El verdadero éxito, vivir a partir de tus valores

Qué significa la palabra «éxito»

Muchas personas cuando piensan en la palabra éxito, lo que entienden es lo que nuestra cultura se ha encargado de promover: una consecución de objetivos: prestigio, estatus, salud, fama, popularidad, riqueza, respeto. También lo asocian con ser dueños de un negocio, de una gran mansión, un auto de lujo, un algo puesto en una compañía internacional y, por su puesto, un gran sueldo…

Éxito (Definición del Diccionario de la Lengua Española)
Del lat. exĭtus ‘salida’.
1.m. Resultado feliz de un negocio, actuación, etc.

2.m. Buena aceptación que tiene alguien o algo.

3.m. p. us. Fin o terminación de un negocio o asunto.
Nota: Como podemos ver, en la definición del DLE está relacionada justo con la idea clásica del éxito como un fin y en ninguna de ellas como proceso.

Cuando alguien logra obtener una o varias de estas cuestiones lo más normal es que se le considere una persona con éxito. Pero, como nos dice Russ Harris autor del libro Cuestión de confianza y de varios más, si asumimos esa noción popular de lo que es el éxito, entramos de lleno en una vida «centrada en objetivos» en la quedaremos atrapados en una existencia de lucha por alcanzar nuevas metas sin alcanzar nunca una verdadera satisfacción.
Siempre tendremos que estar esforzándonos por conseguir más: ser más ricos, tener una casa más amplia y lujosa, un mejor auto, un cuerpo mejor formado o más sano, mayor estatus, fama, respeto, una pareja más atractiva, un mayor grado universitario… Y la ilusión siempre será la misma: «cuando logre esa meta, habré alcanzado el éxito y me sentiré realizado».
Harris nos advierte de al menos tres problemas asociados al hecho de relacionar el éxito tan sólo con metas materiales:

Metas materiales vacías de valores
  • Lo primero es que la vida no ofrece ninguna garantía de lograr dichas metas o que se genere mucha frustración y decepción si están muy lejanas.
    • En segundo lugar, aun en el caso de que se logren no van a proporcionar una felicidad duradera, sólo brindarán un corto momento de placer, satisfacción o alegría, antes de empezar a sentir que es necesario establecer un nuevo objetivo pues lo que se ha logrado ya no parece suficiente.
  • En tercer lugar, esta forma de concebir el éxito nos somete a una presión muy grande al sentir una constante necesidad de mantenerla.

El concepto popular de éxito y la baja autoestima

Nuestra cultura materialista nos plantea que, en la medida en que consigamos nuestros objetivos propuestos seremos considerados como personas de éxito, seres triunfadores, realizados, pero en cuanto no lo logremos, corremos el riesgo de ser vistos como unos perdedores. Este concepto popular del éxito es lo que genera el típico problema de la baja autoestima.

No lograr las metas ni ser triunfador me arrebata mi autoestima

La baja autoestima está muy presente entre los profesionales altamente cotizados. Estos individuos vistos como ganadores logran construir una imagen muy positiva de sí mismos basada en sus resultados y, mientras dichos resultados son positivos, su autoestima se mantiene muy alta, pero, en cuanto los resultados dejan de ser extraordinarios, su autoestima se viene abajo abandonando su estatus y pasando de triunfadores a fracasados.

Mientras nuestra existencia se rija por esta definición de éxito, viviremos condenados a una permanente zozobra y estrés. Por eso, este experto bienestar emocional  nos exhorta a pensar en un tipo totalmente diferente de éxito, el cual consiste en:

Vivir de acuerdo con nuestros valores

Y nos asegura que esta forma de entender al éxito permitirá que nuestra vida se vuelva mucho más sencilla, satisfactoria y alegre, porque en cualquier momento podemos actuar de acuerdo con nuestros valores, lo que nos permitirá tener un éxito instantáneo.

Metas a largo plazo

Este concepto de éxito será especialmente útil si nuestros objetivos y metas son a largo plazo porque no necesitamos esperar hasta conseguirlos (como en el tipo de éxito al que estamos acostumbrados a escuchar); podemos lograr el éxito en el aquí y el  ahora si aprendemos a vivir de acuerdo con tus propios valores.

Vivir con valores para lograr el verdadero éxito

Pongamos un ejemplo para mostrar la diferencia entre los dos tipos de éxito, el tradicional basado en metas y objetivos y el fundamentado en valores: En el supuesto caso de que ya no te gustara lo que haces y  quieras cambiar de carrera convirtiéndote, por ejemplo, en psicoterapeuta, necesitarías aproximadamente cuatro o cinco años para alcanzar esa meta.  Pero si reflexionas sobre cual es la intención y el valor central detrás de dicho objetivo y descubres que lo que te mueve de fondo es  ser útil y ayudar a otros, podrás actuar con éxito de acuerdo con ese valor todos los días y durante toda la vida; aun cuando no lograras tu plan de convertirte en terapeuta, siempre podrías ser útil y ayudar a los demás de muchas maneras; por lo tanto podrás ser una persona de éxito y sentirte exitoso aún sin llegar a ser terapeuta, porque estás haciendo lo que te gusta, lo que te hace feliz, sin obligación imperiosa, para poder sentirte exitosa, de una profesión específica.

