Es terrible que, más allá del cariño que la familia o los amigos puedan sentir por nosotros los homosexuales, en el fondo, se nieguen a soltar sus creencias – ideológicas, religiosas, políticas, morales -, y nos sigan rechazando en el fondo. Algunas personas pueden, consciente o inconscientemente, poner por encima sus prejuicios, al amor y eso, a fin de cuentas, es abuso y discriminación, en resumidas cuentas, desamor.
¿Por qué si la vida es un lienzo de colores contrastantes a los seres humanos les cuesta tanto trabajo aceptar las diferencias? ¿Por qué no podemos tener derecho, por el simple hecho de ser minoría, a amar diferente, desear diferente, a tener diferentes necesidades y formas de pensar y sentir?
