La metamorfosis personal

O la razón del porqué en el futuro, seré como una cucaracha

A muchas personas nos gusta compararnos con animales e imaginarnos que poseemos algunas de sus cualidades como ser libre como un águila, poderoso como un león o elegante como una pantera.

Tal vez otros con espíritu más dócil prefieren identificarse con  un felino, una mariposa o un perro, o bien con un delfín o una ballena y otros más se proyectarán en animales relacionados con la sabiduría o la longevidad como las tortugas o los búhos.

Pero nunca he conocido a nadie que quiera compararse o parecerse a una mosca, una araña o un ratón.

Son animales que la cultura ha llenado de juicios negativos y que por condicionamiento social, más que por una realidad y un conocimiento real de estos animales, tendemos a rechazar y a evitar a toda costa.

Lo interesante es que, si estos animales tuvieran consciencia nunca se experimentarían tan repugnantes y negativos como nosotros los vemos, una mosca simplemente diría “yo soy así, esa es mi naturaleza y no me juzgo, simplemente lo acepto”;  lo mismo haría el ratón, la araña o cualquier otra alimaña.

Por eso es tan interesante el trabajo de proyección, en este caso con animales, pues, a través de cualquiera de ellos, nos agraden o nos desagraden,  podemos sorprendernos encontrando características de nosotros que nos ayudan a tener una mayor consciencia de quienes somos y de nuestros poderes, pero que a la mejor también rechazamos o negamos.

En el consultorio utilizo el juego del poder de los animales (Karina Malpica). Una manera de utilizarlas es sacando tres cartas para descubrir cuál es el animal que nos representa a nosotros mismos en el pasado, en el presente y en el futuro.

Se puede elegir las cartas directamente, viendo las imágenes, o bien, sacarlas del mazo con las cartas boca a bajo, sin mirar las imágenes y dejándolo a la suerte.

En esta ocasión decidí elegir la segunda opción en una exploración personal.

La carta del pasado

La primera carta, que extraje, la que representaba mi personalidad en el  pasado, fue el caballo que no es un animal con el que me sienta especialmente identificado, pero que tampoco me genera ningún tipo de rechazo.

Las características que encontré de este animal fueron la lealtad, la libertad, el equilibrio y el poder. También la carta me mostró las características de “sabiduría” del caballo que son:  viajar sin ataduras, sensibilidad y empatía, la amistad y la cooperación, los logros en el trabajo en equipo, la comunicación entre las especies, guía para superar los obstáculos y la expansión de las propias habilidades potenciales.

Por último, el mensaje del caballo como representante de una época anterior de mi vida dice lo siguiente:

“En el pasado no has podido dominar tus emociones o impulsos: Perder los estribos, soltar las riendas, desbocarte, dar rienda suelta a los bajos instintos. Todas las expresiones que se utilizan para denotar que has perdido el autodominio. La falta de control de nuestros miedos o pasiones es lo que simboliza la imagen de un caballo desbocado. Pero eso ya quedaron el pasado, ahora tienes la capacidad de retomar las riendas.

Me gustó el resultado obtenido en la carta y me sentí identificado con las características del caballo así como con el mensaje de que ahora yo podía retomar las riendas de mi existencia.

La carta del presente

La segunda carta que tomé y que representaba mi presente, fue la de la pantera. Los poderes de los que me habló la pantera son:

• La fuerza
• El poder
• La sabiduría.
• La energía guardiana
• La habilidad de conocer
• La sensualidad
• El reclamo del propio poder
• La comprensión de la muerte y la obscuridad.

El mensaje de la pantera para mi presente es:

Nada ni nadie te está obstaculizando. Para que puedas alcanzar lo que te propones sólo necesitas reconocer que tienes derecho a ello y que no hace falta nada más para conseguirlo.

Necesitas auto valorarte para que te des cuenta de todo lo bueno que mereces y hagas lo posible por alcanzar aquello que te corresponde por derecho. Te conviene saber cuáles son tus puntos fuertes y reconocer el trabajo que ya has logrado hasta ahora para que puedas entrar en contacto con tu fuerza, tu habilidad, tus capacidades y tu derecho al éxito.

Es momento de que demuestres tu confianza en ti mismo y reclames tu propio poder. Éste es tu reto. 

Era agradable identificarme con una pantera en el presente y, al igual que con el caballo, identificarme con sus características y con el reto de confiar en mí mismo para lograr todo lo que deseo en la vida.

La carta del futuro

Ahora sólo faltaba saber qué me deparaba el futuro y saber el animal que me representaba en esta etapa.

Debo confesar que mi expectativa era que me saliera un animal con mucha personalidad, como un tigre, un oso, un águila o un lobo, pero cuando extraje la tercera carta esperando encontrarme con ese animal atractivo y maravilloso -o, por lo menos, a la altura de los dos anteriores-, me desilusioné y me sentí incomodo al encontrarme con una repugnante cucaracha.

Recordé aquella frase que solemos decir cuando nos sentimos verdaderamente mal: me siento como una cucaracha. No me resultaba nada agradable imaginar que ese era el futuro que me deparaba el destino.

