Momento para honrar a nuestros ancestros

Las personas que nunca se preocupan por sus antepasados jamás mirarán hacia la posteridad.

Edmund Burke

 

Ahora que hemos dedicado en estos días tiempo para la salud, para celebrar la vida, para honrar también la amistad y a nuestros amigos más queridos… ahora es tiempo de dedicarle un homenaje a nuestros ancestros.

Aquellas personas que vinieron a este mundo antes que nosotros,  que nos sostienen de alguna manera, pues somos consecuencia de lo que ellos fueron, vivieron y experimentaron.

Son parte de nuestros genes y de nuestro ser y, tan solo por eso – porque si ellos no hubieran existido tal vez nosotros tampoco existiríamos -, debemos honrarlos y estar agradecidos con ellos reconociendo el habernos dado la oportunidad de existir.

Dentro de la meditación que he propuesto en este mismo espacio del “Lugar seguro”, si lo recuerdan, cuando llevamos los brazos hacia atrás, es para visualizar e invocar a todos y cada uno de los que estuvieron antes que nosotros para hacer posible nuestra existencia. Aquellos seres que un día estuvieron y que ya no están mas – por lo menos en el plano físico -.

ancestrosMe gusta imaginar que todos ellos están haciendo una gran fila a mis espaldas sosteniéndome para que no caiga y, a la vez,  impulsándome hacia delante, hacia la dirección que debo tomar. Son mis “ángeles” protectores que me acompañan en todo momento.

Ahí están, dentro de este ejército guardián incondicional: mi padre, mi madre, mis hermanos, el mayor y el  menor que siguió después de mí, mis tías y mis tíos, los abuelos, los bisabuelos y todos los que están antes que ellos.

Los haya conocido o no ellos están ahí, siempre dispuestos a protegerme, a sostenerme y a impulsarme, como si fuera yo la lanza encendida de una flecha poderosa dispuesta a destruir aquello que ya no sirve, para construir con el fuego nuevo, lo vivo, lo potente y productivo.

Mientras reflexionaba en el contenido de esta nota, me encontré el siguiente pensamiento que me gustó mucho:

“Adentro están aquellos que ya no están más.

Por eso cuida el amor, que es nuestro único alimento para ser felices”

(enlace de donde tomé el pensamiento: Para no molestarte).

Me pareció muy bello lo que dice y también comparto este pensamiento. Aunque las personas que amamos ya noancestros estén más con nosotros, siguen vivas en nuestro corazón.

Una persona puede morir, pero mientras las otras personas con las que estuvo vinculado sigan con vida, las relaciones se sigue transformando de manera permanente.

Hay cosas por las que yo estuve enojado siempre con mi madre y, un día sin saber muy bien por qué, a alguna de esas cosas que tanto me molestaban, les puedo encontrar un sentido diferente y el enojo, mágicamente,  se disuelve y se convierta en comprensión y en perdón, e incluso he podido llegar más lejos, al agradecimiento. Al pasar por este proceso, la relación se transforma automáticamente, es decir ¡SIGUE VIVA! aunque la persona ya no esté a nuestro lado.

mi madrePor compartirles un ejemplo para ser más claro en relación con lo que digo de mi madre, toda la vida me enojo que ella insistiera en ofrecerme de comer aunque le dijera que ya estaba satisfechos. Dejaba de insistir unos minutos, para volver a la carga nuevamente:

¿Quieres más verdura? ¿Te sirvo más pollo? ¿te ofrezco ensalada? ¿quieres arroz o prefieres más sopa? ¿te apetece una gelatina de leche condensada?

Mi respuesta era siempre la misma:

-No, gracias. No, mamá; ¡Gracias, no! Ya estoy satisfecho. Ya no quiero nada. ¡No, mamá, no insistas, ya no quiero comer más!

Pero no importaba cuantas veces yo me negara, ella volvía a insistir una y otra y otra vez mientras me tuviera cerca y lo mismo hacía con todos mis hermanos y mis sobrinos.

Siempre me preguntaba porque a mi mamá le gustaba molestar tanto con ese tema de la comida, y no lograba hacerla entender que ya no quería seguir comiendo más. ¿Por qué no dejaba de hacerlo a pesar de ver que me molestaba que lo hiciera?

Hasta que un día, de la nada, entendí que mi madre, con esa actitud, me estaba diciendo, una y otra vez, que me quería. Ella era una mujer más bien fría y le resultaba muy difícil expresar los sentimientos. Podía decir “te quiero”, pero lo hacía muy de vez en cuanto y a todos sus hijos se  los decía de la misma manera y no lograba que lo sintiéramos como algo auténtico.

