Fantasías catastróficas y ensayos mentales

gestos-ansiedad-angustiaSeguramente te ha pasado que te pongas ansioso cuando sabes que tendrás que enfrentarte en un futuro próximo a una situación de estrés como: una reunión con tu jefe, una conversación pendiente con tu pareja, que un amigo o un ex que te manda un mensaje pidiéndote verte porque necesita aclarar algo contigo, una entrevista de trabajo o una participación en un congreso, o algo similar.

Y también, muy probablemente, has echado a volar tu imaginación tratando de construir la mejor estrategia para enfrentarte a dicha situación. Te pasas horas, días, semanas, dandole muchas vueltas y construyendo escenarios probables para saber cómo vas a reaccionar y qué vas a decir en cada uno de ellos.

Pero no creas que eres el único, descontando a los seres iluminados ¡todo mundo hacemos lo mismo! ¿Y por qué hacemos eso? Sencillamente porque eso nos da una sensación de podemos tener el control de la situación.

Pero tendríamos que preguntarnos si esto realmente sirve para algo. Desde mi experiencia puedo afirmar que sólo sirve para una cosa: para dejarnos más ansiosos, preocupados, temerosos e inseguros.

fantasías_cantastróficasPero, aunque nos demos cuenta de ello, no podemos parar, nos gana aún más la inseguridad y aunque nos repitamos mil veces “ya no voy a pensar más en esto” más tardamos en decirlo que en volver a empezar con nuestros ensayos mentales y a sentirnos cada vez más temerosos e inseguros. Es un circulo vicioso interminable.

No es que tengamos que ir con la mente totalmente en blanco a dicho encuentro, basta con que tengamos una idea clara del mensaje que le queremos transmitir, pero sin tener que elaborar todo el guión de la conversación simple y sencillamente porque eso es imposible, no tenemos manera de saber las respuestas ni las reacciones del otro hasta que lo tengamos frente.

También es factible que no sepamos el motivo de porque nuestro jefe, novia, amigo, etc. y puede resultar más cansado y peligroso tratar de «adivinar» el motivo o la razón por la cual quiere hablar con nosotros.  Por lo tanto, tenemos que encontrar la manera de detener ese flujo de fantasías que no son más que eso: producto de nuestra fértil imaginación.

¿Cuál es el antídoto para terminar con este círculo vicioso e inútil?

byronkatie1La autora Katie Byron en su libro Amar lo que es, nos explica que hay tres tipos de asuntos en la vida:

  • Los míos
  • Los de los otros.
  • Los de la vida o de dios.

Y también nos dice que, en los únicos asuntos en los que podemos tener alguna injerencia, son en los propios.  No podemos hacer nada con los asuntos de los otros ni con los asuntos de Dios. Por ejemplo, por más que  quiera que deje de llover, eso es un asunto de la naturaleza (Dios) y no voy a lograr hacer nada para evitarlo por más  que me empeñe, porque sencillamente, no es mi asunto.

Otro ejemplo: es asunto mío si corro el riesgo o no de  decirle a una persona que me gusta y que la quiero, que me encantaría que fuera mi pareja, pero el asunto de  aceptar o negarse a aceptar mi propuesta ya no lo es, eso es asunto de la otra persona y no puedo hacer nada al respecto. Si lo intento (a través de chantajes y manipulaciones, por ejemplo) empezaré a generar conflictos  por meterme en un asunto que no me pertenece.

Considero que es muy claro y revelador lo que  dice Katie Byron en su libro  y también, hasta cierto punto, tranquilizante. Si somos capaces de aprender a distinguir cuáles son nuestros asuntos y cuáles son los asuntos del otro y nos comprometemos a respetar la regla de  actuar sólo en los asuntos que realmente nos pertenecen,  gastaremos menos energía mental y nos sentiremos liberados al reconocer que no podemos controlar los asuntos que no sean de nuestra incumbencia.

asunto míoRecuerdo la primera vez que puse esta teoría a prueba (no olviden que no debemos aceptar nada a priori de nadie, es mejor experimentarlo uno mismo para ver si nos es útil una teoría o no).  Sucedió  en el Instituto donde trabajaba como profesor.  Una ocasión me ofrecieron dar la clase de supervisión a los alumnos del último año y  eso me generó mucha alegría porque yo deseaba dar esa materia desde mucho tiempo atrás,  pero, dos días antes de iniciar el curso, me llamó el coordinador y me dijo sin  darme explicaciones, que la directora había cambiado de opinión y que ya no daría  esa clase.

