Cuando los hijos se van: síndrome del nido vacío

nido vacío

Es un hecho, por mucho que los padres quieran prepararse emocionalmente para la partida de un hijo o de una hija, siempre enfrentarán la crisis del nido vacío. Esto no es algo extraordinario, si no algo completamente natural. Si han estado cuidándolos, educándolos, fomentándoles valores y principios durante aproximadamente 16 o 20 años, no podemos pretender que dejen de sentir el duelo por la partida de los jóvenes que han decidido hacer su vida independizándose ya sea yéndose a vivir a su propio piso ellos solos (si cuentan con las posibilidades) o con amigos,  o bien montando un departamento con la persona de quien están enamorados.

«En determinado momento de nuestras vidas, nos damos cuenta de que nuestros hijos crecieron, y han tomado la decisión de emprender un nuevo camino de independencia. Si bien, esto forma parte de la vida, muchas veces los padres se sienten abandonados y tristes. El síndrome del nido vacío, hace referencia a esta situación, se trata de un sentimiento de soledad generado por la ida de uno o varios hijos del hogar. Esta situación hace que los padres se dejen de sentir importantes para sus hijos y se sientan irritables y angustiados.»

salud.uncomo.com

images-10También sucede cuando se van a estudiar al extranjero porque han obtenido o una beca o porque han conseguido un trabajo atractivo en otra ciudad. En fin, las causas pueden ser muy variadas, pero eso es lo que menos importa, lo verdaderamente significativo es que es un hecho duro tanto para los hijos como para los padres, pero, muchas veces, más para los segundos que sienten dolor al ver partir a sus amados hijos, por los que han renunciado a tantas cosas, y por quienes han vivido tantos sacrificios.

En una ocasión una mujer expresó en un grupo que estaba muy enojada consigo misma pues, toda su vida, había educado a sus hijos para que fueran independientes y a la hora de la verdad, cuando ellos se marchaban, ella se sentía no sólo triste y sola, sino incluso enojada por su partida.

Lo que yo le retroalimente a esta madre es que independientemente de que los padres eduquen a sus hijos para que sean independientes y les den herramientas para tener un fuerte auto apoyo y ser personas autónomas, inevitablemente tienen que enfrentarse al duelo por su partida. Muere una época en la relación de los padres con sus hijos, llega a su fin la etapa en que ellos, los padres, fueron los responsables de los chicos y ahora llega el momento de dejarlos volar y confiar en que, todo aquello que les inculcaron, les será suficiente para empezar su nuevo camino como jóvenes adultos. Tal y como sucede con los pajarillos cuando están listos para volar y sus padres los empujan del nido para que aprendan a hacerlo.

Muchas veces los padres y las madres creen que sus hijos «nunca» estarán lo suficientemente preparados para enfrentar por sí mismos los desafíos de la vida o tomar sus propias decisiones sin cometer errores y por lo mismo sufrir las consecuencias y, sin embargo, saben que deben dejarlos irse, equivocarse y aprender de sus errores, pues es la mejor manera (sino es que la única), para realmente madurar.

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Por mucho que duela, los padres tienen la responsabilidad de animar a sus hijos a utilizar sus propias alas, es decir, sus herramientas y capacidades personales y, al mismo tiempo, deben ser conscientes de su dolor por la pérdida o muerte de todo un ciclo con sus hijos, teniendo, además, el cuidado de no caer en la victimez o en la manipulación para retrasar el periodo en el que los chicos deciden empezar a vivir su propia vida. Los padres pueden ser honestos y expresar sus sentimientos de dolor y de tristeza, pero deben ser cuidadosos y responsables para no ser chantajistas, pues los hijos no son tontos y lo detectan con facilidad.

Muchos padres y madres suelen mostrarse como seres vulnerables y hacen sentir a sus hijos que sin ellos a su lado no vale la pena seguir adelante. Esa es una actitud irresponsable, pues, lo que buscan, es generar culpa en los jóvenes para que estos desistan de su idea y retenerlos para no tener que sentir la ansiedad, el dolor, la tristeza y la incertidumbre de lo que será de sus vidas ahora que los chicos se han marchado de su lado.

