Tenemos que estar conscientes de que NUNCA podemos tener la seguridad de que esa persona que amamos se quedará con nosotros toda la vida, por mucho que nos duela o nos asuste la idea, como tampoco podremos estar seguros de que nuestro amor por ella siempre existirá.
Más allá de nuestros deseos, ilusiones y expectativas, la vida siempre está en movimiento y hay muchas posibilidades de que la realidad actual se transforme por maravillosa o terrible que sea.
Esta realidad genera mucho miedo en algunas personas. Quisieran tener un contrato vitalicio para sentirse con la tranquilidad de que la persona que aman siempre estará a su lado, que les pertenece, pero ES INÚTIL ENGAÑARSE, eso jamás podrá ser así, la voluntad de cada uno para irse o quedarse, es algo que no se puede negociar, es parte de nuestra libertad como seres humanos.
