Para qué nos sirve aprender a tolerar la frustración

Con mucha frecuencia escucho frases de personas que están atoradas en su toma de decisiones y sus acciones; dicen cosas como: “¿y si no sale como yo quiero?”; “¿Y si le digo que me gusta y resulta que yo a ella no?”; “¿Y si me animo a pedir la beca y no me la dan?” ; “Y si hago eso ¿no me arriesgo a que me lastimen?; “Si pongo límites tal ves la gente me deje de querer y termine sola.” Parece ser que detrás de estas expresiones hay una creencia – errónea por supuesto – de que sólo se puede actuar y decidir cuándo se tiene la certeza de que las cosas van a salir como uno quiere.

la baja tolerancia a la frustración, es la falta de capacidad que tiene el ser humano para superar inconvenientes que puedan interferir con la realización o culminación de actividades ya planeadas.

Ejemplos de baja tolerancia a la frustración Diálogo 1

Escenario: Dos amigas, María y Laura, están tomando un café en una cafetería.

María: ¡No puedo creer que me hayan contratado para ese puesto! Es la oportunidad de mi vida.

Laura: ¡Eso es genial! Estoy muy contenta por ti.

María: Gracias. Pero también estoy un poco nerviosa.

Laura: ¿Por qué? Es un gran trabajo.

María: Sí, lo sé. Pero tengo miedo de no estar a la altura.

Laura: ¿Por qué dices eso?

María: Porque nunca he trabajado en un puesto tan importante. Y no quiero decepcionar a nadie.

Laura: Pero si te han contratado es porque creen en ti.

María: Sí, lo sé. Pero aun así tengo miedo de fallar.

Laura: Es normal sentir miedo. Pero no dejes que te paralice.

María: Lo intentaré.

Diálogo 2

Escenario: Dos compañeros de clase, Luis y Carlos, están hablando en el patio de la escuela.

Luis: No sé qué me pasó en el examen de matemáticas. Me había preparado muy bien, pero cuando me puse a responder me bloqueé.

Carlos: ¿En serio? ¿Por qué?

Luis: Porque tenía miedo de no sacar un excelente.

Carlos: ¿Pero por qué? Si te habías preparado bien.

Luis: Porque sé que si no saco un excelente mis papás se van a decepcionar.

Carlos: Pero no es justo que te pongas tanta presión.

Luis: Lo sé. Pero es lo que siento.

Carlos: Bueno, no te preocupes. Ya pasó. El siguiente examen lo harás mejor.

Luis: Gracias. Espero que sí.

En ambos diálogos, los personajes tienen baja tolerancia a la frustración porque se sienten incapaces de afrontar los retos que se les presentan. En el primer diálogo, María está ansiosa por el nuevo trabajo que ha conseguido, pero su miedo a fallar le impide disfrutar de la oportunidad. En el segundo diálogo, Luis se bloquea en el examen porque tiene miedo a no sacar una buena nota, lo que le haría sentir que no es un buen estudiante.

En ambos casos, los personajes podrían mejorar su tolerancia a la frustración si aprendieran a aceptar el fracaso como parte de la vida. También podrían aprender a reconocer y gestionar sus emociones negativas, como el miedo y la ansiedad.

La idea de que no se puede tolerar el fallar

El miedo que se tiene a la frustración, tal vez con el pensamiento de que es tan dolorosa que no la vamos a poder tolerar, hace que la gente se quede paralizada, no actúe y no consiga lo que más desea. Todo por miedo a sufrir, todo por miedo a sentirse frustrada…. ¿No es acaso más frustrante nunca arriesgarse por miedo y no lograr las metas personales?

Si aceptas tu frustración porque las cosas no salen como quieres, evitarás quedarte paralizado.

Y más aún, al quedarnos estancados, lamentándonos porque ni la vida ni nadie nos puede garantizar que las cosas van a salir como queremos, afectamos a terceros que se pueden cansar de escucharnos siempre quejándonos de que la vida sea dura e incierta, de ver que no somos capaces de vencer el miedo y arriesgarnos pase lo que pase.