Es responsabilidad de los hijos emprender el vuelo y resolver sus vidas con sus propios recursos y apoyos ambientales que vayan logrando por sí mismos. Es responsabilidad de los padres encontrar las maneras de darle un nuevo sentido a sus vidas sin la presencia en casa de los chicos pues ya no serán ellos el centro de su vida.

mujer_en_ventana_tristeSi hasta este momento los padres y las madres le han dado todo el sentido a sus vidas la crianza de sus hijos, ahora deberán retomar el camino sin ellos a su lado y buscar nuevos incentivos para sí mismos como: reencontrarse con su pareja; viajar; generar vínculos fuertes con otras personas; realizar acciones altruistas; inscribirse a clubes, talleres, deportivos; cuidar de su salud, su mente y su espíritu; estudiar una nueva carrera o una especialización; iniciar un nuevo negocio, etc. Esto por poner tan sólo algunos ejemplos de cosas en las que pueden enfocarse una vez que sus hijos se han marchado, pero, de acuerdo a diversos puntos de vista de especialistas, lo que más puede funcionar en buscar la manera de hacer alguna labor altruista. La ayuda o servicio a otros seres más vulnerables que ellos es lo que puede dar un nuevo sentido de vida que llene en gran medida la ausencia de sus hijos.

El sentido de vida debe buscarse dentro de la propia persona, no fuera, porque cuando se pone en el exterior, siempre estaremos a expensas de algo ajeno a nosotros nos desestabilice si se acaba o si se aleja.

madre e hijoTambién hay que dejar claro que la relación con los hijos no se pierde, tan sólo se transforma, es decir, toma un carácter diferente. Si antes era la relación de un padre adulto con un niño o un chico, ahora es la relación de un padre y un hijo adultos, donde hay una mayor diferenciación, es decir, donde los jóvenes tienen el derecho de ser DIFERENTES A SUS PADRES, tener su propia manera de pensar, sentir, actuar, sus propias creencias y valores y la libertad de tomar sus propias decisiones aunque sus padres estén totalmente en desacuerdo porque eso es, precisamente, lo que significa volverse adulto. No seguir dependiendo de los padres para tomar decisiones y cometer sus propios errores, los que les llevarán a ir aprendiendo de la vida y a seguir madurando.

La vida siempre está en constante movimiento, por ello, en cada etapa tendremos que encontrar un nuevo sentido a nuestra existencia. El sentido, como la vida, siempre se transforma.

A continuación les comparto un texto que encontré en internet y que me parece un buen reflejo del tema del que estamos hablando. Espero les guste y les permita generar mayor consciencia respecto a este tema.

LOS HIJOS SE VAN

terapia gestalt adolescentes y adultosHay que aceptarlos con esa condición, hay que criarlos con esa idea, hay que asumir esa realidad.
No es que se van… es que la vida se los lleva.
Ya no eres su centro.
Ya no eres propietario, eres consejero.
No diriges, aceptas. 
No mandas, acompañas.
No proyectas, respetas.
Ya necesitan otro amor, otro nido y otras perspectivas.
Ya les crecieron alas y quieren volar.
Ya les crecieron raíces y maduraron por dentro.
Ya les pasó las borrascas de la adolescencia y tomaron el timón.
Ya miraron de frente la vida y sintieron el llamado para vivirla por su cuenta.
Ya saben que son capaces de las mayores aventuras y de la más completa realización.
Ya buscarán un amor que los respete, que quiera compartir sin temores ni angustias las altas y las bajas en el camino, que les endulce el recorrido y los ayude en el fin que quieren conseguir.
Y si esa primera experiencia fue equivocada, tendrán sabiduría y las fuerzas para soltarla, así, otro amor les llegará para compartir sus vidas en armonía.
Tienen un camino y quieren explorarlo, lo importante es que sepan desandarlo, tienen alas y quieren abrirlas.
Lo importante es el corazón sensible, la libertad asumida y la pasión a flor de piel.
Tú quedas adentro. En el cimiento de su edificio, en la raíz de su árbol, en la corteza de su estructura, en lo profundo de su corazón. Tú quedas atrás. En el beso que les mandas. En la oración que los sigue. Tú quedas siempre en su interior, aunque cambies de lugar.
 
Tomado de: Coaching Magazine
 

¿Cómo enfrentarse al dolor por la partida de los hijos?

Instrucciones

Aceptar la nueva realidad. Mientras no des el paso de aceptar que las cosas han cambiado con tu hijo o hija y que nunca volverá a ser igual que antes, no llegarás a ningún lado. Aunque duela, reconoce tu dolor, no te juzgues,  identifica cuales son las sensaciones corporales por los sentimientos que te genera la partida de tu hijo y, por último, reconoce que tú no eres ese sentimiento, que estás por encima de él.
Nueva perspectiva de la situación. Debes pensar en aquellos aspectos que aportan a tu bienestar. Muchas veces el relacionamiento con los hijos mejora cuando éstos ya no están en casa. Otro aspecto es el tiempo con el que ahora cuentas para dedicarlo a proyectos nuevos. Recuerda que, invariablemente, siempre que enfrentamos una pérdida, ganamos algo. Descubre cuál es la ganancia de que tu hija o hijo se haya ido de casa (y no te sientas culpable por reconocerlo).
Refuerza tu pareja. Cuando tenemos hijos, muchas veces la pareja queda a un lado. Éste es el momento de reforzar tu pareja y de realizar aquellas actividades que habías postergado. Esta es una nueva etapa de la vida que debes disfrutar en su totalidad.
Responsabilízate de ti mismo o misma.  Si no tienes una pareja y estás sola o solo, tampoco es el fin del mundo ¿cierto? si te has abandonado, si has dejado todo, incluso a ti mismo, por tu hijo o tu hija, es el momento de empezar a responsabilizarte de ti mismo como hasta ahora lo habías hecho con ellos.  Tú eres lo más importante en tu vida. Tus hijos se han marchado, ellos verán por sí mismos y por sus propios hijos, ahora te toca a ti asumir la responsabilidad de tu persona.
Habla del tema. Poner en palabras tus sentimientos, es el primer paso para mejorar. En ocasiones, compartir este sentimiento con nuestros seres queridos nos permite darnos cuenta de que podemos superar esta situación.
Fomenta nuevas relaciones. Tal vez te has encerrado tanto en la vida familiar y en la relación con tus hijos, que te has olvidado de fomentar las relaciones sociales con otros y te has aislado al máximo. Ahora es tu responsabilidad buscar nuevas amistades y, si eres soltero, incluso tratar de volver a creer en el amor.  No te quedes solo o sola en casa, lamentándote de que tus hijos ya no te llamen, no te inviten a comer o a ir al cine. No es obligación de ellos, es asunto tuyo encontrar nuevos contactos personales que te alimenten la existencia. Al principio te parecerá muy duro, difícil o incluso imposible, pero recuerda aquello de que «el que persevera alcanza». No te rindas y sigue buscando hasta que encuentres a la persona o personas que le pueden dar un nuevo sentido a tu vida.
Actividades placenteras. A lo largo de la vida, las personas siempre sienten el deseo de realizar determinadas actividades que les generan placer, pero las exigencias diarias, en ocasiones, hacen que éstas se vean postergadas. Haz una lista de todas aquellas actividades que te gusten y ponte en marcha para comenzar a hacerlas.
Practica ejercicio. El ejercicio físico es una excelente manera para alimentar tu cuerpo y tus pensamientos y te ayudará a ver las cosas de manera más positiva. Procura salir a caminar diariamente  por lo menos media hora. Eso te ayudará a sentirte mejor. Mientras lo haces, no te claves con los pensamientos negativos, por el contrario, trata de tener tu mente en blanco o bien, ponerte en contacto con todo lo que percibes a tu alrededor.
Cuidado personal. No te abandones ni te resignes a tu suerte. Debes procurar un adecuado cuidado personal, hoy tienes tiempo para hacerlo. Es importante que vuelvas a adoptar el rol de mujer o de hombre, además del de madre o padre. Tu persona no se resigna sólo a eso, eres mucho más que padre, eres hermano, hijo, amigo, colega, maestro, alumno… todo lo que tú desees ser.
Alimenta la independencia. Es importante que tus hijos sepan que tú los apoyas en este nuevo proyecto. Evita invadir su nuevo hogar o su vida con visitas o llamadas continuas. Debes dejarlos crecer, acompañarlos y disfrutar con ellos esta nueva etapa de la vida… aunque a ti te duela, hazlo por amor.
Adquirir una mascota. Si no tienes pareja con quien compartir este momento de crisis y sientes que la casa se te viene encima sin tus hijos, puedes comprar una mascota. Ellos serán una gran compañía.
Enriquece la relación con tu hijo o hija. A medida que pasa el tiempo, la relación con tu hijo cambiará positivamente. La madurez de ambos fomentará otro tipo de comunicación más rica. Nunca dejaras tu rol de madre o padre y tus hijos estará ahí para ti mientras ellos sientan tu respeto y tu apoyo. Las mejores relaciones son las recíprocas, las equilibradas, donde ambas partes ganan y se apoyan.
Si predominan síntomas de tristeza y depresión, consulta con un profesional de la salud para que te indique el tratamiento a seguir y determinar si realmente tienes el síndrome del nido vacío.

