Si estás ansioso o temes un ataque de pánico, no permitas que tu mente empiece a generar ideas de muerte, pues eso no sucederá. Siéntate, si es necesario en el suelo, cierra tus ojos si eso te ayuda, sino, manténlos abiertos y respira profundo, despacio, y repítete frases como: «esto pasará»; «de esto no me voy a morir»; «puedo estar en calma». Confía en tu respiración, es tu mejor aleada, eso, y no permitir que los pensamientos trabajen en tu contra, todo lo contrario, hazlos tus aliados.
