Amnistía Internacional por los derechos de los homosexuales

De niño o de adolescente mi condición homosexual era algo que me atormentaba y me generaba mucha vergüenza, tenía miedo de que si mi familia se enterara y me dejaran de querer y un miedo inmenso a irme al infierno. En esa época, jamás me imaginé que algún día estaría casado, viviendo con un hombre maravilloso, en la casa de nuestros sueños, siendo profesionales exitosos, viajando por el mundo, con una red de amigos inmensa y con mucho reconocimiento por habernos atrevido a luchar, tanto él como yo, por nuestra dignidad, nuestra libertad y nuestra felicidad.

Seguir leyendo

Tu voto: