Álvaro me confesó que estaba enojado consigo mismo porque, por más que lo intentaba, no lograba cambiar su manera de comer y eso lo hacía sentir muy frustrado. Uno de sus objetivos de tomar terapia era resolver su problema de sobre peso y no sólo no había bajado, sino que había había subido.
Lo primero que trabajé con Álvaro cuando me planteo su problema fue identificar si él veía el asunto del sobre peso como algo que:
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Debía resolver
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Tenía que resolver
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Quería resolver
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Necesita resolver
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Elegía resolver
En cada uno de los aspectos Álvaro pudo encontrar las diferentes “intenciones” para tratar de alcanzar su meta. Pues cada uno de estos tópicos: deber, tener, querer, necesitar o elegir, tiene, de fondo, una intención o una motivación diferente.
Debo bajar de peso
Desde el “deber ser o hacer”Álvaro descubrió una obligación externa, social, médica,

paternalista de su idea de bajar de peso.
– “Debo hacerlo porque los médicos así lo indican, porque está en juego su salud, porque la sociedad dice uno debo estar delgado”. Me expresó con cierto enfado.
– Eso te dicen los demás, pero ¿y tú qué dices? – Álvaro se sorprendió con mi pregunta y lo pensó un momento para después responder:
– No lo sé, yo me rebelo ante aquello que vivo como una obligación, sale mi parte rebelde y me resisto a hacer algo que me imponen otros.
Tengo que bajar de peso
En relación al “Tengo que”, descubrió que él tenía que bajar de peso porque de lo contrario:
–Mi salud corre peligro.
-No le gusta sentirme juzgado por mi familia y mis amigos.
-No voy a encontrar una mujer a quien le agrade por mi físico.
-La gente me va a juzgar y a criticar.
Le pregunté qué sentía ahora y me respondió que, aunque existían razones más reales como su salud, lo seguía viviendo como una exigencia externa a pesar de que existieran razones válidas como la amenaza de enfermarse o no gustar a otros. Le parecía – y efectivamente así era – que seguía siendo algo que no decidía desde él mismo a través de un convencimiento propio, sino para cumplir las exigencias de los demás.
Necesito bajar de peso
Después lo expresó desde la “necesidad de” con afirmaciones como:
–Necesito bajar de peso para tener mayor bienestar físico y emocional.
-Necesito bajar de peso para recuperar energía.
-Necesito bajar se peso para sentirse más ágil.
-Necesito bajar de peso para mejorar mi y autoimagen
En este punto Álvaro empezó a sentir que esas razones ya no le generaban tanto enojo ni resistencia; lo vivía como algo más personal y podía reconocer un cambio que se gestaba desde él mismo y de su capacidad de reconocer lo que era bueno para su persona, de poder identificar sus verdaderas necesidades y no las que eran impuestas desde el exterior cuando lo expresaba desde el “debo” y el “tengo”.
Se dio cuenta de que, desde esta perspectiva, empezaba a ver el asunto de bajar de peso como algo menos difícil o poco probable. Se sentía más motivado y con más determinación para intentarlo.
Quiero bajar de peso
Pasamos al siguiente aspecto del “yo quiero”.
Quiero bajar de peso porque:
-Cuando tengo el peso que me hace sentir bien – no el que dicen los demás que es el que me corresponde – me siento contento y entusiasmado.
-Me siento más cómodo con mi imagen.
-Me siento mejor ante los demás.
-Me siento con más energía y de mejor estado de humor.
-Me atrevo más a ponerme traje de baño y mostrarme sin ropa.
-Me doy cuenta de que estoy cuidando mi salud y responsabilizándome de mi mismo y de mi bienestar.
-Me siento con más confianza de acercarme a una mujer.
-Me canso menos y mi digestión funciona mejor.
-Me siento orgulloso de mí mismo y de sentirme capaz de lograr algo a través de mi compromiso conmigo mismo.
Cuando Álvaro expresó “quiero bajar de peso”, descubrió no solo que los motivos que tenía para bajar de peso eran mayores en cantidad y calidad, sino que, detrás de todos los deberías, los “tengo qué”, que le generaban una resistencia a lograrlo, había una parte de él que, auténticamente, quería llevar a cabo esa meta.
Elijo bajar de peso
La última prueba que tuvo que experimentar Álvaro fue plantear la misma situación desde el “Yo elijo bajar de peso” y estas fueron sus frases al respecto.
–Elijo bajar de peso porque es una decisión mía.
-Elijo bajar de peso porque sé que es mi responsabilidad cuidar mi salud.
-Elijo bajar de peso porque es algo que me hará sentir más cómodo, con más energía y con mejor estado de humor.
-Elijo bajar de peso porque me ayudará a relacionarme con los demás de una manera más segura.
-Elijo bajar de peso porque me permitirá sentirme más seguro de acercarme a las mujeres sin miedo a que me rechacen.
Esta parte le ayudó a Alvaro a aceptar plenamente que, bajar de peso, era una elección propia, una responsabilidad que asumía personalmente porque se daba cuenta, después de su reflección de todos los beneficios que en realidad le aportaría bajar de peso.
Todas las demás formas: yo debo, tengo que, necesito, eran maneras que le generaban que, otra parte de sí mismo, se negara a llevar a cabo la labor de bajar de peso por las expectativas de otros y no las suyas. Hablar del yo necesito, yo quiero y yo elijo, lo hacía sentir libre, fuerte, claro, y eso a la vez le ofrecía la posibilidad de tener una mayor disciplina y compromiso para lograrlo.
Este ejercicio que utilicé con Álvaro para que fuera más consciente de sus resistencias y de los verdaderos motivos por los que se negaba a bajar de peso o por los que, al final, elegía intentarlo, es muy potente y sirve no sólo para este tema del sobre peso.
Tú puedes utilizarlo en cualquier otra cosa que sientes que estás atorado y que, por alguna razón, no terminas de hacer eso que crees que debes hacer. Si de verdad quieres descubrir que es algo que quieres llevar a cabo sin importar el esfuerzo que signifique, prueba decir la frase a través de las diferentes formas del: Yo debo, tengo, necesito, quiero o elijo.
Te darás cuenta qué sencillo es identificar las cosa que vienen desde una exigencia externa y cuales vienen de una motivación real de tu interior. Una vez que lo tengas claro, tú, como Álvaro, podrás decidir y elegir libremente si quieres hacer aquello que te has plateado o, definitivamente, no encuentras la motivación suficiente para hacerlo desde tus necesidades personales, y te responsabilizas para elegir que no quieres hacerlo.
Luis, hola de nuevo…sabes? he sido una persona (como tantas otras, lo se) que este tema (sobrepeso) ha causado heridas profundas en mi vida, y llegó un dia que según yo decidí ponerle fin de tajo a todo eso…y me operé, si, mi vida a cambiado, y con ese cambio, llegaron muchos otros que no esperaba (algunos buenos, algunos no tanto) aun ahora me enfrento a muchos de esas preguntas del porque y para que hacer ciertas cosas…y me doy cuenta que cualquier problema que tengamos en la vida si no lo enfrentamos realmente desde dentro, nunca termina de solucionarse realmente….
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