Cuando la vida nos pone en situaciones complicadas, como en el caso de este padre que se ve obligado a hacerse cargo de su hijo adolescente, puede sentirse mucha ansiedad e inseguridad, por no considerarse capaz de enfrentar el nuevo reto que, por otra parte, no se ha elegido voluntariamente. En eso casos, es importante reconocer que, por mucho que no queramos aceptar lo que se nos presenta, si no tenemos más elección que aceptar o, finalmente estamos dispuestos a correr el riesgo, siempre se trata de una oportunidad para nuestro crecimiento y superación. Tal vez, si la crisis no se presentara por sí misma, nunca nos atreveríamos a vivir ciertas cosas y eso nos quitaría posibilidades para ser mejores seres humanos.