Sanar las heridas del corazón

Cuando una persona siente que le han roto el corazón piensa que nunca superará la pérdida ni el dolor que siente y eso le genera mayor desesperación y miedo.

La realidad es que cada individuo  debe elegir si quedarse atrapado en el dolor o bien buscar la forma de superarlo. Algunos se quedan meses o años lamentándose por su mala suerte y otros se enfrentan al duelo de su pérdida con la esperanza de que, por difícil que resulte, van a poder superarlo a mediano plazo.

Si tu caso es el de estar atrapado en el dolor de una relación que terminó en el pasado, ya sea recientemente o hace mucho tiempo, tal vez no has encontrado el apoyo que necesitas para poder superarlo.

Tal vez a través de los diversos artículos que he publicado en relación al tema de la ruptura de pareja (puedes ver, por ejemplo, el artículo anterior: ruptura de pareja), puedas encontrar algunas ideas que te ayuden a transitar por tu proceso de duelo hasta superarlo completamente.

Si esto no sucede pese a todos tus esfuerzos, lo que yo te recomiendo es que no dudes en buscar el apoyo de un terapeuta, especialmente yo te aconsejaría que buscaras a un terapeuta Gestalt que te ayudara a manejar toda la parte emocional y a entender en cada etapa del duelo lo que te estás enfrentando.

Aunque cada uno de nosotros somos diferentes, también tenemos comportamientos y actitudes parecidos, emociones, sentimientos, ideas y formas de pensar en relación a las pérdidas y a lo que nos pasa ante una ruptura de pareja. Por ese motivo es que somos capaces de compartir nuestras experiencias y aprender de ellas.

La autora Victoria Cadarso, especialista en el tema de las heridas del corazón nos ofrece en su libro Botiquín para un corazón roto el siguiente Decálogo donde plantea diversas actitudes que son necesarias para superar el dolor de la pérdida de la pareja.

DECÁLOGO PARA UN CORAZÓN ROTO

• Date cuenta de que tú eres quien elige si te quieres quedar en la pena y el dolor o si quieres buscar una solución para salir fortalecido de todo ello.

• Aprende a aceptar la realidad tal cual es: la relación se ha terminado. En este momento ya no puedes volver atrás y tampoco sabes lo que te depare el futuro. Por lo tanto, lo que te queda por hacer es vivir tu realidad presente.

• Enfrentar el proceso del duelo. Debes dejarte sentir tu dolor hasta que logres asimilarlo íntegramente y, al final del camino, dejarlo marchar y estar listo para volver a iniciar tu camino ya sea en soledad o al lado de otra persona.

• Comprender y perdonar. Para poder sanar, es necesario dejar de culpar al otro y a ti mismo por no haber podido continuar con la relación y aceptar el fracaso. Nunca hay un solo responsable de lo que sucede en la relación, cada uno de los dos tiene su parte de responsabilidad por todo lo ocurrido.

• Abrirse a nuevas relaciones. Si te mantienes demasiado cerca de las amistades que mantenías junto con tu pareja estarás muy expuesto a estarla recordando todo el tiempo. Debes intentar abrirte a nuevos círculos. Esto puede ser más fácil si intentas buscar nuevas actividades que realizar. Además de que te ayudará a conocer a nuevas personas con tus mismos intereses, realizar cosas nuevas que te gusten o que te resulten interesantes también será beneficioso para ti y te mantendrá con la mente ocupada en otras cosas lo cuál te hará sentir mejor.

• Lánzate a nuevos proyectos. Unido a lo anterior, si planeas comprometerte con cosas nuevas te sentirás activo, ocupado, con la mente enfocada en cosas productivas y esto también ayudará mucho a tu proceso de duelo.

• Cuida tu salud y tu apariencia. Hacer ejercicio, mantenerte en forma, comer sano, meditar, hacer yoga, tomar un masaje o un tratamiento facial, cambiar tu corte de pelo o renovar tu guardaropa te ayudarán a sentirte bien y será un preámbulo de tu nueva vida.

•  Aprende de lo vivido. Cuando haya pasado lo más difícil, tómate el tiempo para reflexionar, analizar, comprender y aprender de lo que has vivido. No te quedes tan sólo con tu dolor, haz que todo esto se vuelva una experiencia completa de aprendizaje que te ayude a no cometer los mismos errores en futuras relaciones

• Toma conciencia de lo que no viste en su momento.  También puedes intentar revisar lo que omitiste hacer (tal vez dejaste de darle importancia a las señales que viste desde mucho tiempo atrás y que fueron determinantes para que la relación terminara.

