Hoy es el cierre de nuestra semana de la Conmemoración de la Salud y la Vida. Hoy, también, es mi 5 aniversario de renacimiento. Fue el 1o de mayo del 2007 que fui sometido a la cirugía del tumor de la hipófisis (la primera vez que apareció y que me lo operaron).
A pesar del miedo que implicó, salí adelante gracias a mis recursos y mi coraje para enfrentarlo, gracias a mis deseos enormes de seguir con vida y, por supuesto, también fue gracias al incondicional apoyo de mi pareja, mi familia, mis amigos, mis alumnos y mis pacientes.
Todo mundo estuvo ahí apoyándome y haciéndome fuerte, por lo tanto pude confiar y ponerme en manos de Dios, de los médicos y del amor de los demás, sabiendo que yo ya no tenía el control de la situación y lo único que me quedaba para sobrevivir, era confiar.
Por eso, para mí, esa experiencia fue el inicio de una nueva vida con una nueva consciencia. Valorando el que, estar vivos, es verdaderamente un milagro, un regalo de Dios o del Universo. Somos seres tan vulnerables como cualquier otro ser vivo y el riesgo de dejar de vivir está presente en todo momento de nuestra vida.
Por lo tanto, cuando se toca tan de cerca el riesgo de morir, se revalora todo lo que se tiene, la propia vida, a los seres queridos, todo aquello que se ama y se disfruta, la misión de vida, etc. Por lo menos, eso fue lo que me pasó a mí.
Por todo ello, hoy, dentro de las celebraciones de esta semana en que Axa y yo, y todos los que se nos han unido, conmemoramos la salud y la vida, propongo que celebremos del propio ser.
Honremos a la persona que somos, con sus fortalezas y sus debilidades, con sus miedos y sus seguridades, con sus errores y aciertos… sólo por hoy, honremos a aquel que somos por lo que es, sin pedirle que cambie para aceptarlo o quererlo. Eso no significa que nos «resignemos» y no queremos cambiar.
Quiere decir que somos seres en proceso y que no tenemos que exigirnos ser «perfectos» o «terminados» para empezar a aceptarnos. Nada que ver con eso.
No sabemos en qué momento dejaremos de existir, por lo tanto, es mejor apreciar y valorar que aquí y ahora, en el momento presente, tenemos la oportunidad de estar vivos y hacer lo mejor que podamos las cosas con los recursos que tenemos ahora.
Feliz día del UNO MISMO, del YO SOY, del PROPIO SER.
Recordemos, hoy, amémonos y aceptemos por sobre todas las cosas y amemos y aceptemos a los demás como seres humanos con el mismo derecho que nosotros a pertenecer y a ser amados por lo que somos.
Felicidades por volver a nacer, nacer a una nueva vida, con nuevos valores y la felicidad infinita que da el poder valorar y saborear cada día, cada minuto, cada instante de la vida como únicos e irepetibles.Apreciarlos simplemente por tenerlos y poder compartirlos con tus seres queridos.
Felicidades!!!!!!
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Gracias, Miriam… creo que, la verdad, es necesario nacer cada día y morir cada noche para volver a renacer cada amanecer.
Cuando morimos, nos damos la oportunidad de volvernos a crear, con cada experiencia y con cada contacto… pero también es indispensable aprender a dejar ir.
Gracias por tu comentario tan valioso y tu felicitación. Un beso.
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