Los hábitos de las parejas felices

Ser feliz con tu pareja no implica un esfuerzo enorme. Cuando quieres a alguien, las cosas se dan de manera natural. Lo importante es reconocer que una pareja necesita más que sólo amor para subsistir, requiere de atención, consideración, generosidad, reconocimiento, paciencia, aceptación. También es importante reconocer que tu pareja NO ES IGUAL A TI, y que, por lo tanto, no tiene necesariamente las mismas necesidades que tú ni tampoco la misma manera de satisfacerlas. Es necesario aprender a reconocer lo que el otro necesita y tratar, en a medida de lo posible, ayudarle a cubrir estas necesidades.

No veas el reto de hacer feliz a tu pareja como un deber, es mejor verlo como un deseo o una elección. Cuando le des algo a tu pareja, no lo hagas desde la obligación pues eso te generará enojo, molestia o resentimiento. Es mejor considerarlo un OBSEQUIO que le das al otro, a ese que amas, desde el cariño, el interés, el deseo de que esté bien y de que sea feliz… en pocas palabras, desde el amor.

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Enfrentar la vida con el corazón

Si somos capaces de salir de nuestra zona de confort y aceptar el dolor y las dificultades de la vida, entonces, nuestra existencia, no se convertirá en una lucha con éxitos y fracasos, sino en una danza del corazón. ¿De qué depende? De nosotros mismos, de que tomemos consciencia de eso, que nos decidamos y que corramos el riesgo, cada vez que nos topamos con una dificultad o una experiencia dolorosa, de dejar de preguntarnos “¿por qué a mí? ¿por qué me pasa esto? Yo no me lo merezco” y nos preguntemos a manera de reflexión: “¿Para qué me está pasando esto? ¿qué es lo que puedo aprender de este dolor?”.

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inconforme

Satisfechos e inconformistas

Toda la vida tenemos que tomar diversas decisiones a cada instante, sin embargo, hay personas que se quedan muy inconformes mientras que otras se quedan más tranquilas con lo que eligen. ¿De qué depende? La actitud es el factor fundamental. Existen dos tipos de personalidades en relación con la manera de reaccionar ante las decisiones y la manera de enfrentarlas y éstas son:

El maximizador: que desea que todo sea perfecto y se frustra si no es así.
El satisfactor: que reconoce sus preferencias y sus criterios, pero se adapta a las circunstancias del ambiente.
Otro elemento importante que hay que tomar en cuenta, es el coste social de las decisiones que tomamos pues no sólo nos afectan a nivel individual, sino que también tienen un efecto en las personas que están involucradas.

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La verdadera felicidad no cae del cielo, se construye.

Las personas resentidas, enojadas, frustradas y que no quieren crecer ni tomar la responsabilidad de su propia vida, se preguntan todo el tiempo cosas como: ¿por qué no tengo el puesto que me merezco?; ¿por qué no gano lo suficiente?; ¿por qué no encuentro al amor de mi vida?; ¿Por qué mi marido es tan insensible o mi mujer tan egoísta?; ¿por qué no logro sentirme bien conmigo mismo ni con los demás?; ¿Por qué la vida es tan miserable…? Efectivamente, la gente que quiere realmente salir adelante y ser feliz, se pregunta algo como eso o algo similar: ¿Cómo puedo sacar ventaja de este fracaso, de esta pérdida, de esta desilusión? ¿Qué lección me deja este tropiezo en mi vida?.
Lo cierto es que existen personas que, con muchos menos recursos que otros, salen adelante sin estarse preguntando por qué son pobres; por qué padecen enfermedades; por qué pierden a sus seres queridos; Por qué se tienen que enfrentar en soledad a la vida o por qué les faltan dos brazos o dos piernas.

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Claves para la felicidad: observar el pasado, resolver el presente, soltar el futuro

La felicidad es algo que se construye día a día y que requiere mucha disciplina. No es algo que aparezca de forma mágica ni de manera definitiva. Todo el tiempo tenemos que trabajar en ella si la queremos disfrutar.
¿Por qué hay unas personas con mayor capacidad para ser felices que otras? Se pregunta el autor del libro “La Felicidad Ahora”, Andrew Matthews. ¿Es acaso que la gente feliz es más inteligente que la infeliz? O por el contrario, son tan tontos que no alcanzan a darse cuenta de lo terrible que es la vida y por eso están tan contentos.

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