Espero que esta lectura te haya sido de utilidad. Por favor, no te vayas sin antes darle una calificación al artículo. Saludos y hasta la próxima.

Nota: este artículo se actualizó el lunes 20 de enero del 2020.

14 comentarios

  1. Hola gracias por este artículo leerlo me a ayudado mucho tengo dos hijas en el colegio si dios quiere una gradúa este año y la otra el próximo este fin de semana fui a ver a mi grande princesa me dolió muchísimo dejarla todo el camino venía llorando sentía un dolor punzante que quebrantaba mi alma y apesar de que an pasado casi cuatro años no dejo de sentir ese vacío se que nuestro trabajo como padres es formarlas para que vuelen con alas propias no fue fácil verlas emprender el vuelo un pedazo de mi vida se fue con ellas dejando un gran vacío en mi corazón gracias a dios tenemos una muy bonita comunicación con ellas y somos muy unidos cuando ellas se fueron empeze a vivir otra etapa de mi vida con mi esposo ahora tememos más tiempo para nosotros me gusta hacer ejercicio voy al gimnasio también todos los días corro 9 millas es una de las cosas que más disfruto hacer pero sigo extrañándolas me hacen mucha falta ellas son la bendición más grande que dios me ha dado y mi mayor tesoro .

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    1. Hola Laura, muchas gracias por tu comentario tan sincero. Efectivamente, no siempre es fácil soltar, sobre todo tratándose de los seres queridos. Sin embargo, no hay opción, es la ley de la vida que todo es impermanente, todo es temporal, prestado, todo se acaba. Decir adiós a los hijos y otros seres queridos es una especie de «ensayo» pues algún día tendremos que decirle adiós a la vida también. Por eso, amar es para valientes, pues no todo mundo tiene la capacidad de soportar el dolor de que se alejen los seres que amamos.
      Un abrazo y felicidades por tu consciencia y madurez en relación a dejar ir a tus hijas pese al dolor que eso te significa, sabiendo que es lo correcto y que ellas deben apropiarse de su propio destino dejándote a ti y a tu pareja la libertad para retomar su vida de matrimonio y sus cosas personales también.

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  2. Muy buen texto, al leerlo me ha calmado sobre todo que ya llevo muchos años con depresión por mis tres hijos que fueron partiendo uno tras otro y como broche de oro mi última hija con mis dos nietas, eso ha sido lo más difícil de superar. Gracias por compartir.

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    1. ¿Por qué no ha hecho nada por resolver su depresión? Un duelo no puede durar tanto. Por lo visto ya es una cuestión patológica que debería trabajar con un profesional para terminar de cerrar su duelo y poner su mirada en usted misma y en aquello que le de sentido a su vida.

