Siempre que una pareja se empeña en mantener sólo su punto de vista sobre las cosas y no está dispuesta a intentar comprender al otro, se llega a un callejón sin salida donde ambos salen siempre lastimados. La única manera de avanzar y romper el círculo, es estar dispuestos a entender el punto de vista del otro y respetarlo, aunque no estemos de acuerdo.
