No es que no debas tocar temas «difíciles» con la persona que estás empezando a tratar (románticamente), ni que debas dejar de expresar tu opinión o preferencias, simplemente es importante que tomes en cuenta la importancia de ser muy sutil y respetuoso o respetuosa en la manera en que lo haces, aceptando que la otra persona crea, piense o le guste algo diferente a ti. No debes olvidar que en una relación de pareja tiene que haber cabida para las diferencias. Es irreal e incluso insano pensar que tu pareja tiene que querer lo mismo que tú en todos los sentidos y tampoco debes pretender que tú o ella tenga que aceptar todo lo que a ti te gusta. Ambos tienen derecho a sus diferencias y es indispensable que ambos las exprese y se respeten mutuamente.
Aunque haya varias cosas en las que sus gustos y preferencias no coincidan e incluso sean contrarias, lo que deberán tomar más en cuenta son aquellas que sí comparten o en las que si coinciden y que pueden compartir.