Así es, lo más sano e inteligente sería el coraje de arriesgarse sabiendo que en la vida no hay promesas ni garantías ni certezas de que, por intentarlo, seremos recompensados con un éxito seguro.

Las personas con baja tolerancia a la frustración, tienen una sensibilidad excesiva hacia todo aquello que les resulta desagradable: No toleran la incomodidad, los contratiempos, las trabas o problemas… es como si se hubieran quedado en una etapa infantil y no pudieran aceptar que la vida, también, implica retos y desafíos.

¡Arriesgarse aunque las cosas salgan mal! ¡Aunque salgan peor de lo que imaginamos! ¡Aunque tengamos que levantarnos una y otra vez! A pesar de que exista la posibilidad de descubrir que eso que queremos no es posible (porque no todo depende de nosotros sino también del ambiente).

Lo que debemos de hacer es confiar que, aunque todo se derrumbe, tenemos los recursos y las herramientas, así como el apoyo de otras personas, para enfrentar el fracaso y levantarnos para continuar el viaje.

Atrévete a cambiar el MIEDO por el PUEDO y ponte en acción tolerando la frustración cuando las cosas no salgan como esperabas. Es mejor decir: “falle pero lo intenté” a: “Ni siquiera fui capaz de ver si se podía.”

Definición de tolerancia a la frustración

La tolerancia a la frustración es la capacidad de afrontar y manejar situaciones difíciles o frustrantes sin enojarse, estresarse o desanimarse. Es una habilidad importante para el éxito en la vida, tanto personal como profesional.

Si hoy las cosas no te salieron bien, mañana tendrás oportunidad de intentarlo de nuevo.

Las personas con buena tolerancia a la frustración son capaces de:

  • No temerle al fracaso, al contrario, a verlo como posibilidad de mejorar y como reto.
  • Permanecer calmadas y centradas bajo presión.
  • Manejar sus emociones de manera saludable.
  • Encontrar soluciones a los problemas de forma creativa porque no se convierten en él, saben que ellos son ellos y el problema es el problema.
  • Perseverar en sus objetivos, incluso cuando se enfrentan a dificultades.
  • Identificar y aceptar sus emociones: Cuando algo no sale como esperaban, son capaces de identificar y aceptar sus emociones negativas, como la tristeza, la ira o la decepción, pero también mantienen la distancia pues saben que esas emociones van a pasar: después de la tormenta viene la calma.
  • Regular sus emociones: Son capaces de gestionar sus emociones de manera saludable, lo que significa que no se dejan llevar por ellas y que pueden pensar con claridad incluso cuando se sienten frustrados.
  • Enfrentan los desafíos con confianza y seguridad incluso cuando el resultado sea incierto, pues saben que cuentan con los recursos para hacer frente a lo que sea.
Encuentran soluciones.
Gestionan sus emociones aceptándolas pero no permitiendo que les impidan ver y pensar con claridad.
Intentan ver las cosas desde otra perspectiva más positiva.
Se adaptan a las circunstancias.
No se dan por vencidas fácilmente ni les asustan los tropiezos, buscan otras alternativas.
Se enfrenten a los desafíos de forma creativa y entusiasta sabiendo que las cosas pueden no salir como esperan, pero sin perder la confianza.

Causas de la baja tolerancia a la frustración

Hay una serie de factores que pueden contribuir a la baja tolerancia a la frustración, incluyendo:

  • Experiencias negativas en la infancia, como el abandono, el abuso o el maltrato.
  • Trastornos de ansiedad o depresión.
  • Dificultades de aprendizaje o de atención.
  • Estrés crónico.
  • Falta de autoestima o autoconfianza.
El estrés, la ansiedad, las experiencias negativas de la infancia, la falta de autoestima y seguridad personal hacen más difícil tolerar la frustración.

