El mensaje de la madre que ama incondicionalmente es: “No hay ningún delito o crimen que pueda privarte de mi amor, de mi deseo de que vivas y seas feliz”. El amor de una madre, además de ser incondicional, es omniprotector y envolvente, no puede controlarse o adquirirse. Es un amor que genera una sensación de dicha y su ausencia un sentimiento de desesperación y abandono.