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  3. gracias por este artículo, porque cuando mi hija nos visita una vez al mes , o en vacaciones siento como que cada vez la extraño tanto, y me cuesta un par de días recuperarme de la pena y de mi angustia, estoy muy feliz de su gran trabajo ella mucho mejor , pero mi angustia la preocupa y ella tambien se va con mucha pena. Volvi a trabajar, estoy en gimnacia , pero los fines de semana su dormitorio me oprime el corazon , bueno antes era terrible , ahora un poco menos, pido adios me de la tranquilidad y con mi esposo vivir sin pena , mi única hijita me llama mañana y tarde feliz y yo también, solo cuando nos viene a ver, quedo llorando por dentro sin consuelo. El médico me dice es normal. Recien cumplió un año en su nuevo hogar y está a 500 kilómetros lejos de nosotros, pero yo se que Dios me dará las fuerzas para aceptar esta nueva vida.

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    1. Yo creo que si amas a tu hija tratarás de ser feliz sin ella y encontrar otras cosas que le den sentido a tu vida. Con tu tristeza la estás afectando y estás, muy probablemente, haciendo que ella te siga cargando allá donde está. Dice Hellinger que la manera en que los hijos pagan a los padres todo lo que hicieron con ellos es siendo más felices que ellos, no caegándolos de por vida. Es hora de que dejes libre a tu hija. Que honres su vida y honres su destino y que tú hagas lo mismo.

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  4. Hola Fer, quiero compartirte lo que yo pasé: mi hijo mayor siempre ha sido precoz y en la primaria le diagnosticaron deficit de atención y estuvo en terapia un tiempo, todo eso me ayudo a ponerme las pilas para prepararme y estar un paso más adelante para saber «que hacer» Ahora que crecio, me puse a leer sobre éste tema y me ayudó mucho y «me terapee» a mi misma jeje mejor dicho, comencea hacerme a la idea y a pensar: ya creio y es hora de dejar el nido. Curiosamente, no llore, ni sufri su partida, al contrario, me dio mucho gusto verlo tan contento e ilusionado por su depa y la uni, confieso que los primeros dias le mandaba mensajitos diarios para saber si ya habia comido, si esta bien, si no necesitaba nada, pero despues entendí que no lo estaba soltando del todo y deje de hacerlo, ahora los fines de semana que viene a casa, me pone muy contenta y cuando él se abre para platicarme como le fue en la semana, hasta dejo de hacer lo que estaba haciendo jeje, para ponerle toda mi atención, lo disfruto mucho. Por el momento, me meti a estudiar la prepa (no la termine) tengo otro hijo que esta en prepa y no tarda en emprender el vuelo también, asi que, me estoy ocupando de mí y platicando un poco mas con mi pareja, ya que me aburria en las tardes, y pues, ya encarrerada chance y siga una licenciatura 😉

    Por cierto, todo lo que publicas tiene muchos tips que podemos seguir para superarlo y no dejar que la depre nos gane, gracias y Saludos !!

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  5. Gracias! Leer esto me ha aliviado muchísimo el dolor. Si bien realizo muchas actividades. El llegar a casa y ver su habitación vacía. El no escuchar su voz pidiéndome que le haga la comida……pero tengo que saber y se que sabe cocinarse solo y muchas otras cosas más!! Y está feliz!

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  6. hace 1 mes que tengo éste artículo en mi correo, y no me animaba a leerlo, Hoy mi hija me dijo que están buscando departamento con su novio para mudarse, y entonces recurrí a él, todo muy real, y me sirvió de mucho Gracias por compartirlo

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    1. Gracias por compartir tu sentimiento, Rosi. Me da gusto que te haya sido de alguna utilidad. Hay libros en relación a esto, desgraciadamente en este momento no cuento con ninguna referencia, pero tú podrías buscar en Google y leer alguno de ellos para tener más información de cómo enfrentar esta situación que vives en relación a tu hija y su partida de casa.
      Saludos.

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  7. Estupendo tema, muy bien explicado.
    No es nada fácil aceptar el vuelo de los hijos, debo decir que es muy gratificante ver como
    van encontrando su camino lejos de sus padres.
    Para eso los criamos para ser independientes, lo mejor es darnos cuenta que nosotros los padres les dimos las herramientas para ser libres.
    UN GRAN SALUDO

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