Recomendaciones para aumentar la tolerancia a la frustración

Hay una serie de cosas que se pueden hacer para mejorar la tolerancia a la frustración, incluyendo:

  • Aprender a identificar y aceptar las emociones: Es importante aprender a identificar y aceptar nuestras emociones, tanto positivas como negativas. Esto nos ayudará a gestionar nuestras emociones de manera saludable y a evitar que nos controlen.
  • Aprender a regular las emociones: También es importante aprender a regular nuestras emociones de manera saludable. Esto puede hacerse utilizando una serie de técnicas, como la respiración profunda, la relajación muscular progresiva o la visualización.
  • Aprender a encontrar soluciones a los problemas de manera creativa y productiva. Esto nos ayudará a sentirnos más seguros y capaces de afrontar los retos que nos plantea la vida.
  • Aprender de los errores: También es importante aprender de nuestros errores. Esto nos ayudará a mejorar en el futuro y a evitar cometer los mismos errores.
  • Identifica tus desencadenantes. ¿Qué cosas te hacen sentir frustrado? Una vez que sepas cuáles son tus desencadenantes, puedes empezar a desarrollar estrategias para lidiar con ellos.
  • Practica la relajación. Hay una serie de técnicas de relajación que pueden ayudarte a manejar el estrés y la frustración. Algunas técnicas incluyen la respiración profunda, la meditación y el yoga.
  • Establece metas realistas. Es importante establecer metas que sean desafiantes pero alcanzables. Si te fijas metas demasiado difíciles, es probable que te sientas frustrado y desanimado.
  • Aprende a pedir ayuda. No tengas miedo de pedir ayuda cuando la necesites. Hay muchas personas que pueden ofrecerte apoyo, como amigos, familiares, terapeutas o coaches.
  • Practica la paciencia y la comprensión. La paciencia y la comprensión son habilidades importantes para el éxito en la vida. Es importante ser paciente contigo mismo y con los demás, incluso cuando las cosas no salen como quieres.

Mejorar la tolerancia a la frustración lleva tiempo y esfuerzo, pero es una habilidad que vale la pena desarrollar. La tolerancia a la frustración puede ayudarte a tener éxito en la escuela, en el trabajo y en tus relaciones personales.

Desarrollo de habilidades para fortalecer la tolerancia a la frustración.

Conclusión

La tolerancia a la frustración es una habilidad esencial para la vida. Las personas con alta tolerancia a la frustración son más felices, más exitosas y tienen mejores relaciones. Si tienes baja tolerancia a la frustración, hay una serie de cosas que puedes hacer para mejorarla. Con esfuerzo y dedicación, puedes aprender a manejar la frustración de manera saludable y a vivir una vida más plena.

Si necesitas apoyo y supervisión en tu decisión de aceptarte y, por tanto, fortalecer tolerancia a la frustración, puedes contar con mi apoyo y mi experiencia de más de 20 años acompañando a decenas de personas.

Terapeuta Narrativo y Centrado en Soluciones

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Un abrazo y espero que regreses pronto.

4 comentarios

  1. Muy cierto Fer la verdad eso me pasa en estos momentos quiero emprender otro negocio pero me da miedo el fracaso el invertir y perder el que no funcione me frustran muchas cosas que por más que hago no me funcionan doy todo, me da miedo aariersgarme y me la paso piense y piense en esto el otro que pasaría o que no pasaría y no llegó a nada y sigo en lo mismo y más aún con mi edad 51 años siento que ya no es momento en fin espero llegar a una buena respuesta positiva con mis pensamientos .

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    1. Gracias por compartirme la situación que estás enfrentando Rocio. Tengo algunas preguntas: ¿el miedo te está cuidando? ¿Se esta interponiendo entre tú y tus sueños? ¿Quiere lo mismo que tú o quiere algo diferente a lo que tú deseas? ¿Recuerdas alguna cosa que hayas intentado en el pasado y que si haya funcionado? ¿Qué hiciste diferente? ¿Qué factores externos fueron diferentes? ¿Esos pensamientos que aparecen y te impiden arriesgarte son reales? ¿Te has sentado a cuestionarlos? ¿Has razonado sobre lo que podrías hacer si las cosas no funcionaran? ¿Te has puesto a pensar cómo serían las cosas si lograras lo que quieres? ¿En quién te confieres cuando te quedas estancada por no actuar? ¿Y en quien te conviertes cuando, a pesar de los miedos te atreves a intentarlo? Te mando un abrazo.

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