Yo me sentí muy mal. Me fui al parque a caminar, calmarme  y a tratar de reflexionar sobre qué podría hacer. Entonces recordé lo que acababa de leer en el libro de Amar lo que es sobre diferenciar entre mis asuntos y los asuntos de otros y enfocarme sólo en aquellos que eran realmente los míos dejando afuera los de los demás.

lleno de dudas e interrogantesDespués de reflexionar, determiné que mi asunto podría ser hablar con la directora y expresarle cómo me sentía por el hecho de que me quitara de la clase que me había ofrecido. El asunto de ella sería decidir lo que quisiera en relación de mantener su decisión de que yo no la diera o, con suerte, que me la volviera a asignar, pero yo no debía intentar influir en ella pues su decisión no era asunto mío, por más que afectara mis intereses.

Al día siguiente llegué a la recepción y le pedí hablar con la directora. Ella aceptó concederme unos minutos aclarando que estaba muy ocupada. Respiré profundo y entré enfocado en mantenerme sólo en mi asunto. Entre, ella me miró y, desde su asiento, me dijo:

– ¿Qué pasó, manito? – Yo la miré y decidí ir directo al grano:

– Sólo te quiero comentar que yo estaba muy contento con la idea de dar la clase de supervisión y que me da tristeza saber que has decidido asignársela a otro profesor.

jefa_y_empleado-Lo pensé bien – me respondió – y creo que todavía no es el momento para que tú la impartas.

– No sé porqué piensas eso, yo creo que sí estoy preparado.

Ella se limitó a levantar los hombros y yo continué diciéndole:

– Pero respeto tu decisión AUNQUE NO ESTÉ DE ACUERDO CONTIGO.

-Qué bueno, porque no voy a cambiarla.

– Sí, supuse que no lo harías desde que decidí venir, en realidad, lo único que quería es que conocieras mis sentimientos en relación a esto.

Ella me miró y me preguntó:

– De acuerdo. ¿Algo más que necesites decirme?

– No, eso era todo. Con permiso.

Dicho esto salí de su oficina. Ya afuera, respiré profundo y observé que estaba tranquilo, relajado, contento de haber expresado mis sentimientos. Me felicité por haber tomado la decisión de decir como me sentía pero, sobre todo, por haber respetado el acuerdo conmigo mismo de mantenerme tan sólo en el área de influencia de lo que era mi asunto.

Aprender a esperar sin intentar controlar el futuro

predecir el futuroOtra de las cosas importantes que aprendí en esta y otras experiencias similares fue la de aprender a no tratar de controlar el futuro y esperar a estar en la situación.

Por mucho que tratemos de plantear diversos escenarios posibles, es sencillamente imposible que los imaginemos a todos ellos. No sé cómo voy a reaccionar si la persona está seria o si está de buenas, si tiene prisa o si está tranquilo y mucho menos me puedo meter en su cabeza para conocer sus pensamientos. ¿Para qué entonces me van a servir tantas suposiciones si ninguna de ellas me consta que sea la realidad?

