En la vorágine de la vida moderna, a menudo nos encontramos navegando un mar de emociones complejas: la ansiedad que aprieta el pecho, la tristeza que nubla el alma, el peso del duelo o los miedos que nos paralizan. ¿Y si te dijera que existe una herramienta sencilla, accesible y profundamente poderosa para enfrentar estos desafíos? Se llama escritura reflexiva, o «journaling», y es mucho más que llevar un diario. En esta publicación encontrarás un cuento que he creado con la ayuda de la I.A para enseñar a niños, adolescentes y adultos a utilizar la utilización de la escritura para lograr la gestión emocional, la reflexión y el crecimiento personal.