Por la forma de expresarlo, nos sentíamos todos iguales, no había diferencia en el tono y era como si  para ella, todos fuéramos iguales, sin personalidad, ya fuera que se trataba de Margarita, Josefina, Patricia, Elizabeth, Enrique o Luis Fernando.

Sin embargo, a través de la comida, ella intentaba decirle a cada quien lo mucho que lo quería, y, a más comida, mayor manifestación de afecto… esa era la verdad, por lo menos, la verdad con la que ahora me explico su comportamiento y, ahora, o sólo ya no me siento enojado, si no que la honro por haber encontrado una forma creativa de mostrar su amor, a pesar de lo difícil que seguramente le resultaba.

 

De mis ancestros conservo los ojos celestes, el cerebro estrecho y la imprudencia de la lucha.

Arthur Rimbaud

Bisabuela, abuela, madre y nieta. De esto, sacamos por conclusión que, si las relaciones siempre se mantienen vivas, es porque las personas  que ya no están en el plano físico, de cualquier manera continúan latiendo no sólo en nuestros corazones, sino en todo nuestro ser.

No de forma metafórica,  sino real,  cualquiera de nosotros,  somos consecuencia de todos nuestros ancestros  que viven en nosotros que son ya parte de nuestro ser,  es por ello que  les propongo honrarlos en esta Semana de Celebración de la Salud y la Vida.

Eso me permite ser consciente de que yo también, como ellos, seguiré viviendo en muchas personas cuando ya no esté, a través de un pensamiento, de un sentimiento, de un recuerdo, de un aprendizaje que haya logrado sembrar en alguien.

Buscar un punto intermedio

Los antepasados son lo más importante para quien no ha hecho nada.

Giacomo Leopardi

Esta frase atribuida a Giacomo Leopardi, me parece un poco fuerte, pero creo que tiene un sentido. Es verdad queañoranza necesitamos recordar y honrar a nuestros antepasados para que, como dice Burke, podamos mirar hacia delante.

Sin embargo, es cierto que muchas personas, cuando pierden a sus seres amados, se quedan prendidos a su recuerdo y, en nombre de una lealtad mal entendida, entierran su corazón junto al de ellos y no vuelven a amar ni a vivir, ni a sentir. Están vivos, pero sin estarlo, muertos en vida.

Sería mucho mejor para nuestros distinguidos antepasados alabarles con menos palabras y con más acciones nobles.

Horace Mann

Creo que  eso no es lealtad y no se puede honrar de esta manera a los seres que nos dieron la oportunidad de estar en el mundo. La verdadera manera de agradecerles a aquellos que ya no están, es siendo felices, viviendo intensamente por ellos y por nosotros.

Recuerdo haber escuchado en alguna ocasión a Jorge Bucay decir que era un error tener un sueño, alcanzarlo, y no disfrutarlo porque nuestros seres queridos no tuvieron la oportunidad de hacer algo similar como hacer viaje a Europa, conocer el mar, visitar las pirámides de Egipto, tener una casa en el campo o en la playa, etc.

Debemos hacer todo lo contrario, dice Bucay, si ahora yo tengo la oportunidad de viajar o de tener aquello que tanto soñó mi padre, mi madre, mis tíos o mis abuelos, debo disfrutarlo al doble y agradecer a la vida que ahora yo  tenga esa oportunidad que ellos no tuvieron.

Esa es la verdadera manera de honrar a nuestros antepasados.

Práctica sugerida

Por lo anterior, te sugiero algo querido lector: en estos días que aún quedan de nuestra Conmemoración de la Salud y La vida, y también después, si lo decides, honra a tus antepasados disfrutando cada cosa que la vida te dé, ya se trate de un día con sol, un rico plato de comida, un paseo por el campo, una tarde con los amigos o con tus hijos, la lectura de un libro o disfrutar de tu programa de televisión.

Escucha su música favorita y también la tuya y disfrútala en nombre de ti y de ellos. Haz algo que ellos siempre hubieran deseado y no pudieron y ofréceselos. Si siempre quisieron ir a algún lugar, prepara la visita, ve a ese sitio y disfrútalo intensamente diciendo: hoy quiero dedicarte esto a ti, lo voy a disfrutar con todos mis sentidos y va a ser mi manera de honrarte y agradecerte por todo lo que me diste y aún me das.