No podemos dar nada por hecho. No tenemos bolas de cristal, ni leemos la mente y, seguramente tampoco somos muy hábiles para hacer una “auto lectura” de nuestra mano para adivinar lo que va a ocurrir en cada situación. En conclusión hacer ensayos mentales es una pérdida de tiempo y, si nos convencemos de ello, debemos dejar de estarle haciendo caso a los pensamientos sobre el futuro y dejar de sufrir y estar ansiosos para aprender a confiar.

miedos_a_la_pareja¿De qué me sirve imaginar algo catastrófico cuando mi pareja me está preguntando a qué horas llegaré en la noche porque quiere decirme algo? Si yo empiezo a imaginar cosas a partir de ciertos elementos como su tono de voz pensando algo así como: “lo escuché serio, él nunca me habla con ese tono a menos que esté molesto” bastará con ello para que empiece toda una cascada de suposiciones:

  • “Probablemente se molestó porque no le compré el libro que me encargó”.
  • “O tal vez me va a reclamar por no haberle llamado cuando se lo prometí”
  • “No, yo creo que es algo más grave aún, si fuera eso no me hubiera llamado, se hubiera esperado a que llegara para decírmelo”.
  • “Si reflexiono bien en todo esto, tengo que reconocer que esto no es de hoy, él ya lleva varias semanas actuando de manera extraña, además ha estado muy distante desde que me vio mandando mensajes en el celular… seguro se está imaginando que ando con alguien más…”

¿Te suena conocido? Y esto es sólo el principio. La mente tiene una capacidad infinita para construir historias y escenarios posibles y muy pocas veces, aunque creamos que conocemos muy bien a las personas, dará en el clavo. Pensamos que es así, porque sólo ponemos atención las veces que acertamos, pero, si reconociéramos todas las ocasiones en las que nos equivocamos, nos daríamos cuenta de que no tenemos dicha capacidad de pronosticar el futuro.

Lo más seguro es que, cuando llegue a mi casa con diez o más guiones armados para enfrentar la situación con mi pareja resulte que lo que él quería, era darme una cena sorpresa, un regalo, o darme la buena noticia de que nos podremos ir de viaje pues consiguió que le dieran unos días en su trabajo.

Entonces me regresa el alma al cuerpo y vuelvo a respirar, pero el estrés que viví durante toda la tarde, me doy cuenta de que no me ha servido para nada y que me lo podría haber evitado si tan sólo me hubiera detenido desde el primer momento haciéndome consciente de que mi mente estaba empezando a armar grandes historias como cuando me dedicaba a escribir telenovelas en televisa.

leer_el_pensamientoConclusión

En conclusión, lo que yo les recomiendo a todos mis lectores es que cuando se vayan a enfrentar a una situación incierta, traten de mantener la calma, de meditar, de relajarse pero eviten a toda costa empezar con el conocido hábito de construir historias, panoramas probables o ensayos mentales de cómo enfrentar la situación.

Lo más recomendable es ESPERAR A ESTAR EN LA SITUACIÓN. Con la información real que encuentren en el momento presente, deben confiar que encontrarán, en ese momento y no en otro, las mejores respuestas y soluciones para enfrentarla y salir bien librados. La ventaja de hacer esto, es que se ahorrarán mucha energía mental y emocional, ansiedad y mucho estrés que, al final, todo esto sirve de muy poco o de nada cuando no tenemos los elementos suficientes para saber cuál es la mejor manera de responder hasta estar en ello, por mucho que esto nos pueda llegar a angustiar.

Tampoco olviden el consejo de Katie Byron, encárgate de atender sólo tus asuntos y dejar en paz los asuntos de los demás. Créeme, de esa manera te ahorrarás también mucho sufrimiento inútil y te sentirás más tranquilo y en paz.

mejor_no_adivinar

 

 

Tesoro febrero1

3 comentarios

  1. Generalmente nos estamos preocupando por lo que piensen los demás y no pensamos en nosotros, y ciertamente tenemos la manía de crear escenarios mentales, que solo nos dañan o causan estrés. Por eso voy a conseguir el libro de Katie Byron, pues me gustaría aprender más sobre el tema. Gracias por compartir sus reflexiones con sus seguidores, pues me encantan. Saludos y Buenas noches.

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    1. Gracias, Irma , por tu comentario. Si vives en México puedes conseguir el libro fácilmente en cualquier librería. Lo mas importante es practicar mucho «el trabajo» que la autora propone non los pensamientos. Yo he dado el taller en varias ocasiones y el resultado es sorprenderte.
      Saludos cordiales.

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