El embaucador agresivo: la cara opuesta de la asertividad

A diferencia de la agresión física, la agresividad psicológica no siempre es fácil de identificar, sobre todo cuando se esconde detrás de una máscara de cortesía, llegando a parecer socialmente aceptable.
Gestalt Sin FronterasHay que ser muy observador para poder reconocer la intención del agresivo detrás de frases aparentemente amables y agradecidas como: “Qué buen amigo eres al prestarme tu carro siempre que lo necesito, lamento que a veces tú tengas que andar a pie”. “Eres una santa al encargarte de todo sin exigir nada a cambio”. “Me siento tan feliz con alguien como tú, capaz de sacrificarse tanto por amor.” Estas son las frases de un agresivo embaucador y no demuestran amor, ni consideración, ni equidad, todo lo contrario, lo que muestran es como la persona embaucadora es lo suficientemente inteligente para pasar por encima de los demás y todavía pretender que le den las gracias al aparentar ser muy agradecido.

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Diferencia entre la conducta asertiva y la sumisa

Puede ser todo un reto encontrar un punto exacto de equilibrio que se requiere de asertividad en cada situación, pero es justo lo que se debemos pretender, encontrar el nivel de asertividad en el que nos sintamos respetados y que respetemos al otro. No hay reglas o recetas que nos indiquen como lograrlo aunque sí se cuenten con algunas herramientas. El éxito también dependerá de la capacidad de uno para expresarse libre y asertivamente, como de la capacidad del otro para aceptar y respetar la comunicación clara, abierta, honesta y asertiva.

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