Querido Luis Fernando (niño):
Hoy que es día del niño (en México) y que estoy celebrando la Semana de la Conmemoración de la Vida y la Salud, quiero aprovechar para expresarte todo mi cariño y agradecimiento. Hoy, que estoy cada vez más cerca de cumplir mis 50 primeros años, y que puedo ver en perspectiva mi vida, me doy cuenta de lo valiente que has sido desde que estabas en la primaria, incluso desde antes de que entraras a la escuela, y tuviste que enfrentarte a tantas situaciones difíciles y dolorosas en casa y en la escuela. En casa, no te sentías entendido, tenías mucho miedo por la forma en que los adultos te trataban – a través de una educación autoritaria, juzgándote y reprimiéndote constantemente -, y tú procurabas ser muy obediente para evitar los castigos, pues no tenías más alternativa, al ser sólo un niño pequeño rodeado de adultos llenos de miedo.
