El compromiso en la pareja funcional
El verdadero compromiso nace desde nuestro interior y tiene como fundamento el conocimiento y la reflexión. No puede existir el compromiso desde la ignorancia.
Definición de compromiso: Obligación contraída; palabra dada. (D.R.A.E.)
El compromiso, como aquí se plantea es:
El grado en el que una persona está dispuesta a acoplarse a alguien y hacerse cargo de esa relación hasta el final.
Hablar de compromiso es hablar de:
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Confianza natural en la relación
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Responsabilidad asumida
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Reconocimiento de obligaciones mutuas
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Reconocimiento de los legítimos intereses:
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Personales
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De pareja
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Familiares
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Las bases del compromiso

El hecho de aceptar “formalmente” un compromiso, hace suponer que se conocen todos los aspectos, alcances y obligaciones que conlleva.
La realidad es que creemos cumplir a conciencia por ajustarnos a un horario, obtener un sueldo, asistir a la escuela y estar un rato en casa.
Casi siempre, la falta de compromiso se debe a descuidos un tanto voluntarios, pero principalmente a la pereza, la comodidad, el egoísmo y la ignorancia.
El compromiso está basado en el interés de los miembros de la pareja para cumplir con estos tópicos por deseo, no por obligación (independientemente de lo que marca la definición de la palabra).
Lo que se hace por sentirse comprometidos en la pareja, se lleva a cabo como si se tratara de un regalo que ofrecen al otro por el amor y el interés que sienten por él, pero no con un sentimiento de obligatoriedad.
El compromiso es un deseo de ambos de perdurabilidad, de lograr una estabilidad en el tiempo y un deseo por compartir un proyecto en común que no se comparte con nadie más que con esa persona especial y que, por principio, se busca que sea de por vida.
Al ser un regalo y no una obligación o un deber, el compromiso debe verse y considerarse un sentimiento saludable de exclusividad, pues no estamos hablando de cadenas, ni de mordazas, ni de ningún otro tipo de ataduras u obligaciones.
La persona comprometida no requiere de ningún tipo de presión para ofrecer todo lo que se ha mencionado, lo hace por un interés genuino de hacer feliz a la persona amada y no tiene que hacerlo a través de su “fuerza de voluntad”, lo hace de manera natural. Si lo viera como una forma de esclavitud, el compromiso sería un factor que afectaría negativamente la relación, en vez de enriquecerla.

Lo que persigue y genera el compromiso
El compromiso pretende lograr que la pareja perdure en el tiempo y que se caracterice por ser un vínculo del amor y la intimidad. El vínculo basado en el compromiso genera estabilidad en la relación.
Una pareja estable y satisfactoria es incondicional y esta incondicionalidad favorece la intimidad. La exclusividad se logra ha través del deseo y la mutua pertenencia, es una necesidad de compromiso y un compromiso de continuidad.
La persona comprometida es generosa, busca como dar más afecto, cariño, esfuerzo, bienestar… en otras palabras: va más allá de lo que supone en principio el deber contraído. Es feliz con lo que hace hasta el punto de no ver el compromiso como una carga, sino como el medio ideal para perfeccionar su persona a través del servicio a los demás.
Debemos de tener muy claro que el compromiso no es real cuando surge de la obligación y la ignorancia.
El compromiso, generador de la estabilidad de la pareja
El compromiso se define por:
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Acuerdos
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Alianzas
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Lealtad
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Honestidad
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Seguridad
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Libertad
Todos estos son elementos que fortalecen el sentimiento de amor y que funcionan como antídotos para la tensión y el miedo que son la antítesis del amor.
El compromiso aporta estabilidad a la relación a través de un proyecto en común.
Las diferencias siempre están presentes en una relación y son necesarias. Sin embargo, la pareja necesita, constantemente, realizar un esfuerzo para acoplarse, ajustarse y rentabilizar dichas diferencias y logar, a pesar de ellas, construir un proyecto de pareja.
La pareja debe desear y ser capaz de adaptarse a un proyecto en común para lograr objetivos comunes.
Por el contrario, la falta de adaptabilidad genera, por consecuencia, inestabilidad, incertidumbre y la pérdida de elementos muy valiosos como la seguridad, la lealtad y la confianza.
Se puede concluir, entonces, que el compromiso mantiene a la pareja estable, de forma deseable, la intimidad consigue que la relación sea atractiva y el deseo fortalece y refuerza el compromiso y la intimidad.
Las tres palabras claves de la relación de pareja estable y satisfactoria son:
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Incondicionalidad
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Exclusividad
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Pertenencia
La incondicionalidad favorece la intimidad.
La exclusividad se relaciona directamente con el deseo
La pertenencia mutua implica la necesidad de compromiso y éste de continuidad.
Ver, también, en este blog los artículos complementarios a este tema:
Fuentes bibliográficas:
Tratando problemas de pareja, Juan I. Capafons y Carmen D. Sosa.
En internet:
Wikipedia
D.R.A.E.
Portal: La página de la vida. http://www.proyectopv.org/
Me gusto, gracias, creo debemos educar en este sentido a nuestros hijos, rompiendo tabues, paradigmas heredados….
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