Condiciones para el bienestar de la pareja

En uno de sus libros más recientes sobre la pareja, el autor catalán Luis Garriga nos habla de cinco condiciones para el bienestar de la pareja desde la visión de Arnaud Desjardins, discípulo de un sabio hindú conocido como Swami Prajnanpad y que describe en su libro Una vida feliz, un amor feliz.

Los cinco criterios que el Swami enseña a su discípulo para reconocer el valor profundo de una pareja ayudan a ésta a vivir en armonía, alegría y serenidad.

En este artículo vamos a revisar el primero de estos principios, pero antes, vamos a hablar un poco lo que genera en las parejas el desencuentro, más que la unión y la felicidad, que es lo que se esperaría de una relación amorosa.

El riesgo de querer construir la relación bajo los esquemas de otros

Muchas personas están acostumbradas a guiarse por los esquemas y las pautas afectivas que son ajenas a ellos, que pertenecen a otros. Quieren cumplir las expectativas de su cultura, su sociedad, su familia y con ello, destruyen la posibilidad de una buena relación etiquetando al otro de acuerdo a los roles o modelos sociales.

Estas personas sufren por, estilo de vida o incluso de sus propias necesidades y deseos. Creen, que lo correcto, es adaptarse a los modelos de los padres, a hacer lo que se “debe hacer” de acuerdo a los modelos operantes de su sociedad. Seguir los mensajes de otros tales como: “mejor no te cases y defiende tu autonomía”, “no es bueno confiar del todo”, “cuida tu corazón y no dejes que te lastime”; “necesitas aprender a controlarlo”, y un gran etcétera, generan que las personas pierdan su propia autonomía y no se permita confiar en su compañero o compañera, volviéndose uno o ambos miembros controladores, que busquen imponerse al otro, o bien, que esperen eternamente que el otro “cambie por ellos” lo cual nunca sucede generando mucha frustración y desilusión en el mejor de los casos o el fin de la pareja en el peor.

¿Cómo se debe actuar entonces para evitar que esto suceda? Veamos cuáles son esas cinco condiciones que mencioné al inicio del artículo.

Primera condición: que la relación sea fluida y sin esfuerzo

La relación por principio no debe ser algo que canse o que genere fastidio, que no se hagan comunes las tragedias ni los dramas sino todo lo contrario, que genere bienestar que resulte cómoda y que no desgaste grandes cantidades de energía ni tengamos que estar luchando con las emociones.

En la pareja debe haber, no sólo amor, debe existir una comunicación real, la relación debe darse con naturalidad, de manera fácil y agradable, debe ser también una relación nutritiva en muchos aspectos y de compatibilidad.

Para que esto sea más fácil, lo ideal es no comprometerse con aquellas personas con las que, al primer encuentro, entramos en fricción y conflicto o en una lucha de poder.

Por el contrario, aunque sepamos que podemos modificar un poco nuestro estilo afectivo, es inteligente unirnos a personas con un estilo afectivo que encaje con el propio.

¿Cómo podemos saber si vamos a encajar bien en una relación y si ambos son compatibles?

• Cuando no se pasan la mayor parte del tiempo discutiendo sino disfrutando.
• Cuando las emociones fluyen sin grandes altibajos.
• Cuando podemos reconocer, sin temor a equivocarnos, que es una relación que resulta nutritiva para ambos.
• Cuando la suma de uno más uno es más que dos y no menos que dos.

Si la relación no es nutritiva genera desgaste y ambos se sienten cansados, aburridos, tensos, sin energía, con pesadez y con una sensación de estar haciendo demasiado esfuerzo, lo cual es señal de alarma y enfermedad.

Lo más grave de todo, es que muchas personas a pesar de llevar décadas viviendo con esta sensación de desequilibrio y malestar, deciden permanecer juntos. La razón es que también el intercambio negativo que se genera del malestar o del maltrato crea vínculo entre las personas y, aunque ambos sean infelices y quisieran separarse, es vínculo es demasiado fuerte y no están dispuestos a enfrentar el miedo a la soledad.

Cuando las personas son incapaces de cambiar o de separarse para no enfrentarse al vacío, eligen seguir en el intercambio negativo y están en todo su derecho de hacerlo. Pero no podemos dejar de aconsejarle a estas personas que sería mejor buscar a una relación en la que queramos y nos sintamos queridos, que nos sintamos a gusto y libres de tanto desgaste pasional o de sentimientos turbulentos que además de que nos consumen y diluyen nuestra energía, se vuelven cada vez más adictivos y difíciles de superar.

En la siguiente entrega sobre este tema hablaré de la segunda condición para la buena relación de la pareja y que habla de la necesidad de que ambos tengan una naturaleza compatible.

Antes de despedirme quiero recordarles a mis lectores que otro elemento que ayuda a las parejas a enfrentarse con sabiduría y amor a la gran empresa que es construir una relación sana es la actitud Resiliente. El saberse capaz de enfrentar las crisis y saber salir fortalecidos de ella tanto el lo individual como en la relación.

Por eso te invito a mi retiro-taller: Tu tesoro interior. En él aprenderemos como, con las herramientas de la meditación Mindfulness (Atención Plena) podemos generar o fortalecer las características de una personalidad resiliente como por ejemplo: auto confianza, actitud responsable, cuidado de uno mismo, aceptación, orientación en búsqueda de soluciones y muchas más.

El retiro será en Malinalco, Edo. De México. La fecha del próximo retiro es del 17 al 19 de octubre del 2014.

Para mayor información escríbeme a mi correo:

gestaltsi@gmail.com