Claves para el éxito en la relación de pareja

DEDICADO A AXA, MI COMPAÑERO DE VIDA, CON TODO MI AMOR. 

Mí relación más importante es, sin lugar a dudas, la de mi pareja. Cubre mis necesidades de compañía, aceptación, amor incondicional, apoyo, respeto, etc. Me ayuda a descubrir – y sentir – que soy alguien importante y que tengo mucho para dar y compartir. Puedo decir, sin temor a equivocarme que somos una pareja equitativa y que no nos encerramos en roles o patrones rígidos. Tenemos, desde el inicio de nuestra relación, un pacto de honestidad. Nos decimos las cosas aunque a veces nos de miedo o nos resulten incómodas o dolorosas. Procuramos ser conscientes de cada uno y de la relación.

Entre las cosas que hemos considerado que nos hace tener una excelente relación, además de las básicas de las que he hablado en otros artículos y que son: AMOR, DESEO, COMPROMISO, RESPETO E INTIMIDAD, (Ver: La relación de pareja estable y los componentes para lograrla) hemos llegado a la conclusión de que las cosas que mencionamos en esta lista son también muy importantes para lograr una relación equilibrada y satisfactoria, no sólo en el caso de las relaciones de pareja entre personas del mismo sexo, sino en cualquier tipo de relación amorosa:

• AMOR INCONDICIONAL.  Hemos aprendido a aceptarnos uno al otro tal y como somos, con nuestras diferencias. Aunque muchas veces sean irreconciliables, respetamos el derecho del otro a que sea diferente a uno y aprendemos de esas diferencias. Al dejar de querer cambiar al otro para que sea igual a uno, le estamos demostrando que lo queremos y lo respetamos, que apreciamos y aprendemos de su forma diferente de ser. 

• CONTACTO & SEPARACIÓN. En muchos momentos del día nos buscamos con gusto y cariño: Deseamos estar donde el otro está,  buscando su compañía aunque sea por momentos breves, entre las diversas tareas o situaciones del día; somos felices de  confluir y de promover los momentos de contacto. Por otra parte, también somos capaces de respetar los espacios y tiempos individuales sin sentirnos culpables o sin enfadarnos porque el otro, en ocasiones, se tenga que retirar.

• CONFIANZA. Confiamos en el otro SIEMPRE. No perdemos el tiempo en averiguar si eso es así, lo aceptamos y punto.

• DESAPEGO. Somos muy conscientes de que no somos propiedad del otro, de que si él está a mi lado y yo a su lado es por decisión propia, por amor, pero que, si un día ya no es así, aunque nos duela, debemos aceptarlo.

• COMUNICACIÓN EFECTIVA. El diálogo es algo fundamental. Hablamos sobre lo que sentimos, pensamos de nosotros mismos y del otro. Podemos expresar, libremente, cuando hay algo que no nos gusta en relación a nuestras actitudes del uno con el otro y tratamos de resolverlo no como una obligación, sino como un regalo que le damos al otro por amor.

• NEGOCIACIÓN.  Aprendimos a negociar para GANAR – GANAR. Intentamos llegar a un equilibrio donde ambos ganemos cuando se presenta algún conflicto entre las necesidades de ambos. Sabemos que por lo general, cada uno, debe ceder en algo y ganar en algo para estar los dos bien.

• AUTENTICIDAD: nos gusta abrir nuestros corazones y mostrarnos de manera auténtica, sin etiquetas ni disfraces; somos capaces de mostrarnos vulnerables gracias a la confianza recíproca que hay entre nosotros.

• MOMENTOS Y LUGARES DE ENCUENTRO. Buscar y propiciar espacios especiales para nosotros, a lo largo del día, es fundamental. Nos gusta relacionarnos con nuestros seres queridos y tener espacios de cada uno con sus respectivos amigos. Sin embargo, consideramos muy importante tener espacios especiales y exclusivos para nosotros, espacios que sean parte de nuestra intimidad cotidiana. Hay momentos especiales del día, de la semana, del mes y del año.

• RESPETAR LAS DIFERENCIAS. Nos gustan las cosas en las que coincidimos pero somos muy respetuosos de los gustos y preferencias del otro cuando son diferentes a los nuestros. Procuramos también aprender de esas diferencias.

• APOYO RECÍPROCO. Ofrecer el hombro y pedirlo. No nos gusta jugar siempre el mismo rol del protector y del protegido. Cada uno puede jugar ambos dependiendo de las circunstancias y de la necesidad personal y de la del compañero.

• SIMPLICIDAD. Procurarse en las cosas simples de la vida. Estamos al pendiente de lo que el otro necesita para brindarle apoyo y comprensión. También nos gusta mucho disfrutar de los momentos simples que se vuelven mágicos y maravillosos: la hora del desayuno; el aperitivo; charlar en el jardín; tomar una copa de vino juntos; meditar; charlar.

La pareja es una bendición de la vida, un espacio para la confianza, la seguridad, el compromiso y el desarrollo.  Hay pocas cosas que nos hacen crecer tanto como una relación de pareja, pero, para lograrla, es necesario haber aprendido a amarse, respetarse y valorarse uno como persona.  No esperar que sea otro el que venga a llenar nuestros huecos o prestarse a ser uno mismo el que pretende llenar los huecos de otro.

Para amar de verdad, de manera sana, adulta, es importante que antes hayamos sanado, reparado o cubierto – por lo menos en gran  medida – nuestras heridas y carencias personales, para no demandarle a otra persona que nos resuelva lo que nos toca resolver a nosotros.

Si somos capaces de eso, entonces podremos aspirar a tener un verdadero compañero de vida, construir una pareja no entre dos seres incompletos, dos ‘medias naranjas’, sino una pareja entre dos personas completas, capaces de acompañarse y apoyarse de manera amorosa e incondicional, sin pretender, ninguna de ellas, que sea el otro el que haga el trabajo sucio de resolver lo que nos toca resolver individualmente, es decir, dos personas con amor propio.

Bibliografía recomendada para este tema: 

Los Vínculos amorosos. Fina Sanz. Ed. Kairós.

Negociación amorosa. Carol Cassell. Ed. Promexa.

Las negociaciones nuestras de cada día. Clara Coria. Ed. Paidós.

Y para terapeutas de pareja: 

Terapia breve de parejas: un enfoque integrador. María Gilbert y Diana Shmukler. Manual Moderno.

Tratando… problemas de pareja. Juan I. Capafons y Carmen D. Sosa. Ed. Pirámide.