Ante una separación, pueden emerger muchas emociones y sentimientos encontrados, que van acompañados de pensamientos y creencias catastróficas que hacen que la persona se cuestione su valía, su capacidad de relacionarse o si realmente vale la pena volver a enamorarse, comprometerse y vivir en relación, cuando no hay nunca la seguridad de que sea para siempre, si no, por el contrario, que tendrá que enfrentar la incertidumbre de si el amor con otra persona vuelva a fracasar y se termine nuevamente el compromiso con las subsecuentes consecuencias.
