Ocupar el lugar que te corresponde

Por: Luis Fernando Martínez G.

Tu lugar en el universo

La autoestima es un proceso de “construcción de uno mismo” indispensable en la actualidad, en un mundo basado en la autonomía y la conquista personal.

Ocupar el lugar que le corresponde a cada quién

En el pasado, el individuo no tenía que preocuparse demasiado por trabajar con su autoestima pues, practicamente todas las cosas importantes de la vida, como con quién casarse, en qué trabajar, estaban determinadas por el contexto social. Cada quien ocupaba el lugar que le correspondía y, simplemente, tenía que someterse a las normas del grupo sin pensar en el destino personal que estaba decidido por los demás.

Esto podría ser muy cómodo en algunos sentidos, pero era también una manera asfixiante de vivir en total conformidad, simplemente era dificil pensar en construir una identidad propia. En la actualidad las cosas han cambiado, nadie nos garantiza en esta época practicamente nada. Hay un vacio relacional y una indiferencia de unos hacia otros. Cada quién debe conquistar por sí mismo el amor, el trabajo, la subsistencia o el futuro. Vivimos en sociedades  y competitivas.

Dentro de este contexto tan individualista es indispensable trabajar en lo que Claude Kaufman llama “la invención de uno mismo”, la contrucción de la propia identidad, la autonomía psicológica y la conquista personal.

Esto lo podemos lograr a través de trabajar nuestra autoestima para poder elegir lo que quiero ser y lo que quiero hacer, además de la forma de lograrlo.

La importancia del desarrollo de la autoestima

La autoestima es indispensable para “cambiar el mundo” y para sobrevivir en él. Es la herramienta que nos permite construir nuestra libertad personal y nuestra autonomía psicológica. Sin autoestima, no podríamos resisitir la presión social y la manipulación del contexto de acuerdo al psicólogo Christophe André, seríamos seres limitados y previsibles.

Cuando una persona no toma seriamente el asunto de la autoestima, se convierte en una víctima del bombardeo social respecto a quién debe ser, cómo debe hacer las cosas, qué debe consumir, donde debe trabajar, sólo así se siente merecedor de un lugar en la sociedad y del reconocimiento del otro.

Todo está predeterminado (como en el pasado) su modo de pensar, de ser, de actuar y de sentir.  Una persona sin autoestima se rige por un pensamiento amaestrado por el exterior con la ilusión de que es suyo dicho pensamiento. La realidad es que, a menor autoestima, los individuos se vuelven, proporcionalmente, más dependientes de la influencia externa a costa de su propia confianza personal.

Insistimos, tener autoestima es la única manera de ser libres para elegir quien quiero ser, lo que deseo hacer y la forma hacerlo sin tener que depender de una manera absoluta de las normas y las reglas de otros.

Sin autoestima, la persona vive con piloto automático

Cuando no se desarrolla la autoestima o se hace de manera deficiente, el riesgo que se corre es el de vivir en piloto automático de dos poderosas influencias:

  • El pasado
  • El discurso de los otros

Vivir bajo la influencia del pasado es regirnos por lo que se aprendió en la infancia en relación al comportamiento de los modelos familiares. No hay nada nuevo ni posibilidades diferentes a las se aprendieron en el contexto familiar. Así, si una persona no obtuvo el reconocimiento ni se le educó para ser autónomo y tener una identidad propia, tendrá en su vida adulta ideas acerca de sí mismo tales como:

  • “no valgo nada”
  • “Yo no merezco”
  • “Yo sólo no puedo”
  • “No debo esperar nada de los demás”

Estas ideas serán su “piloto automático” con las que transcitará por la vida sincontar con una confianza en sí mismo ni en los demás.

La segunda influencia es la del discurso, la manera en como nos tratan. La persona que no logra apoyarse en la autoestima, creera todo, asentirá a todo, no será capaz de actuar asertivamente, es decir, de comunicarse de manera auténtica, de decir no, de poner límites y evitar que se le imponga un estilo de vida, de pensamiento o de comportamiento. Será un títere de otros. Y  si se atreve, alguna vez, a emitir una opinión propia o a negarse a seguir los preceptos de otros, se sentirá culpable y con mucho miedo de pagar por ello con el rechazo de los demás. Ante el riesgo de perder el amor o la protección de quien depende, preferírá traicionarse a sí mismo y negar sus necesidades y derechos.

Como vemos, el precio de no desarrollar la autoestima puede ser muy alto, pues el costo que se paga es traicionarse a uno mismo, la propia identidad. El antídoto para esto, no importa en qué momento lo hagamos, es tratar de obtener lo mejor de las experiencias y las influencias del pasado y, al mismo tiempo, emanciparnos para llegar a ser nostros mismos.

En otras palabras, la forma de lograr la conquista de la libertad personal es a partir del desarrollo de la autoestima, la única manera de poder ser uno mismo, de defender el derecho a elegir la forma de ser y de actuar, de decir “no” cuando en realidad no se desea hacer algo, de amarse y de respetar la identidad personal.

7 comentarios

  1. Te agradezco que compartas tus conocimientos porque me facilitas puntos de apoyo para cambiar y mejorar, me encanta lo que leo……………………

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