Renunciar a ser uno misma para tener el reconocimiento de
otros tiene un costo muy alto.
¿Cuántas veces nos dejamos arrastrar por el canto de las sirenas y dejamos de ser nosotros mismos por estar buscando el reconocimiento el reconocimiento de los demás?
¿En cuántas ocasiones somos capaces de renunciar a nuestros sueños, deseos y necesidades con tal de que otro u otros no nos dejen de querer y seguimos cumpliendo sus expectativas olvidando las nuestras?
El resultado de esto es una sensación de vacío, frustración, desaliento, pena y, en el fondo, resentimiento o culpa con nosotros mismos por no sentirnos capaces de darnos a respetar.
El traicionar los propios ideales por una necesidad del reconocimiento de otros, o por la creencia de que eso hará que los demás se quedarán a nuestro lado, es una decisión que puede generar mucho sufrimiento e insatisfacción.
¿Cómo saber si nuestra vida está valiendo la pena?
Algunas formas en las que podemos reconocer si nuestra vida está valiendo la vida, puede ser a través de:
- Encontrar a alguien con quien compartir el corazón, los proyectos, los sueños y la vida entera.
- Aportar algo a nuestra comunidad a partir de nuestros talentos, esfuerzos y capacidades, lo que es lo mismo, a encontrar un sentido a nuestra vida.
- Sentirse en paz con uno mismo.
Para lograr esto es necesario aprender a ser conscientes de las propias necesidades, ser auténticos, sentirnos dignos y merecedores de respeto por nosotros mismos y por los demás. También es necesario mantener la calma, sabiendo que todas las experiencias vividas, más allá si son buenas o malas, placenteras o dolorosas, nos aportan conocimiento y nos ayudan a crecer.
Más que estar preocupados por gustarle a los demás tal vez lo que se necesite es hacer lo mejor que podamos para ser buenas personas o, como dirían los estoicos: haz las cosas lo mejor que puedas, confiando en tus intenciones y valores aunque no tengas la certeza de los resultados, pues la incertidumbre es parte de la vida misma. También es importante reconocer que, en la medida en que me doy a otros, estoy ayudando al mundo a mejorar.
Ser un buen ser humano desde mi punto de vista es aprender a aceptarme como tal con mis defectos y mis cualidades. No olvidemos que ser humano significa ser imperfecto y, por lo tanto, podemos cometer errores, aprender de ellos y tratar de mejorar, pero reconociendo que nunca podremos ser perfectos.
También significa reconocer y utilizar mi capacidad empática, comprensiva, que yo y el otro somos lo mismo, por lo tanto, sólo puedo estar bien en la medida en que me preocupo por ayudar a los otros para que logren su bienestar, que es muy diferente a negarme a mí mismo con tal de que los otros estén bien. Es una cuestión de respeto, de justicia y equidad.
Morirse, es una de tantas cosas que generan tristeza.
Vivir infelices por no ser capaces de reconocer las cosas que hacen que la vida valga la pena es lo verdaderamente doloroso.
Nuestra cultura actual no genera felicidad a las personas. Enseña cosas equivocadas que generan más dolor y vacío que felicidad y satisfacción. Estamos enseñando de una manera equivocada.
La alternativa es que cada uno cree su propia cultura, sin embargo, la mayoría de nosotros no somos capaces de hacerlo por nosotros mismos.
Son muchas las personas que van por ahí, con una vida carente de sentido. Parece que están medio dormidos, aún cuando están ocupados haciendo casas que les parecen importantes. Esto se debe a que persiguen cosas equivocadas.
La manera en que puedes aportar sentido a tu vida es:
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Aprendiendo a amarte, aceptarte y a sentirse merecedor en la misma medida en que aprendes a amar a los demás.
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Dedicando tu tiempo y tu esfuerzo a tu grupo o comunidad.
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Dedicándote a crear algo que le proporcione objetivo y sentido a tu vida.
Creemos que no nos merecemos el amor, creemos que tenemos que esforzarnos por merecerlo, como si no fuéramos lo suficientemente dignos tan sólo siendo quienes somos. Creemos que si lo dejamos entrar nos volveremos demasiado blandos, pero es todo lo contrario, lo que nos permite ser verdaderamente fuertes y poderosos es nuestra capacidad para amar y, para fortalecerla, la mejor forma es aprendiendo a amarnos y respetarnos a nosotros mismos.
El amor es el único acto racional.
Levine.
La verdad es que me agrada leer cosas como estás, que te ayudan a discernir y te ponen a pensar. Personalmente estoy en una etapa dónde la confusión me ataca todos los días y gracias a esto me siento aliviada.
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Me da gusto que te sea de alguna utilidad. Saludos.
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El morir es tu fin natural de todas maneras llegara, el que se dice ser feliz tienen una personalidad fría e indiferente pero el que sobrevive cargando preocupaciones por los demás no a existido inútilmente, eso es amor. Son las personas que terminan con depresión u ansiedad…. pero muy lindo el mensaje para engañar nuestra realidad.
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Hola, Julio. Gracias por tu comentario. No entiendo muy bien lo que quieres decir y creo que no coincido del todo, pero respeto que pensemos diferente. Un saludo.
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es muy grato leer sus artículos siempre dejan algo positivo en mi persona y también un gran aprendizaje gracias por compartirlos 😀 salu2
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Me alegra, Montse, que te guste leer los artículos. Los hago con mucho gusto y me entusiasma que haya personas que, como a ti, le pueden ser de alguna utilidad. Te mando un beso.
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Que lindo mensaje
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Hola, Carmen. Me alegra que te haya gustado el mensaje. Un saludo cordial.
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