Engañar a otros o a nosotros mismos respecto a los que queremos en una relación de pareja es la mejor manera de no conseguir lo que estamos buscando o de creer que lo hemos conseguido de una forma que, más tarde o más temprano, generará conflictos, desilusiones y resentimientos.
El autoengaño se genera cuando la persona no quiere reconocer cosas evidentes por temor a desilusionarse, frustrarse o sufrir, pero, a la larga, el engañarse a uno mismo es la peor trampa para la felicidad e, irremediablemente, producirá un sufrimiento más grande que el de haber tolerado el dolor generado por hablar – y hablarse – con la verdad.
