Muchas veces, ante una pérdida, los seres humanos se enfrentan a asuntos inconclusos con la persona que se ha marchado. Estos pueden representar aquellas cosas, positivas o negativas, que no se expresaron en vida, principalmente sentimientos como la culpa, el perdón, el enojo, la tristeza, el agradecimiento o el cariño. La terapia Gestalt ofrece diversas estrategias para poder cerrar dichos asuntos como pueden ser el uso de rituales, la escritura terapéutica, las visualizaciones y, quizás la más importante, la técnica de la silla vacía creada o, por lo menos popularizada, por el padre de la Gestalt Fritz Perls.
Categoría: Asuntos inconclusos
Diez pasos para sobrellevar las pérdidas
Aunque el dolor, la soledad y los trastornos que acompañan al duelo no tienen nada de anormal, Robert A. Neimeyer nos dice que hay síntomas indicativos durante el proceso que nos ayudan a identificar cuándo es necesario buscar apoyo profesional o el de alguna persona de nuestro entorno, que nos acompañe durante el proceso: médicos, guías espirituales, responsables de grupos de apoyo o profesionales de la salud mental.
Aunque cada persona debe tomar esta decisión libremente, debe plantearse seriamente pedir apoyo profesional si presenta alguno de los siguientes síntomas:
Recordando a mi padre: Miguel Martínez Villicaña.
Este escrito lo hice con la intención de realizar un homenaje a mi padre y también, con el deseo de transmitir como muchas veces la vida se encarga de darnos las lecciones que necesitamos. Aunque yo me sentía muy cercano a mi papá durante mis primeros años, llegó un momento en que nos separamos. Supongo que fue cuando me acercaba yo a la adolescencia y durante todo ese tiempo que coincidió también, con la etapa en la que asumí mi orientación sexual. A pesar de que mi padre era mayor y sin preparación, pudo llegar a comprenderme y a defenderme, incluso de mi madre, comprendiendo desde su corazón de padre que yo estaba sufriendo en medio de mi proceso. La vida, de una manera un tanto extraña, nos colocó en la circunstancia de volver a vivir bajo el mismo techo durante su último año de vida. Y, durante ese periodo, ambos tuvimos la oportunidad de cerrar todos nuestros asuntos inconclusos y despedirnos en armonía y en paz.
Tercer demonio del desarrollo: los asuntos inconclusos
El tercer demonio del desarrollo: Los asuntos inconclusos.
«Los asuntos inconclusos son básicamente producto de situaciones pasadas o conflictos intra-psíquicos no resueltos. Algunas manifestaciones de situaciones inconclusas son el resentimiento o la rabia no expresada a los padres, hermanos, pareja, y a otras personas significativas. Además, los asuntos inconclusos son consecuencia del amor no expresado, la culpabilidad no-resuelta, las acciones del pasado no-aceptadas, etc. La no resolución puede implicar otras personas o algunos aspectos de uno mismo. Cuando las personas no actúan adecuadamente para hacer un cierre, cuando no pueden olvidar las acciones que han ocurrido en el pasado, o cuando no aceptan las situaciones como son, entonces son incapaces de funcionar de forma sana y enérgica.» Celedonio Castaneda.
Primer demonio del desarrollo personal: Los introyectos
Los introyectos son aquellas ideas, creencias o valores que las personas se tragan sin masticar, ideas o creencias que se aprendieron a temprana edad y que provienen de una persona emocionalmente significativa para el infante: alguno de los padres, abuelos, tíos, profesores o cualquier otra persona a la que el niño consideraba una autoridad moral.
No todos los introyectos son nocivos para la persona, sin embargo, en terapia solemos desvelar los conceptos que le duelen al paciente y que ha interiorizado. Éstos son los que no están beneficiando el buen desarrollo.
Parte de la terapia Gestalt se dedica a localizar estos introyectos, de manera que el paciente pueda ver el mapa que lo ha guiado en su vida. Una vez tiene los patrones a la vista, puede observar cómo le han afectado y decidir si desea seguir aceptándolos o, por el contrario, quiere crear una nueva forma de vida.