La dependencia emocional es algo que convierte el amor en un infierno, en un verdadero suplicio, convierte algo que tendría que ser hermoso y satisfactorio, una fuente de crecimiento mutuo y de aprendizaje profundo en algo muy dañino que, la mayoría de las veces, anula el amor propio y la calidad de vida del dependiente, consumiéndolo poco a poco hasta hacerlo perder toda esperanza y toda ilusión de vida.
