La repetición constante de la frase “yo no puedo” construye una creencia permanente en nosotros que termina convirtiéndose en realidad. Si todo empieza por las palabras, podemos elegir programarnos de manera negativa con frases como “no puedo” o bien, con frases positivas como “yo puedo” o “yo me estoy volviendo…” o “ya estoy en el proceso de…”
Si lo practicamos y lo vamos convirtiendo en un nuevo hábito en la manera de pensar y de hablar, pronto alcanzaremos una nueva consciencia de nosotros mismos, mayor seguridad y autodeterminación, superando miedos y creencias limitantes que nos permitan desarrollar todos nuestros potenciales.
Mes: enero 2012
La ilusión del “no puedo” y la realidad del «no quiero»
Cada vez que decimos “no puedo” estamos evadiendo la responsabilidad de nuestras propias decisiones de manera velada, como si en realidad no tuviéramos el poder para hacer aquello que encadenamos bajo la frase “No puedo”. Con sólo decir “no puedo” la persona aleja, de manera segura, sin tener que asumir su responsabilidad, el asunto que le incomoda. Se convence de que, en realidad, el asunto en cuestión no depende de ella ni de sus elecciones, sino de otras personas, de circunstancias externas o, incluso, de su inconsciente, al cual tampoco puede controlar.
Una visión de Alejandro Jodorowsky sobre la manera en que nuestro cuerpo y las enfermedades nos hablan de una manera metafórica. No siempre es tan
Arquitecto de tu propio destino
Todo en la vida es impredecible, nunca podemos saber cuál será la consecuencia de nuestras decisiones. El elegir hacer o dejar de hacer algo, inevitablemente, tendrá alguna consecuencia desconocida y siempre nos quedaremos con la duda de si nos hubiera ido mejor tomando la decisión que rechazamos o si realmente, la que elegimos, fue la mejor para nosotros. Pero, por si acaso, de ahora en adelante, cuando te enfrentes a una decisión, trata, simplemente, de elegir lo correcto, para ti y para otros y nunca olvides de que, tú eres, la consecuencia de todas las decisiones que has tomado en el pasado.
La manera de no atormentarse por ello es pensar que, lo que elegimos, fue lo mejor y que no tiene ningún caso estar imaginando cómo hubiera sido si nuestra decisión hubiera sido otra: si nos hubiéramos casado con otra persona, si hubiéramos elegido otra profesión, si hubiéramos decidido vivir en otro lugar… si hubiéramos… como dice la popular frase «el hubiera no existe», es mejor asumir las consecuencias de aquello por lo que optamos.
Terapia Gestalt en línea, para todos
Un grupo de colegas, terapeutas gestalt en su mayoría, y yo, hemos decidido unir esfuerzos para apoyarte. Tú, como otras personas, seguramente desde hace tiempo, estás deseando tomar terapia gestalt, pero no has podido porque no cuentas con los recursos económicos para pagar los honorarios de un terapeuta. A partir de este momento, queremos apoyarte y darte la oportunidad de que sigas un proceso en línea a muy bajo costo, con un verdadero profesional que te pueda ofrecer la ayuda que necesitas.
Inicia el año del dragón, símbolo de la buena suerte
En la astrología china y en las culturas milenarias orientales, el dragón es considerado, al igual que la serpiente, un animal de buena suerte y, además, poseedor de un gran poder. Es el guardián de los tesoros y de la sabiduría. Será un año muy bueno para emprender proyectos ambiciosos y atrevidos, pues el impulso indomable del dragón contribuirá a su éxito. Durante este ciclo, tú mismo serás tu principal amenaza, de modo que superar las propias limitaciones y debilidades es el más grande desafío.
Miedo a tomar decisiones
no tenemos excusas, lo que somos es una consecuencia de nuestra propia libertad de elección; somos responsables de nosotros mismos, pero también del resto de la humanidad; lo que trae consigo el sentimiento de angustia y, en los casos de huida de la responsabilidad, la conducta de mala fe.
Yo tuve miedo hasta que aprendí…
Tuve miedo al amor, hasta que descubrí que soy digno de ser amado por lo que soy, por ser justamente como soy, y que no tengo que convertirme en otro para merecer que me quieran. También, cuando me di cuenta de que, si alguien a quien aprecio o amo se aleja, se va un ser con nombre y apellido, pero no se va con él el amor… que el amor es más que un sentimiento o un apego, es una energía que me pertenece y se genera en mi interior, y que por tanto, si alguien que amo se va, aunque me duela, yo soy capaz de sanar y volver a amar.