Claro, puedes decirlo con tus propias palabras, pero la idea es que disfrutes y no lo sufras, que goces y compartas ese gozo con esa persona o personas que tanto te amaron, que tanto te dieron… y, aun sin que haya sido así, de una u otra manera, les debemos algo, el estar vivos y, sólo por eso, ya es motivo suficiente para honrarlos, ¿no lo crees?

Otra manera para honrar a nuestros antepasados es disfrutando de algo que hacíamos con ellos. Leer el libro que te leía tu madrina, comer lo que te preparaba tu tía o tu abuela, comprar las flores que les gustaban,  visitar sus lugares preferidos, recordar sus historias y sus anécdotas, ver sus fotografías y colocarlas a la vista platicando con ellos  y diciéndoles todo lo que les agradeces, o bien, escribiéndoles una carta. Estas son solo algunas alternativas, tú puedes crear las tuyas utilizando tu creatividad y tu imaginación.

Tal vez lo único que haga falta, es que, en este mismo momento, cierres los ojos, trates de recordarlos y les digas desde lo más profundo:

Muchas gracias.

Gracias por haber existido y permitirme que yo existiera.

Te lo agradezco de todo corazón.  

14 comentarios

  1. Me encantó tu entrada. Busco como dar a mi boda un trasfondo sobre constelaciones familiares porque me parece una parte fundamental de la curación, y tu entrada me conmovió y me hacer un poco mas a ese objetivo, Gracias!

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  2. Es la primera vez que me doy el tiempo para leerte con calma lo buscaba ya desde hace tiempo y fue una coinsidencia maravillosa porque apenas ayer y algunas semanas atras, hemos dedicado buena parte de charlas entre hermanos y amigos, a honrar recuerdos que nos marcaron y que hoy tienen sentido. Que aunque llenas de nostalgia, no dejaban de arrancarnos una sonrisa con un sobresalto en el corazón. Creo que el echo de mirar el pasado y a tus antepasados sin dolor y más aún con esa sensación de «belleza» liberan profundamente el alma.

    Creo que apartir de hoy buscare un poco mas momentos para leerte. un beso
    Maru Mtz.

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    1. Qué lindas tus palabras y que sanadoras. Me alegra que te hayas acercado. Aquí siempre encontrarás contacto, conexión, pertenencia, y, principalmente, mucho cariño y «algo» de consciencia sobre las cosas que me importan y que creo le importan a muchos otros. La vida se co-construye junto con otro, y, como dice Burke, las personas que no se preocupan por sus antepasados, jamás mirarán hacia la posteridad. Crezcamos juntos, con aquellos que estuvieron antes que nosotros, los que estamos ahora, y los que vendrán en el futuro.
      Por último, me gusta mucho tu reflexión de que «el echo demirar el pasado y a tus antepasados sin dolor, con esa sensación de belleza, libera profundamente el alma».

      Muchas gracias. Te quiero.
      Luis Fdo.

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  3. Este artículo no llega a mi por casualidad. Llega en el momento en que lo necesito. Gran aportación desde las Constelaciones Familiares. Desde lo más profundo de tú ser. Sublime. Para qué añadir nada más… Bueno, sí, necesito decirte: GRACIAS.
    M. Angeles Molina.

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  4. me encanta y… como siempre me impulsa a una profunda reflexión. Cuántas veces nos disgustamos porque nuestros padres no lograban entendernos e insistimos a lo largo de la vida en señalar todos y cada uno de los puntos en los cuales no estábamos de acuerdo, irrespetando las diferencias y desconociendo que muchas de las palabras que tanto detestamos en ellos, el momento menos pensado, estaríamos diciéndolas a nuestros hijos… La mente humana, en su impecable razonamiento lógico, suele perder fuerza cuando los sentimientos afloran ante un recuerdo. Es importante agradecer a los que estuvieron antes que nosotros porque, por negación o afinidad, permaneceran en mucho de lo que somos. gracias Luis fernando por hacernos pensar de dónde venimos para saber a dónde vamos. Un abrazo! Guadalupe.

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    1. Guadalupe, muchas gracias por visitarme «por acá», y me encantan tus comentarios. Qué gusto que te haya resultado de interés. Definitivamente, me dio gusto que Axa me sugiriera que agregáramos el tema de los ancestros para la Semana de la Celebración de la Vida. No seríamos nada sin ellos, pero también, no podemos quedarnos refugiados en el pasado y tenemos que vivir en el presente, claro, honrando a los que nos dieron el regalo de la vida.
      Un abrazo y un beso con mucho cariño.

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