias y contextos. Y, simultáneamente al proceso de aceptación, disminuirá el rechazo por las personas a las que antes juzgaba por tener dicho comportamiento, viéndolas de una manera más natural.
Esto permitirá que la energía “negativa” de uno y otro se equilibre y, al mismo tiempo, el sentimiento de enojo y rechazo por el otro.
A continuación presento un diagrama que elaboré para representar gráficamente el fenómeno de proyección.
Diagrama del modo de relación de la Proyección

“Es sorprendente cuantas personas van por la vida sin reconocer que sus sentimientos hacia los demás son en gran medida determinados por sus sentimientos hacia sí mismos, si usted no se siente cómodo de sí mismo, no puede estar cómodo con los demás.”
SIDNEY J. HARRIS.
Algunos colegas utilizan una frase para identificar dicha proyección en la vida cotidiana y es: “Si te choca, te checa”.
Es decir, si algo te molesta de alguien, es que tú tienes esa característica que no te gusta en el otro, por mucho que te moleste o que la ocultes o por mucho que te niegues a aceptar que tú quisieras atreverte a ser o hacer lo mismo que él, por miedo, por vergüenza producto de tu educación, o por alguna otra razón.
¿Te checa?
Prefiero hacer una pregunta, me enoja la crueldad humana, significa que hay crueldad en mí?
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No lo sé, no te conozco para poder afirmarlo. Pero es probable que haya algún sentimiento de crueldad hacia algo, alguien o hacia ti misma que no logras ver.
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http://habilidademocional.wordpress.com/2012/03/19/la-proyeccion-psicologica/
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Me choco así que me checa!! Muy bueno, te felicito!!!
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Gracias, Refugio, por tus palabras y las felicitaciones.
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