Una de las primeras preguntas que nos planteamos los homosexuales, al sentirnos diferentes en relación a nuestra área sexual y afectiva en relación a los heterosexuales es:
¿Por qué yo no soy como los demás? ¿Por qué yo siento diferente? ¿Esto que me pasa es una enfermedad? ¿Tengo que buscar ayuda? ¿Hay alguna solución para mi problema? ¿Si me esfuerzo o encuentro una solución, me podré volver heterosexual?
Además, estas preguntas no van solas, sino acompañadas de muchas dudas y sentimientos de angustia, miedo, impotencia y culpa por creer que, de una u otra forma, uno es culpable de ser y sentir diferente a los demás.