La presión social es un fenómeno psicológico y social en el que los individuos cambian su conducta, actitudes e incluso opiniones con tal de gustar a los demás y evitar, de esta forma, ser rechazados o marginados. Este fenómeno se puede dar a cualquier edad y son varios los factores que lo determinan, aunque es muy frecuente que ocurra durante la adolescencia de una manera más acentuada.En sí misma, la presión social no es ni buena ni mala, pero sí que puede ser el medio por el que se fomenten conductas negativas que pueden extenderse en la sociedad, especialmente entre los adolescentes. Una persona puede sentir que debe hacer algo o decir algo, aunque sea totalmente contrario a lo que su sistema de valores y ética le dice que es correcto, para poder encajar en el grupo de personas que consideran referentes o socialmente atractivos.
