En el universo todo es cambio constante, transformación, movimiento. Lo que no cambia, muere, para que la vida permanezca, para que la semilla se convierta en árbol, la gota de lluvia en río y el río en océano, para que la oruga se transforme en mariposa y vuele, para que el infante se vuelva hombre, el ignorante en sabio, el temeroso en audaz, el esclavo en libre y el humillado en digno, es necesario que nada se detenga ni por una sola fracción de segundo.
Una vida estable, genera seguridad… y aburrimiento… no fomenta el crecimiento y puede llegar al grado de equipararse a la muerte.
Una vida arriesgada, esta viva, es dinámica, activa, creativa… es una vida que construye, transforma, nutre y genera desarrollo constante.
Tú, como la vida, no te detengas, busca tu propio movimiento en tu interior y realízalo en tu medio ambiente, sólo así alcanzarás tu crecimiento como persona y estarás conectado con la vida.