Categoría: Servicios Psicoterapia
Estos son los servicios de psicoterapia que ofrezco en mi espacio. Espacio Cree Ser Juntos: un espacio con Espíritu Humano.
Manejo adecuado del enojo
La ira (rabia, enojo, exacerbación) es una emoción normal que todos experimentamos de vez en cuando. Sin embargo, cuando la ira se vuelve excesiva o destructiva, puede causar problemas en nuestras relaciones, nuestra salud y nuestro trabajo y es necesario aprender a gestionarla de manera adecuada a través de diferentes recursos y con ayuda profesional.
El estrés y sus efectos negativos
Se dice que una persona está estresada o que tiene estrés, cuando se produce un estado de ánimo interno como consecuencia del enfrentamiento de la persona con una serie de demandas ambientales, que superan su capacidad de hacerles frente afectando todos sus recursos bio-psico-sociales.
El estrés es una respuesta del organismo ante las situaciones del ambiente, puede haber estrés positivo cuando se trata de un desafío que nos resulta agradable o puede ser negativo cuando nos lleva a experimentar sensaciones físicas de dolor y sufrimiento, que ocupan el lugar de experiencia positiva de salud y emocionalmente gratificante. Para no dejarnos dominar y afectar por el estrés tenemos que ser más conscientes de nosotros mismos y el entorno; fomentar vínculos sociales sanos y placenteros; no permitir que el estrés se vuelva nuestro estado habitual y procurar aprender más en calma, de manera agradable y relajada; gestionar de forma adecuada la mente y los pensamientos; organizar la vida de manera inteligente.
El regreso de Pablito (el pequeño ansioso que llevamos dentro).
Hace algunos años, una de mis primeras publicaciones en mi blog Gestalt Sin Fronteras, publiqué la historia de un paciente ficticio de nombre PABLITO. Él era una persona que sufría porque vivía en el pasado o en el futuro, dependía del reconocimiento de los otros o no aceptaba las medias tintas, todo era completamente bueno o completamente malo, entre varias cosas más de su personalidad que le generaban mucha ansiedad y sufrimiento.
Hoy llegó un nuevo consultante a través de internet y le pregunté cómo había contactado conmigo. Me sorprendió cuando el chico de 19 años me respondió que me había encontrado a través de mi viejo paciente imaginario PABLITO.
Gracias a eso, hoy voy a compartirles a todos mis amigos del blog y de Facebook la historia de este singular personaje. Pero, antes de hacerlo, tengo que hacer una pequeña advertencia, cuando conozcas a PABLITO te vas a dar cuenta de que TODOS tenemos un pequeño PABLITO dentro de cada uno de nosotros. Te lo comento para que estés preparado.
Ésta es la historia:
Sanar las heridas del corazón
Cuando una persona, ya sea hombre o mujer, siente que le han roto el corazón piensa que nunca superará la pérdida ni el dolor que siente y eso le genera mayor desesperación y miedo.
La realidad es que cada individuo debe elegir si quedarse atrapado en el dolor o bien buscar la forma de superarlo. Algunos se quedan meses o años lamentándose por su mala suerte y otros se enfrentan al duelo de su pérdida con la esperanza de que, por difícil que resulte, van a poder superarlo a mediano plazo.
Salir del closet y recuperar el derecho a ser uno mismo
A veces, aunque estemos haciendo lo correcto desde nuestro punto de vista, las reacciones y los comentarios de los demás nos hacen dudar de si estamos hemos tomado la decisión correcta. En estos casos hay que tener mucho cuidado de identificar si la reacción de juicio, de reproche o de censura del otro no es en realidad, un reflejo del miedo y del enojo de la persona que nos juzga porque le estamos haciendo ver que nosotros sí estamos teniendo el valor de movernos, de cambiar, que estamos teniendo el coraje de correr nuevos riesgos para poder ser nosotros mismos, a diferencia de ellos que han decidido quedarse, por miedo, por cobardía, en su mismo lugar de seguridad, aunque eso signifique traicionarse a sí mismos.
Decálogo para salir del closet
En un artículo anterior (cómo salir del closet y reconocer tu homosexualidad), abordamos ya el tema de lo que significa e implica salir del closet, es decir, abrir, ante uno mismo y los demás, nuestra orientación sexual. Decíamos en en dicho artículo que la salida del closet se da a dos niveles: el nivel personal que significa aceptar uno mismo la realidad de nuestra homosexualidad y el nivel externo, es decir, reconocerlo abiertamente ante la familia, los amigos, la escuela, el trabajo y la sociedad en general. Para poder tener un poco más claro que que implica este proceso, te presento aquí el «Decálogo para salir del closet» elaborado originalmente por Ferry Sanderson en su libro ¿Entiendes o qué?, citado por Manuel Ángel Soriano en su texto La Juventud Homosexual y al que yo le hago algunos agregados o modificaciones.
Sí tú estás en el proceso de abrir tu homosexualidad a los demás y tienes duda o te sientes insegur@, leyendo los siguientes pasos es probable que te aclares más en la forma en que debes enfrentar la decisión y las actitudes más convenientes que debes adoptar en caso de que la reacción de los otros no sea la que esperas. Ojalá que te sirva de apoyo en este paso tan importante y conveniente que has decidido dar.
Atrévete a mirarte y a crecer
He conocido personas que les asusta la idea de ir a terapia pues tienen miedo de «conocerse realmente» , pues creen, que lo que van a encontrar no les gustará o no lo podrán soportar, como si existiera algo terrorífico en sí mismos.
La verdad, es que es un miedo infundado, pues, nunca habrá nada tan terrible, como para no poder aceptarlo.
Lo más probable es que, aquel que tiene el coraje de arriesgarse a realizar un viaje hacia su interior, descubrirá a su auténtico ser, lo que le permitirá sentirse más fuerte, más libre, más seguro, y con una existencia más ligera. En este artículo mostramos también, un ejemplo de todo lo que un paciente ha logrado durante su proceso de salir de una relación de pareja dañina a partir de reconocerse como una persona digna, merecedora de respeto y de ser también más consciente de sus necesidades más auténticas.