En todo lo que hago puedo aplicar mis valores y, por lo tanto, ser una persona exitosa

Martin Luther King no tuvo éxito en el sentido que lo marca nuestra cultura, porque no logró el objetivo de lograr la igualdad de derechos para la gente de todas las razas. Sin embargo, luchó por algo en función de lo que vivía: sus valores. Cuando vivir de acuerdo con los propios valores se convierte en la definición del éxito, entonces resulta que podemos tener éxito ahora mismo. Todo lo que tenemos que hacer es eso: actuar de acuerdo nuestros valores.

«No trates de ser una persona de éxito; procura más bien ser una persona de valores».

Albert Einstein

«Estoy deseando llevar a cabo una gran tarea, pero mi deber principal es realizar tareas pequeñas como si fueran grandes y nobles».

Helen Keller

La próxima vez que tu mente empiece a martirizarte por no tener bastante éxito, pregúntate a ti mismo:
¿Qué pequeña cosa podría hacer ahora mismo que fuera coherente con mis valores?
Y entonces hazlo y siéntete exitoso.

VIAJE Y DESTINO

El verdadero éxito consiste en vivir de acuerdo con los propios valores.

¿Por qué no apreciar cada momento del viaje, en lugar de centrarse únicamente en el destino? Dicho en otras palabras: valorar y disfrutar el proceso y no sólo en el resultado. Proceso es la manera de actuar para conseguir algo y resultado es lo que se obtiene con lo que se hace. Si queremos rendir al máximo y obtener la máxima satisfacción en lo que hacemos, además de desarrollar una verdadera confianza, necesitamos comprometernos e implicarnos completamente con el proceso y olvidarnos del resultado.

No debemos olvidar que eso no significa renunciar a la meta, sólo significa cambiar de perspectiva, enfocarse en cada paso del camino y hacerlo lo mejor posible.

Si una persona quiere, por ejemplo, escribir una novela, pero está demasiado preocupada por la meta de terminarla y que sea un éxito, lo más probable es que viva el proceso con mucho estrés y exigencia, que surjan dudas y preocupaciones o, incluso, que termine perdiendo la motivación y que no llegue muy lejos renunciando a su intento, sintiéndose frustrada y lamentando su fracaso.

Por otro lado, si esta persona cambia de actitud y logra olvidarse de la meta de terminar su historia y  se enfoca en el proceso creativo de elaborarla y en las razones por las cuales este proyecto es valioso para ella: le ayuda a aprender nuevas habilidades, formas de expresión y de comunicación, desarrollar su creatividad y su talento, fortalecer habilidades, compartir con otros su vida o la vida de sus personajes por poner algunos ejemplos  es más probable que cuanto más logre implicarse en el proceso distanciándose del resultado, más gratificante sea la experiencia y eso, paradójicamente, le ayude más a lograr un mejor resultado con su obra. Pero aún en el caso de que no encontrara una editorial interesada en publicarla, eso no sería tan importante y ella de todas maneras podría sentirse exitosa por los logros alcanzados a través del proceso de creación de su novela.

No te obsesiones con el resultado; apasiónate por el proceso

Los alpinistas

Arturo y Joaquín son dos alpinistas con experiencia; los dos son buenos y tienen muchas habilidades alcanzadas a partir de su larga experiencia, pero con una diferencia importante en cuanto a su actitud: Arturo está centrado por completo en la meta y lo único que le importa es alcanzar la cima de la montaña. Está tan concentrado en su objetivo que apenas se permite realizar algunas paradas para descansar, presionándose por continuar su camino lo más pronto posible. Mientras escala, apenas experimenta alegría o satisfacción porque siempre está bajo la exigencia de alcanzar su objetivo. Seguramente, cuando por fin lograra llegar a la cumbre, lo más probable sería que se él se sintiera alegre por unos instantes por haberlo logrado. Viviría un breve instante de gloria, pero sólo eso, porque en cuanto recuperara un poco de energías ya estaría pensando en su nueva meta: realizar el descenso y, por supuesto, también sin “pérdidas de tiempo” disfrutando un poco del proceso.
Por el otro lado la forma de realizar esta experiencia por parte de Joaquín sería muy diferente ya que él está centrado en cosas valiosas. Joaquín tiene el mismo objetivo que Arturo que es llegar a la cima, sin embargo, él está mucho más en contacto con los valores detrás de su meta, como podrían ser: seguir desarrollando sus habilidades de alpinista, disfrutar el contacto con la naturaleza, fortalecer su entereza, su coraje, su determinación, si disciplina y el compromiso consigo mismo, enfrentar nuevos retos y desafíos que le permitan crecer, vivir la aventura… por lo tanto, mientras va en ascenso, va gozando y valorando cada paso y cada momento. No está pensando constantemente en la cima ni se deja presionar por el deseo de llegar; él vive el presente y, en cada punto en el que se encuentra, se siente implicado plenamente con la experiencia y comprometido con sus valores. Cuando alcanza la cima, se llena de júbilo: la vista es impresionante, se siente completo, integrado con todo, está feliz por todo lo que significa la experiencia que ha vivido y pleno por haber disfrutado de cada paso del proceso.