Una cucaracha me parecía un insecto adecuado para alguien que se sintiera miserable, despreciable, incapaz de aceptarse, quererse o reconocerse ninguna cualidad o atractivo.

Ser una cucaracha era para mí como haber llegado al fondo de todo y no tener esperanza de encontrar nada nuevo ni positivo en la vida. Era como decir: Si soy una cucaracha o me siento como tal, ¿vale la pena vivir o merezco morir aplastado?

Sin embargo, como comenté antes, esos juicios no son de la cucaracha, son del ser humano que se los adjudica por considerarla un insecto repugnante y desagradable, asociado con la mugre, el desecho, la inmundicia, pero la realidad es que las cucarachas no se sienten miserables ni poca cosa, ellas, simplemente, son cucarachas, los seres más antiguos del planeta – nada menos que 300 millones de años de existir – líderes en el campo de la sobrevivencia planetaria.

A pesar del impacto, intente sobreponerme a la impresión negativa que me generó la carta y seguí leyendo para averiguar lo que la cucaracha tenía que decirme en relación a mi futuro.

Datos interesantes

Los científicos han encontrado fósiles que muestran que ya había muchas especies de cucarachas en la época en que se formaron los yacimientos carboníferos hace 300 millones de años.

Aquellas cucarachas del periodo antiguo no diferían mucho de las actuales. Son insectos que, habiendo adaptado un estilo de vida sencillo y seguro en un temprano periodo de la tierra, sin apartarse nunca de él, han seguido en este mundo gracias a su misma humildad.

A pesar de que se tiene a la cucaracha como un insecto nocivo y peligroso por las enfermedades que transmite, en realidad las especies silvestres cumplen una función positiva incorporando nutrientes en el medio ambiente, pues consumen materia orgánica y sus desechos sirven como fuente de alimentación a organismos microscópicos que se encargan a su vez de convertirla en humus asimilable por las raíces de los árboles.

La cucaracha en las diferentes culturas

La cucaracha a constituido para el hombre: una insidiosa plaga, un preciado manjar y un remedio de la medicina tradicional de numerosas culturas.

En el antiguo Egipto, era símbolo de renovación. Ha sido protagónica de la conocida canción mexicana La cucaracha y e libros de vanguardia como la novela de Kafka: Metamorfosis, donde se exalta su capacidad de adaptación a las condiciones más adversas.

Por tanto se puede deducir por lo anterior, que los poderes que confiere la cucaracha a quien aparece la carta son:

• Atención, 

• Adaptación y 

• Supervivencia.

Mientras que su sabiduría se expresa a través de:

• Hábitos sencillos de vida.

• Aprovechar lo que otros no usan.

• Confiar en el poder de la humildad.

• Eliminación de la importancia personal.

El mensaje que me dio la cucaracha en relación al futuro fue:

“Si cumples el reto que tienes en el presente (el de la pantera), la cucaracha te augura que sobrevivirás con éxito a los cambios, ya que habrás actuado con el enorme poder de la verdadera humildad.

La cucaracha es la representación de la sencillez que se requiere para adaptarse a los cambios y a las adversidades, conformándose con poco y disfrutando de lo que otros pasan por alto.

La cucaracha elige guiar a las valientes almas que planean someterse a duras pruebas físicas o a severos traumas psicológicos, especialmente durante las primeras etapas de su encarnación para aprender sobre el poder de la humildad, saldar deudas pendientes, liberarse rápidamente de la importancia personal, abrir el corazón y entrar en contacto con su propia vulnerabilidad, con sus intensos sentimientos y con la esencia de su espíritu.

Para atravesar con éxito estas duras pruebas, el poder de la cucaracha las ayuda a simplificar sus hábitos de vida para dejar de depender de la energía y de los estímulos exteriores de otras personas.

También las ayuda a valorar la soledad y todas las experiencias vitales o terapéuticas que les permiten expresar sus sentimientos y asomarse sin temor hacia su interior: el único lugar donde podrán reencontrase con su propia y maravillosa valía.

Al hacerme consciente de todo esto, creo que ya no podré ver a las cucarachas con tanto desprecio como las había visto hasta ahora. Es un gran regalo aprender de este ser como a través de su sencillez para saberse adaptarse y sobrevivir ha logrado permanecer en la tierra más de 300 millones de años.

De ahí la importancia de comprender la necesidad de renunciar a nuestro ego humano, a cuestionar la enorme preocupación con la que vivimos las personas en relación a darnos tanta “importancia personal” y viviendo una existencia simple, humilde y sencilla, que, también, es generadora de paz, tranquilidad, felicidad y armonía.

Sabiendo todo esto, ya no es una mala noticia saber que estoy en camino de adquirir los dones y los poderes del ser vivo con más capacidad para adaptarse y sobrevivir más allá de cualquier desastre o calamidad.

Es también una alegría saber que seré capaz de vivir y disfrutar, en los próximos años, de una existencia sencilla y sin preocupaciones inútiles, en pocas palabras, libre de la ansiedad a causa del DEBER SER.