A veces, aunque estemos haciendo lo correcto desde nuestro punto de vista, las reacciones y los comentarios de los demás nos hacen dudar de si estamos hemos tomado la decisión correcta. En estos casos hay que tener mucho cuidado de identificar si la reacción de juicio, de reproche o de censura del otro no es en realidad, un reflejo del miedo y del enojo de la persona que nos juzga porque le estamos haciendo ver que nosotros sí estamos teniendo el valor de movernos, de cambiar, que estamos teniendo el coraje de correr nuevos riesgos para poder ser nosotros mismos, a diferencia de ellos que han decidido quedarse, por miedo, por cobardía, en su mismo lugar de seguridad, aunque eso signifique traicionarse a sí mismos.