Un ejemplo con los dos tipos de éxito, uno basado en la meta y el segundo en los valores.

Ahora, imaginemos otro panorama posible:  que el tiempo empeora y que ni Arturo ni Joaquín pueden seguir adelante ni alcanzar la cima y que se ven obligados a regresar. Ambos, seguramente, estarían decepcionados por no conseguir su propósito. Pero, muy probablemente, Joaquín se las arreglaría mucho mejor que Arturo, ya que él habría  descubierto que la escalada es disfrutable en sí misma; por haber aprovechado la oportunidad de desarrollar sus habilidades, por haber podido explorar y aventurarse, por ponerse a prueba  y por disfrutar de ser uno con la naturaleza. Aún cuando las cosas no salieran del todo como se esperaba, Joaquín  consideraría la experiencia como un éxito en muchos sentidos y no se arrepentiría de haberla llevado a cabo.

Arturo, por el contrario,  seguramente tendría una experiencia muy distinta, se sentiría frustrado, insatisfecho, enojado con él, con la montaña, con el clima o con todo.   Viviría su experiencia como un fracaso por el simple hecho de que no ha logrado su objetivo de alcanzar la cima que era lo único que a él le importaba pues ni siquiera se tomó el tiempo de pensar en otras cosas importantes dentro de la experiencia de escalar la montaña. Este ejemplo nos muestra claramente la diferencia entre:

una vida centrada en valores y una vida centrada en objetivos.

Gracias mente.

Joaquín consigue alcanzar sus objetivos y valorar cada paso del camino. Y aun cuando no alcance su meta, aún puede sentir una enorme satisfacción en el hecho de vivir de acuerdo con sus valores. Por su lado, Arturo, vive en un estado de presión autoimpuesta y de frustración constante. Todo está en función de sus objetivos, y no encuentra satisfacción a menos que los satisfaga. Y, aunque consiga sus metas y objetivos, tan sólo experimenta un breve momento de alegría, para inmediatamente volver a sentir la presión y la posible frustración.

El reto: vivir de acuerdo a mis valores para ser exitoso ahora mismo.

Obviamente, hay personas que se las arreglan para conseguir muchas cosas con este enfoque extremo en objetivos; pero el coste suele ser muy alto en términos de estrés, insatisfacción, agotamiento psíquico y trastornos emocionales.

Los valores son algo maravilloso porque nos proporcionan la manera de obtener un éxito inmediato a diferencia de los objetivos que, con mucha frecuencia nos conducen, más que al éxito, a la desilusión , la frustración  y el fracaso .

Fuente: “Cuestión de Confianza, del miedo a la libertad”. Autor: Russ Harris. Editorial Sal Terrae.

4 comentarios

  1. Muchas gracias por este artículo, realmente muy interesante y nutritivo. Gracias a Dios, desde hace unos meses estoy centrado en el proceso de mi vida. Me ha costado casi 50 años encontrar «mi camino de vida»… Y ahora me siento feliz en mi camino, en mi proceso. Muchas gracias Fernando por este precioso y motivador artículo que me va a ayudar a «ajustar y mejorar» algunos retoques de mi vida todavía muy centrados en objetivos y no en el proceso. Un abrazo molt fort Fernando y que tengas un feliz día!

    Me gusta

    1. Hola Benigno. Me da mucho gusto que te haya gustado el artículo. Para mí también fue todo un descubrimiento esta diferencia entre un éxito basado en objetivos y un basado en valores. Significó una reducción importante de estrés, ansiedad y frustración. Fue una puerta hacia la libertad. Los que pasamos de 50 tenemos que aprender a cambiar la perspectiva de muchas cosas, como las intenciones por las que hacemos las cosas. Cuídate mucho y a disfrutar de nuevos éxitos cotidianos basados en lo que realmente valoras.

      Me gusta

  2. Muy interesante el contenido del artículo, con un enfoque diferente respecto al concepto y proyección del éxito… Es un referente que aperturará nuevas concepciones sobre éste y la concientización de la infinidad de posibilidades que tenemos de ser seres humanos exitosos.

    Gracias Fer y muchas felicidades!!!!!

    Me gusta

    1. Gracias por tu comentario Fortuna. Creo que es muy importante saber diferenciar el éxito de esas ideas que nos ha impuesto el capitalismo y la sociedad del logro, la individualidad, el éxito. Es más importante y más satisfactorio buscar un éxito basado en nuestros valores, en lo que es más significativo y preferido para cada uno. Y también es importante el campo de perspectiva: de sólo enfocarse en la meta a aprender a enfocarse en el camino o proceso (sin olvidarse de la meta).

      Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.