Este video me gusta por varias razones. De una manera muy sencilla y simpática, nos muestra como, por el simple hecho de ser diferentes – en este caso representado por el día y la noche – se puede generar, en las relaciones interpersonales, el conflicto.
El conflicto surge precisamente ante la diferencia. Cuando lo semejante se encuentra, sencillamente, el conflicto, no se da. Pero, en la realidad, es prácticamente imposible estar demasiado tiempo en calma, sin que se haga presente, pues la diferencia siempre está ahí.
