Del amor romántico a la responsabilidad afectiva: Construyendo conexiones verdaderas

La responsabilidad afectiva puede entenderse como la capacidad de actuar con consideración hacia los sentimientos, expectativas y vulnerabilidades de las personas con quienes nos relacionamos. Implica reconocer que, aunque no siempre podemos controlar lo que el otro siente, sí somos responsables del modo en que expresamos nuestras emociones, necesidades y límites.

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