La responsabilidad tiene un efecto directo en otro concepto fundamental: la confianza. Confiamos en aquellas personas que son responsables. Ponemos nuestra fe y lealtad en aquellos que de manera estable cumplen sus promesas.
La responsabilidad es un signo de madurez pues implica esfuerzo o renuncia en algún nivel. Por ejemplo un técnico tiene que tomarse la molestia de hacer bien su trabajo o un estudiante debe renunciar el salir con sus amigos para responsabilizarse con sus estudios y quedarse en casa estudiando.
La responsabilidad puede resultar una carga, mucho dependerá del gusto que la persona sienta por hacer su trabajo o tareas a las que se compromete y lo dispuesto que esté a renunciar a otras cosas a las que les dice NO cuando se compromete con algo o alguien a quien le dice SÍ. Sin embargo, lo que resulta aún más importante es no olvidar que, no cumplir con aquello a lo que se ha comprometido, origina consecuencias.