La práctica del perdón ha sido aplicado para reducir la ira, la depresión y el estrés y el dolor. Conduce a una mayor sensación de esperanza, paz, compasión y confianza en uno mismo. Practicar el perdón conduce a relaciones saludables y mejora la salud física. También influye en nuestra actitud, que abre el corazón a la bondad, la belleza y el amor.