¿Realmente vemos lo que vemos o aquello que, inconscientemente, queremos ver?
Cuando confiamos ciegamente en lo que percibimos, nos podemos llevar muchas sorpresas. Debemos tener cuidado con nuestros juicios, pues, la mayoría de las veces dicen más del que juzga que del que es juzgado. Todos somos espejos y el mundo es el espejo de todos. Aquí tenemos un buen ejemplo de lo que estamos diciendo. Te sorprenderás.