De los tres roles del triángulo dramático, El de víctima es el más complejo porque la persona se coloca en una posición de indefensión, sintiéndose el más desesperada y el peor tratado, negándose, además, a reconocer sus recursos para sostenerse en pie.
Suele estar muy susceptible y ante casi cualquier situación, es decir que la persona se muestra herida u ofendida por motivos, muchas veces, de poca importancia, lo cual dará lugar a que la gente la evite o no le diga la verdad de manera clara o directa para no hacerla sentir lastimada.