• Mantén una actitud positiva y optimista. Por grande que sea tu dolor o tu pena, intenta no perder la confianza en ti y la esperanza de que podrás salir de esto si te dejas sentir tus sentimientos plenamente. Si dejas de confiar en que tienes la capacidad de seguir con tu vida sin la persona que se ha marchado, será mucho más difícil que logres resolver tu duelo y salir de él.

Si resumimos este decálogo en pocas palabras podríamos decir que, de lo que se trata es de que TE AMES A TI MISMO.

Puedes perderlo todo, menos la DIGNIDAD. Tú eres alguien valioso, importante, amable, creativo. Eres una persona importante, con recursos, capacidades, valores, potencial para crecer, transformarte y apoyar a otros. Nunca lo olvides.

Tampoco dejes que te dominen creencias como que sin esa persona tu vida se ha acabado; que si decidió alejarse de tu lado es porque tú no vales; que no volverás a encontrar a nadie más; que te quedarás solo o sola y que no lo podrás resistir; que lo único que importa en la vida es tener a alguien al lado aunque no seas feliz; que la gente te juzgará y se alejará de ti.

Todas esas ideas se aprenden a muy temprana edad y la sociedad las está reforzando todo el tiempo, pero no son la realidad, son sólo creencias  heredadas.

Si tú cambias esas creencias, cambiarás tu realidad. La primera que debes cambiar es que vales menos porque alguien se ha alejado de tu lado.  Te conviene más creer que tu valía sigue intacta pues no depende de quién está a tu lado sino de todo lo que tú eres por ti mismo.

Puedo imaginar lo que estás pensando, que con el dolor que sientes no resulta tan fácil hacer todo lo que aquí se ha mencionado, que si fuera sencillo, no llevarías tanto tiempo atrapada o atrapado en el dolor. Tienes toda la razón. No es fácil y menos cuando estás dentro del problema. No importa si eres quien decidió marcharse o quien lo tuvo que aceptar aún sin desearlo. En ambos casos se tiene que enfrentar el duelo.

Por eso, mi recomendación, es que si no has logrado salir de tu dolor por ti mismo ni con la ayuda de familiares y amigos, busques a un profesional, a un terapeuta que te ayude a vivir el proceso de duelo y a transitar por todos estos sentimientos de dolor.

El papel de un terapeuta no es juzgarte ni condenarte por lo sucedido. Todo lo contrario, un terapeuta (en mi caso hablo por los gestaltistas pues es mi corriente), te puede comprender, acompañar, apoyar en tu proceso para que logres comprender de una manera más amplia todo lo sucedido. Te apoyará para que, por ti mismo, logres tocar tus sentimientos sin temerles y te irá acompañando en cada etapa de tu duelo hasta que logres salir de él. No tienes que enfrentarte al dolor en soledad. Déjate acompañar.

Es falso que uno debe poder hacer todo por sí mismo y que es de débiles buscar el apoyo de otra persona. Más bien, yo creo que es de inteligentes no aumentar más dolor del necesario. Si ya la pérdida es una experiencia difícil y que genera sufrimiento, ¿para qué echar más limón a la herida queriendo hacerse el valiente? Más bien eso es jugarle al tonto o al mártir.

Nunca será igual querer comprendernos a nosotros mismos o a la situación en solitario que con el apoyo de alguien más. Es muy fácil autoengañarse y ver sólo de manera parcial las cosas (ya sea a nuestro favor o en contra).

Teniendo una mirada y unos oídos externos que nos vean y nos escuchen será más fácil ver la realidad sin tanta distorsión producida por la misma situación dolorosa que estamos enfrentando.

El hecho de que estés ya aquí, buscando información o ideas que te ayuden a enfrentarte a la pérdida habla de tu disposición a dejarte ayudar. ¡En hora buena! Gracias por dejarme acompañarte en esto.

Créeme, yo mismo me he enfrentado muchas veces en mi vida a la experiencia del fin de una relación amorosa y sé lo que se sufre. Soy un experto en dichas experiencias y por lo tanto, puedo entender muy bien por lo que estás pasando.

Recuerda:  se fue una persona con nombre y apellido, no se fue el amor pues ese se mantiene integro dentro de ti y lo podrás volver a sembrar en otro campo. Eres una persona digna, con un lugar propio en este mundo y si confías en eso saldrás adelante  y podrás sentirte bien de nuevo, te lo puedo asegurar.