A diferencia de la agresión física, la agresividad psicológica no siempre es fácil de identificar, sobre todo cuando se esconde detrás de una máscara de cortesía, llegando a parecer socialmente aceptable.
Gestalt Sin FronterasHay que ser muy observador para poder reconocer la intención del agresivo detrás de frases aparentemente amables y agradecidas como: “Qué buen amigo eres al prestarme tu carro siempre que lo necesito, lamento que a veces tú tengas que andar a pie”. “Eres una santa al encargarte de todo sin exigir nada a cambio”. “Me siento tan feliz con alguien como tú, capaz de sacrificarse tanto por amor.” Estas son las frases de un agresivo embaucador y no demuestran amor, ni consideración, ni equidad, todo lo contrario, lo que muestran es como la persona embaucadora es lo suficientemente inteligente para pasar por encima de los demás y todavía pretender que le den las gracias al aparentar ser muy agradecido.