Considero que siempre es bueno iniciar un año sin temores, con confianza y seguridad de que venceremos todos los obstáculos y alcanzaremos nuestros sueños, metas y propósitos. Es por ello que hoy, como primer texto del año, seleccioné este escrito del genio Ernest Hemingway, donde narra la manera en que él venció sus miedos.
Utilicemos este bello escrito y a su autor como modelo para superar nuestros propios miedos a la soledad, la vejez, el fracaso, el ridículo, la verdad, el odio o la muerte.
Si logramos superar nuestros miedos durante este año, podemos darnos por bien servidos, pues el miedo, es la cara opuesta del amor; si logramos trascenderlo, querrá decir que, ¡al fin!, hemos logrado encontrar el amor.
Y no olvidemos las palabras del propio Hemingway:
«Hay que vivir plenamente, porque la vida pasa pronto»:
Etiqueta: ridículo

El mayor de mis miedos
Uno de los miedos más difíciles de enfrentar, es el miedo a SER UNO MISMO. Muchas veces, el precio que hay que pagar, es defraudar a aquellos que no nos aceptan por ser quienes somos y que intentan convencernos u obligarnos a ser como DEBEMOS SER, y, por no cumplir esas expectativas, corremos el riesgo de ser rechazados, juzgados, condenados. Sin embargo, si de verdad queremos tener una vida plena y feliz, no podemos sacrificar nuestra verdadera identidad, por nada ni por nadie, debemos enfrentar esos miedos y tener el coraje de decir: Sí, este soy yo, me reconozco como una persona diferente en muchos aspectos, pero no por ello, menos digna, yo también tengo derecho a ser respetado por ser quien soy. Cuando podemos hacerlo, estamos listos para vivir una vida verdadera, la que en realidad nos corresponde, y la única con la que nos podemos sentir realmente satisfechos.

Yo tuve miedo hasta que aprendí…
Tuve miedo al amor, hasta que descubrí que soy digno de ser amado por lo que soy, por ser justamente como soy, y que no tengo que convertirme en otro para merecer que me quieran. También, cuando me di cuenta de que, si alguien a quien aprecio o amo se aleja, se va un ser con nombre y apellido, pero no se va con él el amor… que el amor es más que un sentimiento o un apego, es una energía que me pertenece y se genera en mi interior, y que por tanto, si alguien que amo se va, aunque me duela, yo soy capaz de sanar y volver a amar.